La mítica expedición a las fuentes del Nilo en la Roma imperial de Nerón.
Numidia, año 62 d.C. El centurión veterano de guerra Furio Voreno encabeza la escolta de una caravana en cuyos carros viajan animales salvajes y seres humanos capturados para luchar en las arenas de la Roma imperial. Entre los cautivos hay una joven llamada Varea. Es orgullosa y salvaje como un felino, puede comunicarse con los animales y Voreno la observa, fascinado.
Los retratos de la joven que el pintor de paisajes ha realizado durante el viaje despiertan el interés del emperador por Varea, que al ser rechazado por la chica la envía a la arena. Mientras tanto, Roma se prepara para una de las mayores expediciones de su historia: el emperador Nerón, a sugerencia de su consejero el filósofo Séneca, planea remontar el Nilo en busca de sus fuentes. Será un viaje más allá de los límites del mundo conocido, una gran maniobra militar que extenderá los dominios del imperio. Voreno y Varea participarán en ella.
1845. André de Castronavea regresa, doctorado en Leyes, al pazo gallego que lo vio nacer. El reencuentro con su familia le produce una felicidad inmensa, pero su mayor anhelo es ver a Iria, la hermanastra de su padre, poco mayor que él. Ya en su cuarto, André la ve aparecer y ella, llevada por la emoción, le besa inesperadamente. Ese beso desatará los sentimientos enjaulados, y, mientras la relación imposible entre ellos se desborda, André descubrirá que no todo es alegría en el pazo: don Isidro Ordas, un empresario de Ponferrada, ha abierto minas en las tierras de los Castronavea. Así, la lucha por el control de la tierra, los amores y envidias de sus hermanos, el legado de su implacable abuelo Dositeu y el enfrentamiento inevitable con los Ordas se entrelazan en un huracán que exigirá sangre, arrojo y una lucha encarnizada por prevalecer.
Fernando J. Múñez nos habla de cómo los lazos familiares pueden ser condena o bendición y nos sumerge en las traiciones más dolorosas, en los amores más desgarrados y en los sacrificios que se hacen sin importar las consecuencias, todo ello en torno a un tema universal: la familia.
Cuando el corazón de la tierra late es imposible no escucharlo.
ANTES SE SECARÁ LA TIERRA
Puerto Rico, 2017. Apenas una semana después de restablecida la electricidad, las noticias alertan de la llegada de un segundo huracán, más potente que el anterior. Propensos a la inexactitud y la exageración, los reportes meteorológicos esta vez parecen ser reales. Han pasado muchos años desde que un huracán con un potencial tan destructivo azotó la Isla. Si Irma la había dejado una semana sin luz, ¿qué podrá esperarse ahora de María?… En Antes que llegue la luz, Mayra Santos-Febres evoca aquellos momentos que, como los huracanes, llegan con sus vientos de incertidumbre para partir la vida en dos y revelar nuestra condición vulnerable; momentos en que, a su vez, aflora la capacidad para reinventarse como último recurso para sobrevivir.
Una mujer se muda a Lisboa con su familia, y en el vuelo que los lleva a la ciudad donde van a vivir un año, se da cuenta de que ha olvidado una foto: la del caballo que montaba cuando era niña. Lo que en principio parece un descuido intrascendente, provoca en ella la inquietud de que en realidad se ha dejado algo más. En una ciudad que intenta reconocerse a sí misma entre turistas y andamios, con un portátil al que le falta una tecla y una mesa de Ikea, la protagonista recupera los recuerdos que esa fotografía le ha despertado.
¿Qué estarías dispuesta a hacer por conquistar al amor de tu vida?
Desde que cumplí doce años, mi vida ha sido el sueño de muchas niñas: salir de un barrio obrero y lograr la fama, con una cara bonita como único patrimonio.
En mi caso, fui tan ingenua que no quise ver el lado negativo. Solo tenía un objetivo en mente: convertirme en una modelo de fama mundial.
Mi rutina se resumía en posar para sesiones interminables, desfilar y, pese al cansancio, acudir a fiestas en las que permitía que desconocidos me halagasen. Y yo, creyéndome la reina, no daba importancia a ciertos comportamientos: si me tocaban más de la cuenta o me invitaban a cenas privadas, no veía el peligro.
¿Qué cambiarías si pudieras regresar al pasado?
Y ¿a quién querrías ver, aunque fuera por última vez?
Un rumor circula por Tokio... Oculta en uno de sus callejones hay una pequeña cafetería que merece la pena visitar no solo por su excelente café, sino también porque, si eliges bien la silla donde sentarte, puedes regresar al pasado. Pero como incluso lo increíble está sujeto a limitaciones, no podrás salir de la cafetería mientras dure el viaje, volverás cuando el café se enfríe y, hagas lo que hagas, el presente no cambiará.
A través de las emocionantes historias de cuatro clientes que se atreven a embarcarse en esta aventura por motivos diferentes, Antes de que se enfríe el café nos ofrece un relato atemporal sobre el amor, las oportunidades perdidas y la esperanza de un futuro que siempre está por llegar.