EL SEGUNDO ACTO DE LA GRAN SAGA APOCALÍPTICA DE JONATHAN HICKMAN Muerte sigue buscando a Babilonia mientras los otros tres jinetes del apocalipsis van tras él. Todo ello en una Norteamérica dividida en la que las conspiraciones se multiplican.
Llega la edición estuche de la «Trilogía de los Tres Cuerpos», el fenómeno editorial chino que ha conquistado al mundo tras vender cinco millones de ejemplares y lograr prescriptores de la talla de Barack Obama, George R.R. Martin o Mark Zuckeberg.
Los Jinetes del Apocalipsis han renacido para destruir el mundo de nuevo, pero uno de los cuatro no está donde debería. Muerte ha roto las reglas y tiene su propia misión. Una búsqueda que le llevará a través del continente de Norteamérica y que dejará muchos cadáveres a sus pasos.onathan Hickman (Los proyectos Manhattan, Amanecer de X) y Nick Dragotta (Los Cuatro Fantásticos) presentan una saga épica que mezcla el western con la ciencia ficción y las profecías apocalípticas.
¿Quién es Mr. Ripley? En este volumen reunimos las cinco novelas que protagonizó, empezando por su primera aparición en A pleno sol. En La máscara de Ripley, casado con una rica heredera, regresa como un hombre aparentemente respetable. Y luego aparecerá aún en otras tres novelas: en El amigo americano, involucrado una vez más en una de sus ambiguas relaciones con otro hombre; en Tras los pasos de Ripley, donde conoce a un extraño adolescente que no quiere separarse de él, y en Ripley en peligro, el brillante cierre de este quinteto de novelas magistrales.
Fausto es sin duda una de las obras fundamentales y más originales de la historia de la literatura. Y quizá su universalidad resida en el hecho de que el lector, cualquier lector, no puede menos que reconocerse en su personaje central, en la parte más negativa, en los defectos o pecados de su protagonista. En efecto Fausto es un heroe negativo que simboliza la eterna insatisfacción del hombre, sobre todo del hombre moderno, que ya no se basta con logros y comodidades materiales. Fausto es un hombre torturado por ansias nunca satisfechas de un no se que, un hombre que se pasa la vida corriendo en pos de nuevas metas que nunca terminan de llenarle… Fausto simboliza todo lo que somos: el hombre entero.