G. H. —de quien nunca conoceremos el nombre completo— es una mujer independiente, escultora aficionada y bien conectada en los círculos más influyentes de Río de Janeiro. Un día, sola en su ático, vive una experiencia extraordinaria que la enfrenta a sus propios límites. Esta vivencia le provoca náuseas de repulsión y desata un torrente de reflexiones íntimas, algunas hasta entonces desconocidas para ella misma, sobre sus emociones, temores, angustias y la esencia de su existencia. Lo que parece un suceso trivial se transforma en un catalizador que la lleva a examinar su vida desde la infancia y, finalmente, a tomar la determinación de superar sus miedos más profundos.
Pirineos, años cuarenta. Sol Mentruit debe huir de su pueblo y refugiarse entre un grupo de contrabandistas en Andorra por haber presenciado un asesinato. Una vez allí, entra en una red de evasión en la que empieza a llevar documentación sensible al consulado británico de Barcelona. En medio de sus viajes se enamora de Max Schell, un francés estrafalario e intelectual del que descubrirá que es un oficial alemán. Cuando el líder de la red, Quim Baldrich, se entera de la relación entre Sol y Max, la expulsa, pero ella decide realizar un último acto para demostrar su lealtad y llevar a un grupo de refugiados a cruzar los Pirineos de Toulouse a Barcelona para salvarlos. Diferentes historias se irán entrecruzando hasta confluir en ese momento que resultará definitivo para todos.
En algún lugar de Centroeuropa, en torno al 6.000 a.C, en plena transición al neolítico, Dira, una mujer cazadora, decide seguir su innata curiosidad y salir más allá de su poblado en busca de pruebas que demuestren aquello de lo que hablan distintas leyendas: que los mamuts están desapareciendo de la tierra. Su intención es ver el último ejemplar de esa majestuosa criatura solo comparable a una montaña en movimiento, aunque ello ponga en peligro su vida. Mongolia, siglo XXI, Khünbish, un paria aplastado por todo tipo de calamidades, es informado del negocio de los colmillos de mamut enterrados en el permafrost siberiano colindante al círculo polar ártico y decide agarrarse a esta última oportunidad para cambiar su suerte.
La parta blanda de la montaña narra el fascinante viaje sin retorno de dos personajes separados por siglos de historias y culturas, un periplo físico y espiritual que los llevará a transitar las fronteras entre lo vivo y lo inerte, entre lo que desaparece para siempre y lo que la tierra nos devuelve tras haber estado enterrado durante siglos.
Ha llegado la temporada de bodas a Nantucket, una época en la que los vestidos blancos se ven casi tan a menudo como las puestas de sol, y el enlace que unirá a las familias Otis y Winbury es el evento más esperado: los adinerados padres del novio no han escatimado en gastos para que la boda de su hijo sea lo más lujosa posible.
Sin embargo, hallan el cuerpo sin vida de una mujer en el puerto justo antes de la ceremonia y, de repente, todos los asistentes se convierten en sospechosos. Incluidos los novios.
El jefe de policía, Ed Kapenash, decide interrogar a todo el mundo y, poco a poco, los secretos van saliendo a flote. Y no tarda en quedar claro que toda boda es un campo de minas y que, por mucho que lo parezca, ninguna pareja es perfecta.
En 1920, el barrio de Asakusa representaba para Tokio lo que Montmartre había sido para París en 1890 y lo que Times Square sería para Nueva York en 1940. Un lugar que permitía el anonimato, la libertad, la deriva; un lugar donde la vida fluía por todas partes, lleno de placeres sexuales y sociales.
La pandilla deAsakusa captura el encanto decadente de ese distrito de teatros de revista, bares de jazz y burdeles, arquitectura modernista y cines destartalados. Comparada con Duhlineses de James Joyce y Berlín Alexanderplatz de Alfred Dóblin, esta novela de Yasunari Kawabata retrata la energía desbordante de Asakusa mediante la crónica, el retrato popular, las escenas callejeras y un ritmo cinematográfico.
Diferente de su obra posterior, se pueden reconocer, sin embargo, ciertos motivos propios: el erotismo, la venganza amorosa, el influjo envenenado de Occidente. Testimonio impar del choque de las tradiciones milenarias de Japón con el florecimiento de la ciudad moderna. La pandilla deAsakusa confirma el carácter universal de uno de los artistas más eminentes del siglo XX.
Joy tiene 34 años, 20 en el cuerpo y 100 en la cabeza. Trabaja en una agencia de publicidad que conecta a influencers con grandes marcas. Es un mundo centrado en la imagen y el lujo en el que se espera de ella que sea brillante pero Joy siente que no tiene ningún talento, que no está a la altura, y para compensar ese sentimiento que la acompleja se pone mucha presión. Ha perdido la alegría de vivir. Ella, que de niña era una explosión de felicidad y que su padre había bautizado como «su palomita», se encuentra al borde de la implosión y ha desarrollado un síndrome digital que le proporciona la falsa ilusión de tenerlo todo bajo control. Cuando su jefe le encarga la delicada tarea de organizar un evento especial para celebrar el décimo aniversario de la agencia, Joy busca la colaboración de Benjamin y su equipo y ese encuentro providencial pondrá patas arriba su vida. Poco a poco recuperará la seguridad en sí misma y la melancolía se alejará. Pero atención, porque cuando una palomita explota, hace ruido, mucho ruido...