Abril de 1901. Un barco se dirige hacia la isla de Minguer, la perla del Mediterráneo oriental. A bordo se encuentran la princesa Pakize Sultan, sobrina del sultán Abdülhamit II, y su reciente esposo, el doctor Nuri, pero también un misterioso pasajero que viaja de incógnito: el célebre inspector jefe de sanidad del Imperio otomano, encargado de confirmar los rumores de peste que han llegado hasta el continente. En las animadas calles de la capital portuaria nadie puede imaginar la amenaza, ni la revolución que está a punto de fraguarse.
Virginia Woolf escribió nueve novelas, casi cuatro mil cartas, unos cuatrocientos ensayos y treinta volúmenes de su diario. Se han llevado al teatro y al cine varias de sus obras. Presentamos en este volumen Las olas, una de las novelas más representativas de esta autora, cuyo feminismo a favor de los derechos de la mujer ha recuperado su presencia hoy en conjunto con su gran altura literaria.
Virginia Woolf escribió nueve novelas, casi cuatro mil cartas, unos cuatrocientos ensayos y treinta volúmenes de su diario. Se han llevado al teatro y al cine varias de sus obras. Presentamos en este volumen Las olas y Al faro, dos de las novelas más representativas de esta autora, cuyo feminismo a favor de los derechos de la mujer ha recuperado su presencia hoy en conjunto con su gran altura literaria.
Eran cómplices de aventuras. Como Los Cinco, esas novelas juveniles de unos amigos inseparables. Lo fueron hasta que un segundo lo cambió todo. Los veranos de la infancia, la vida sin prisas y aquella amistad que parecía eterna estalló en un coche una madrugada de invierno. El peso de la culpa dinamitó sus sueños y dejaron de verse. Pero la delirante promesa de celebrar juntos el cuarenta cumpleaños de un muerto volverá a reencontrarlos veintiún años después. Ha pasado demasiado tiempo. Se han convertido en desconocidos, pero todos deciden cumplir y pasar cuatro días juntos para redescubrirse y comprobar que más allá de la muerte, más allá del dolor, está la vida y esa amistad que les pertenece y ha dado valor a su supervivencia.
«Eso es mentira. Todo lo que cuentas es mentira. Nadie puede sobrevivir a tantas calamidades. Te lo has inventado todo siempre para hacernos creer que eres un héroe y no un simple inmigrante español muerto de hambre como los que vienen a la vendimia. Tú no hiciste todas esas cosas y después no ayudaste a liberar Francia de los nazis, tú no eras más que un español desarrapado y muerto de hambre cuando llegaste aquí, un cerdo español».
Con estas palabras, Mathieu renegó de su abuelo cuando era adolescente. Es febrero de 2019 y está atrapado en Portbou, punto final de uno de los caminos del exilio republicano antes de cruzar la frontera. A sus cincuenta y un años, ya no quiere ser ingeniero, pretende convertirse en fotógrafo. Cámara en mano, se pasea por los andenes de la estación de tren cerrada por la tormenta en busca de esa instantánea.
A través del objetivo ve a una joven indigente que no se separa de su carrito y a una mujer, con el pelo alborotado y aspecto descuidado, que toma un café en el bar de la estación. Él aún no lo sabe, pero la joven se llama Esther, o Jessica, y es una madre que enfermó por ser madre, estancada en ese andén, como él, en su camino a Montpellier. Isabel, que así se llama la mujer del pelo alborotado, a quien acaban de desahuciar y viaja en la autocaravana que ha conseguido salvar de la quiebra, ahora aparcada por orden de la policía local, también viaja a Montpellier, para cumplir la promesa que le hizo al único hombre al que ha querido.
En un pueblo cercano a Turín, después de la Segunda Guerra Mundial, unas cuantas familias de la burguesía piamontesa luchan por salir del dominio del fascismo y cumplir el papel y las aspiraciones que les han sido asignados.
La narradora, Elsa, tiene veintisiete años y vive con sus padres. Mientras su soltería es un motivo de continua ansiedad para su madre, ella observa la asfixiante vida local: dos generaciones de vecinos y parientes con sus chismes, sueños rotos, desamores y ansias de felicidad. Extrañamente ausente de estas historias familiares, Elsa aflora de repente de entre las sombras, para revelar un rostro desconocido para todos, incluido el propio lector.