A los veintidós años, Elizabeth Gilbert hacía todo lo que podía para evitar un trabajo a jornada completa. Trabajaba en ranchos en Wyoming, montaba a caballo como si fuera una vaquera y se enamoró de los cowboys que constituían el último vestigio de la frontera estadounidense que ella echaba tanto de menos. Y entonces conoció a Eustace Conway.
Eustace Conway no se parecía a ningún otro hombre. En 1977, con diecisiete años, abandonó su hogar para trasladarse a los montes Apalaches. Durante más de dos décadas vivió allí, haciendo fuego con palos, vistiendo pieles de animales y construyendo, cultivando y cazando todo lo que necesitaba para subsistir.
Elizabeth Gilbert, deslumbrada por sus relatos y aventuras, se decidió a reconstruir su vida: la historia del hombre que recorrió el Mississippi en una canoa de madera hecha a mano, que caminó los más de tres mil kilómetros del Sendero de los Apalaches, y que cruzó los Alpes alemanes en zapatillas deportivas.
La obra poética de Mahmud Darwish es un canto épico a la resistencia, la nostalgia del exilio y la esperanza de la liberación palestina, entretejido con algo tan aparentemente sencillo y natural como es el amor a la vida y el goce del placer.
Un rey anciano, ávido lector, casi ciego, envía a dos de sus súbditos a dar la vuelta al mundo en busca de historias extrañas y maravillosas. Los dos hombres emprenden el viaje y a su regreso, a lo largo de trece noches, cada uno le cuenta al rey sobre los libros que ha encontrado: está el libro que nadie puede leer porque va demasiado rápido, el libro que se busca por todo el país con la policía pisándole los talones, el libro abandonado en la estantería de una librería de segunda mano (feliz, a pesar de las páginas gastadas, porque ha acompañado a una persona que lo ha leído mil veces a lo largo de su vida), el libro que solo niños muy pequeños pueden leer, el diario que comparten dos niños y que contiene secretos muy dolorosos … y muchos otros más.
A través de esta obra ilustrada única, nos embarcamos en un viaje cautivador y reconfortante que nos enseña la fuerza de la palabra escrita, el poder y la importancia que tienen los libros en nuestras vidas, y las diversas maneras en las que interactuamos con ellos.
Escenas de la vida en Londres por «Boz» es la primera traducción española de los veinticinco Esbozos que Charles Dickens, bajo el pseudónimo de «Boz», dedicó al Londres de los aprendices y oficinistas, de los juzgados y los periódicos, de las crónicas parlamentarias y las cenas benéficas, de los teatros, de la feria de Greenwich y el circo Astley, de los jardines públicos y las licorerías, de los viejos coches de punto y los nuevos ómnibus. Reunidos por el propio autor en Sketches by boz, Illustrative of Every-day Life and Every-day People (1836) e ilustrados con los magníficos grabados de George Cruikshank, los Esbozos son la obra menos conocida de Dickens que, no obstante, permite entender el modo en que el reportero comienza a convertirse en un autor literario que ya da muestras de su capacidad para representar la vida corriente sin perder detalle a través de un ingenioso narrador que divertirá y emocionará al lector con su ironía y sentimiento.
Escenas de una infancia reúne, por primera vez en lengua española, una selección de la mejor prosa breve del Premio Nobel de Literatura. De los relatos aquí contenidos, algunos se adentran libremente en el terreno de lo autobiográfico, como las extraordinarias estampas de "Escenas de una infancia" o "El pelo de Line": evocan primeras veces, amistades, perdidas, el descubrimiento del deseo, instantes de felicidad y fracasos más o menos estrepitosos. Y entre estos relatos se intercalan joyas de otro tenor, como su primer texto publicado, "Él", o la inquietante y onírica novella "Y ya puede venir el perro", en la que una disputa entre vecinos desencadena un espiral de tensión y violencia que avanza hacia un clímax inapelable.
Julio Verne, maestro indiscutible de la literatura de aventuras y ciencia ficción, nos presenta una obra que sigue enamorando a generaciones enteras con su narrativa ágil y su capacidad única para mezclar realidad y fantasía. La trama nos introduce a William Kolderup, un millonario excéntrico cuyo sobrino, Godfrey Morgan, decide enrolarse en una expedición que cambiará su vida para siempre. La desafortunada mala suerte le hará naufragar en una isla desierta, donde deberá aprender a sobrevivir (junto a su inseparable Tartelett), adaptándose a las adversidades y descubriendo la verdadera esencia del ser humano cuando se enfrenta a la naturaleza en su estado más puro.
Una novela que nos recuerda que, aunque el mundo moderno avance a pasos agigantados, la esencia de la aventura y el deseo de conquistar lo desconocido siguen siendo una parte intrínseca de la humanidad. En definitiva, una lectura inolvidable que te llevará a través de océanos y selvas, demostrando que el verdadero viaje es el que emprendemos hacia el interior de nosotros mismos.
Una maestra llega a la escuelita y varias vidas cambian. La de esa decena de chicos siempre con ganas de galletitas y gaseosa, que van del garabato a la letra, de los botones de colores a las cuentas matemáticas, de los piedrazos a la poesía. La de Dylan, que un día se asoma desafiante desde el techo. Y la de ella misma, que apenas recibida ha migrado desde un pueblo del interior y completa su salario como moza. De lejos, la Ciudad parece un castillo. De cerca, es una fortaleza inexpugnable. En ese ida y vuelta, clase a clase la Seño va transformándose. Los chicos crecen, las adolescentes se convierten en madres y Dylan, que rescató a un cachorro de morir ahogado y dio de comer en el pico a un pichoncito, busca sosiego a su profundo dolor de niño que ha caído de su propio nido.
Con humor, ternura y una prosa delicadísima, Marie Gouiric nos conmueve desde la primera a la última página y hace que nos preguntemos quién aprende y quién enseña una vez que alguien se entrega de corazón a los demás.
Cuando la oscuridad es parte de nosotros, huir es un sueño vano. Una partitura maldita lleva a la enajenación a un joven obsesionado con un dotado intérprete. Un crucifijo de poderes desconocidos enferma a turistas y peregrinos, hasta el punto de convertir sus milagros en demoníacos. Un juego, en apariencia inocente, revela espectros abrumadores, presencias que no han llegado a cumplir su misión en la Tierra.
En esta selección, Vernon Lee se insinúa entre el crepúsculo de las almas, en un juego de esperas y ambigüedades que empuja a sus protagonistas al borde de la locura. Cuatro siniestros relatos para sumergirse en el abismo del Yo. Y perderse entre las ruinas del inconsciente.
EL SEGUNDO ACTO DE LA GRAN SAGA APOCALÍPTICA DE JONATHAN HICKMAN Muerte sigue buscando a Babilonia mientras los otros tres jinetes del apocalipsis van tras él. Todo ello en una Norteamérica dividida en la que las conspiraciones se multiplican.
Todo lo que Annis sabe lo aprendió de su madre: a luchar, a ser fuerte, a crecer en un mundo sumido en la oscuridad. También fue ella quien le contó que su abuela era una guerrera africana que llegó a América como esclava y que el hombre blanco al que ambas llaman «amo» fue quien la engendró: el mismo amo cruel que vendió a su madre a unos hombres del sur.
A Annis le aguarda ahora idéntico destino. Encadenada a una hilera de hombres y mujeres, recorre a pie los hermosos e implacables paisajes del sur de Estados Unidos: desde los campos de arroz de las Carolinas hasta una imponente plantación de azúcar en Luisiana, pasando por los mercados de esclavos de Nueva Orleans. Durante este viaje inhumano, la joven conocerá un mundo repleto de mitos y de espíritus, unos decididos a protegerla y otros dispuestos a traicionarla.