Regresa el mejor Halfon con una extraordinaria novela que bucea en su infancia en la Guatemala compleja y violenta del conflicto armado.
A finales de 1984, dos jóvenes hermanos guatemaltecos, exiliados desde hace años en Estados Unidos, vuelven a Guatemala para participar en un campamento de niños judíos en un bosque perdido de las montañas del altiplano. Poco saben de su país natal, y ya apenas hablan español. Sus padres les han insistido en que irían a pasar unos días en el campamento para aprender no sólo formas de supervivencia en la naturaleza, sino también formas de supervivencia en la naturaleza para niños judíos. Que no es lo mismo, les han dicho. Pero una mañana, los niños descubren que el campamento ha sido transformado en algo mucho más siniestro: ahora cada uno tendrá que encontrar su propia forma de sobrevivir.
En este libro, el autor regresa a un acontecimiento de su infancia en la Guatemala compleja y violenta de los años ochenta, cuyos motivos y ramificaciones sólo se empezarán a dilucidar unas décadas después, durante reencuentros fortuitos en París y en Berlín con algunos de sus enigmáticos protagonistas. Una nueva pieza de la novela en marcha que es la obra de Eduardo Halfon, uno de los proyectos literarios más relevantes del panorama actual.
Siglo XVI. Después de una existencia dedicada a conquistar nuevas tierras a golpe de espada, fuego y lágrimas, Martín del Puerto acude al monasterio de Yuste sin saber que su destino se verá ligado al del emperador Carlos V. En ese apacible rincón alejado del mundo, el monarca ha decidido retirarse tras su abdicación ahora que su fin se acerca.
Los días de gloria han quedado atrás para los dos hombres, pero cada tarde quien fuera el rey más poderoso del mundo y el viejo marinero se sientan juntos para compartir confidencias y recuerdos. Mientras el emperador languidece, los relatos del intrépido explorador lo hacen viajar a aquellas lejanas tierras que le pertenecieron y que nunca llegó a pisar. Aventuras, desdichas y retazos de una travesía extraordinaria ilustrarán cómo las expediciones a las Indias no solo unieron dos mundos, sino también dos formas de concebir la vida.
En noviembre de 2015, el narrador, un periodista de formación científica, ha acudido a París para cubrir una cumbre sobre el clima pocos días después de los atentados yihadistas. La crisis que planea en el sombrío ambiente de la ciudad parece un espejo de una crisis más íntima: la que atraviesa la relación que mantiene con su compañera, Lorenza. Y en busca de un sentido a todo lo que está viviendo, a sus miedos y a sus dudas, mientras prepara un libro sobre los efectos radiactivos de la bomba atómica se encuentra con personajes que serán más relevantes de lo que sospecha: un amigo recién separado, un climatólogo experto en nubes, una reportera en zonas de conflicto o un sacerdote que ha encontrado la felicidad donde nunca lo hubiera imaginado. Una de las cosas que casualmente descubrirá es que, en caso de una gran catástrofe mundial, Tasmania es uno de los mejores lugares donde refugiarse. Pero su crisis, decididamente, no es solo suya: es la de todos nosotros, la de nuestra vida tal como la conocemos y la del planeta.
«Tenemos que hablar», le dice Lola a su marido durante el desayuno. Él le responde que lo harán por la noche, cuando acabe su jornada en el taxi. Sandino es un hombre melancólico, que duda en regresar a casa porque teme que Lola, harta de sus infidelidades, lo deje. No está muy seguro de si desea que eso suceda, como tampoco sabe si le gusta ser taxista, si es capaz de querer a alguien o si todo consiste en seguir rodando y chocando, como una bola en una mesa de billar llamada Barcelona.
Durante siete días y sus seis noches, Sandino recorre las calles y los barrios como un muñeco roto que huye de sí mismo, un depredador que deambula sin rumbo fijo, de sitio a sitio, a criterio siempre del cliente, del tedio o de la ocasión de cauterizar la herida de la forma más carnal.
Violet Mitchell acaba de regresar a Filadelfia tras pasar una temporada en Londres. Lo último que esperaba es encontrar a sus hermanos al borde de la ruina financiera, y su hogar y su posición social en peligro. Nadie ha vuelto a saber nada de su padre desde que se marchó al Oeste en busca de fortuna en las minas de oro. Violet decide tomar las riendas y viajar a Montana para hallar respuestas.
Morgan Callahan dejó atrás el rancho de ganado de su familia para probar suerte en las minas. Parece que la ha encontrado en un yacimiento de plata pero, cuando se dispone a disfrutarla, Violet se cruza en su camino reclamando lo que, al parecer, considera suyo.
En medio de las áridas tierras de Montana y en plena fiebre del oro, cuando imperan la codicia y el peligro, y los más despiadados luchan por su lote de riqueza, Morgan y Violet no están dispuestos a ceder. Sin embargo, algo mucho más arriesgado que el oro hará que cambien de propósito.
Son solo tres palabras: "Soy no binarie". Pero esto es lo único que se necesita para voltear tu vida de cabeza. La vida de Ben De Backer ha cambiado drásticamente en cuestión de días: tiene un nuevo hogar, una nueva escuela y un trastorno de ansiedad provocado por confesarle a sus padres su verdadera identidad. Al salir del clóset ante ellos, le echan de casa y elle tiene que mudarse con Hannah, su hermana mayor a quien no ha visto en años, y con su esposo Thomas, que es maestro de Química en su nueva escuela. Ben solamente quiere pasar desapercibide y graduarse en paz, así que decide mantener oculta su verdadera identidad frente a sus compañeros, pero sus esfuerzos por ser invisible no duran mucho. Nathan Allen, un chico extrovertido y carismático, decide ayudarle a adaptarse a su nuevo entorno, y a pesar de que Ben no está muy seguro al principio, su amistad crece rápidamente. Mientras pasan más tiempo juntes, sus sentimientos evolucionan y lo que comenzó como una serie de eventos desafortunados, podría convertirse en la oportunidad perfecta para empezar una nueva vida, sin máscaras ni escondites. Trágica y divertida a la vez, Te deseo todo lo mejor es una historia que celebra la vida, la amistad y el amor. Es el ejemplo perfecto de que la esperanza triunfa ante la adversidad.