Siempre supe que mi madre estaba loca. La novela más impactante de Hervé Le Tellier, autor de La anomalía.
Un destacado escritor francés se adentra en su propia historia en esta elocuente reflexión sobre las relaciones familiares disfuncionales.
Hervé Le Tellier no se consideraba a sí mismo como un niño infeliz. Y, sin embargo, entendió desde muy joven que algo andaba mal. Alcanzados los setenta años de edad y con la distancia emocional que facilita el paso del tiempo, Le Tellier se sintió capaz de escribir la historia de su familia.
Abandonado temprano por su padre y criado en parte por sus abuelos, se vio profundamente afectado por la relación con su madre, una mujer con problemas y con percepciones dañinas sobre el amor.
En este relato perspicaz y profundamente personal, Le Tellier intenta recordar tiempos difíciles sin ira ni arrepentimiento y, a veces, incluso con humor.
Una historia repleta de acción, aventura y conspiraciones en torno a la figura histórica de Saladino.
Sarah Ludwig es una sofisticada ladrona de arte. Tras su último robo, un valioso Manet, contacta con ella el emir Jalid bin Ayub, un apasionado amante de los caballos que, conquistado por su talento, le pide ayuda para llevar a cabo un objetivo increíblemente ambicioso y arriesgado.
Para lograrlo, Jalid necesita emprender también una compleja excavación en una convulsa Siria y reunir el empeño de un hombre de ciencia, corto en escrúpulos y con escasos límites éticos a la hora de proceder. Solo así, el emir podrá hacer realidad una larga obsesión con la que pretende sorprender al mundo y reescribir el pasado: revivir a Shujae, la legendaria yegua del héroe musulmán más grande de la historia, Saladino.
¿Acaso son esas las únicas intenciones de Jalid o van mucho más allá? El éxito de su asombroso plan podría terminar siendo la pesadilla de muchos. Porque todo sueño también tiene su sombra.
25 aniversario de uno de los libros más queridos de Carlos Ruiz Zafón. Edición ilustrada por Iban Barrenetxea
«Quince años más tarde, la memoria de aquel día ha vuelto a mí. He visto a aquel muchacho vagando entre las brumas de la estación de Francia y el nombre de Marina se ha encendido de nuevo como una herida fresca. Todos tenemos un secreto encerrado bajo llave en el ático del alma. Este es el mío».
En la Barcelona de 1980 Óscar Drai sueña despierto, deslumbrado por los palacetes modernistas cercanos al internado en el que estudia. En una de sus escapadas conoce a Marina, una chica audaz que comparte con Óscar la aventura de adentrarse en un enigma doloroso del pasado de la ciudad. Un misterioso personaje de la posguerra se propuso el mayor desafío imaginable, pero su ambición lo arrastró por sendas siniestras cuyas consecuencias debe pagar alguien todavía hoy.