Un joven publicista ha publicado, en una de sus campañas, una fotografía, aparentemente anodina, que lo ha puesto en la mira de un influyente grupo industrial. Y es que en la fotografía aparece un rebaño de ovejas y carneros en un prado, pero uno de esos carneros tiene un poder muy especial. La monótona y en absoluto extraordinaria vida del joven, fumador empedernido y recién divorciado, da una insospechada vuelta de tuerca, pues debe embarcarse en una extraña búsqueda: tendrá que viajar al norte de Japón para encontrar a toda costa a ese peculiar carnero, pues le va en ello la vida.
Escrita bajo la influencia de Dostoievski, La celda de cristal combina el mis terio típicamente highsmithiano con una penetrante cri?tica de la devastacio?n psicolo?gica que acarrea el sistema penitenciario. Falsamente acusado de fraude, el tranquilo e ingenuo Philip Carter es condenado a seis solitarios an?os de prisio?n, durante los cuales se entrega a un consumo destructivo de drogas. Cuando es puesto en libertad, se ha vuelto ma?s suspicaz y violento. Para aquellos que lo rodean, recuperar su confianza puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. La celda de cristal ofrece un retrato crudo, sombrío y persuasivo de la vida diaria en la prisio?n, y de las consecuencias para aquellos que la viven, que resulta tan relevante hoy como lo era cuando el libro se publico? por primera vez en 1964.
Los mejores libros jamás escritos Edición de Santiago López-Ríos, profesor de Literatura Española en la Universidad Complutense de Madrid La emoción, la belleza, el sentido trágico y al mismo tiempo grotesco de las grandes pasiones humanas hallan en La Celestina una de sus más intensas expresiones. El «loco amor» de Calisto y Melibea, enhebrado con los hilos de una «bruja», Celestina, culmina fatalmente con la muerte de ambos. Fernando de Rojas es capaz de contarnos esta historia con una habilidad insospechada, que ata al lector a un texto poderoso y magnífico y que obra el milagro de llenar de pasión la lectura misma.Esta edición incluye una introducción que contextualiza la obra, un aparato de notas, una cronología y una bibliografía esencial, así como también varias propuestas de discusión y debate en torno a la lectura. Está al cuidado de Santiago López-Ríos, profesor de literatura española de la Universidad Complutense de Madrid. «¿No sabes que alivia la pena llorar la causa? ¡Cuánto es dulce a los tristes quejar su pasión!»
Francia tiene cincuenta y seis reactores nucleares en activo, su industria nuclear da trabajo a unas cuarenta mil personas, la mitad de las cuales son subcontratadas. El protagonista y narrador de esta novela es Yann, uno de esos empleados temporales. Se dedica a labores de limpieza y mantenimiento de los reactores, lo que significa que sus contratos suelen durar entre tres y cinco semanas. Su trabajo no solo es precario, sino peligroso: quienes realizan estas tareas son escrupulosamente controlados para medir sus niveles de exposición a la radiación, y a quien sobrepasa los límites se lo envía a casa y se queda sin sueldo.
Estos trabajadores son itinerantes, viven en caravanas u hoteles y forman una singular familia. Élisabeth Filhol escruta un mundo casi secreto, destapa una realidad social, pero también el singular modo de vida de personas enfrentadas de forma permanente a un peligro invisible pero muy real. Personas ante un monstruo al que temen pero que ejerce sobre ellas un extraño magnetismo. El resultado es una novela que es al mismo tiempo una descripción minuciosamente realista de un entorno laboral poco conocido, una denuncia de las condiciones laborales de los trabajadores de las nucleares y un drama existencial sobre quienes se enfrentan cada día a la muerte.
En un parque, la policía halla el cadáver torturado de un menor. Luego, dos más, hasta darse cuenta de que se enfrentan a un asesino extraordinariamente retorcido. La detective Jeanette Kihlberg dirige la investigación, pero deberá enfrentarse al carácter apático de la fiscalía y los mandos policiales. Contará, además, con la ayuda de Sofía Zetterlund, una terapeuta experta en psicópatas y víctimas de abusos infantiles.
Nueva York, 1998, cabalgata de Acción de Gracias. Kiera Templeton, desaparece entre la multitud. Tras una búsqueda frenética por toda la ciudad, alguien encuentra unos mechones de pelo junto a la ropa que llevaba puesta la pequeña.
En 2003, el día que Kiera habría cumplido ocho años, sus padres, Aaron y Grace Templeton, reciben en casa un extraño paquete: una cinta VHS con la grabación de un minuto de Kiera jugando en una habitación desconocida.