Maria Shirakawa, la narradora de esta delicada historia, tiene que marcharse a Tokio a estudiar en la universidad. Deja atrás la pensión Yamamoto, un lugar idílico junto al mar en la península de Izu, donde ha crecido al lado de su madre. Y también a su amiga de la infancia, Tsugumi, la hija bellísima del matrimonio que regenta la pensión. Aunque los caracteres de Maria y Tsugumi son muy distintos, la dulce y pacífica Maria sabe que, tras la aparente afabilidad de Tsugumi con los extraños, su amiga es en la intimidad arisca y caprichosa, a veces incluso cruel y despótica con quienes la rodean, porque sufre por una dolorosa enfermedad crónica que la tiene sujeta a la península y a la pensión, y que tal vez sea la causa de su carácter. La amistad entre ambas ha superado ya muchas pruebas cuando Tsugumi invita a Maria a pasar un último verano junto al mar. Durante esas vacaciones, mientras ciertos incidentes amenazan con trastocar la vida de la pensión, Tsugumi encontrará el amor y Maria aprenderá el verdadero significado del hogar y la familia.
Novela fue finalista del Premio Minotauro 2020.
En 1840, Edgar Allan Poe publicó “El hombre de la multitud”, uno de sus cuentos más intrigantes, un recorrido alucinado por el Londres victoriano tras los pasos de una figura enigmática que transita las calles sin descanso.
En la Barcelona contemporánea, Ana y Alba, son dos amigas a punto de terminar el instituto, inadaptadas y amantes de la literatura y del cine de terror, que tratarán de conjurar la mediocridad que les rodea a través de las palabras del maestro del relato gótico. Su obsesión por “El hombre de la multitud” les llevará a improvisar un juego tan inocente como peligroso. Tan solo son dos chicas en busca de algo de magia, pero nada puede prepararlas para lo que están a punto de encontrar.
Terror e intriga bajo la poderosa premisa de una de las historias emblemáticas de Edgar Allan Poe.
En una posada en tierra de nadie, un hombre se dispone a relatar, por primera vez, la auténtica historia de su vida. Una historia que únicamente él conoce y que ha quedado diluida tras los rumores, las conjeturas y los cuentos de taberna que le han convertido en un personaje legendario a quien todos daban ya por muerto: Kvothe... músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, héroe y asesino.
Ahora va a revelar la verdad sobre sí mismo. Y para ello debe empezar por el principio: su infancia en una troupe de artistas itinerantes, los años malviviendo como un ladronzuelo en las calles de una gran ciudad y su llegada a una universidad donde esperaba encontrar todas las respuestas que había estado buscando.
David y Jo Henniger, un médico y una escritora de libros infantiles sumidos en una profunda crisis matrimonial, aceptan la invitación de un viejo amigo para asistir a una bacanal en una lujosa villa en medio del desierto de Marruecos. De camino a la fiesta, David, que conduce ebrio, atropella mortalmente a un joven marroquí. Cuando David y Jo llegan a la fiesta, los marroquíes musulmanes del servicio doméstico, ya escandalizados por la actitud hedonista y frívola de los extranjeros que campan a sus anchas por la casa, no tardan en enterarse del error imperdonable de David.
Las palmeras salvajes reúne dos historias que van alternándose, "Palmeras salvajes" y "El Viejo", para conformar una intensa novela sobre el enfrentamiento del ser humano con las fuerzas de la naturaleza y, sobre todo, con sus propias pasiones, sentimientos y ambiciones. El particular modo en que las dos historias van interrumpiéndose la una a la otra, en un alarde de imaginación y talento narrativo, dotan a la novela de una fuerza irresistible y van trazando la trayectoria de unos personajes a merced de terribles acontecimientos: uno que lo sacrifica todo por amor, y otro, un preso, que asiste al desbordamiento del río Misisipí y descubre aspectos inesperados de sí mismo.
La Divina Comedia está organizada en tres grandes cánticos, «Infierno», «Purgatorio» y «Paraíso». Se trata de una alegoría en la que el hombre, enfrentado a sus propios pecados y tras asistir a la paulatina purificación de los mismos, alcanza en plena liberalización espiritual, la contemplación del origen y fuente de todo saber y toda perfección.