Una poesía de subrayada modernidad que se reencuentra con sus fuentes, una escritura casi abstracta que se vuelve materia pura en nuestras manos, ante nuestros ojos.
Una mujer que deja de cuidar a sus padres enfermos para fotografiar ardillas en el parque, un joven que asegura a su hermano que le ha vengado de la paliza que le dieron, un padre que sale a comprar un gran peluche de segunda mano y se encuentra con una historia inesperada, un hombre caído al que no pueden ayudar los transeúntes... Los cuentos del nuevo libro de Aramburu van de la emoción al terror, del absurdo a la sorpresa y el humor, de la angustia a la más inquietante normalidad, y todas son inolvidables. El nuevo libro de Fernando Aramburu es una lúcida inmersión en la naturaleza humana: desde la soledad de quienes no son comprendidos hasta el comportamiento con nuestros vecinos caídos en desgracia, desde las interioridades de las parejas a rivalidades de por vida, las envidas o los sentimientos más inconfesables.
Berlín, 6 de mayo de 1945. La capital del Tercer Reich ha caído en manos del ejército soviético, pero Adolf Hitler, vivo o muerto, sigue en paradero desconocido. Hallarlo será una tarea para los dos grandes servicios especiales de Stalin: la policía política y el servicio de contraespionaje. La carrera contrarreloj entre estas dos agencias revelará el destino de Hitler, pero también las tensiones subyacentes en el régimen soviético. Jean-Christophe Brisard se ha dedicado a bucear en los archivos moscovitas para sacar a la luz la rocambolesca historia de los restos mortales de Hitler, una intriga al borde de lo increíble dibujada con mano maestra por Alberto Pagliaro.
Una joven regresa de Nueva York al Kentucky de su infancia y descubre un mundo de contradicciones en su interior. La vida en Nueva York, escenario o telón de fondo de la mayoría de estas historias, se describe de manera sorprendente y memorable en la prosa mordaz de Hardwick. Elizabeth Hardwick, célebre novelista y ensayista, fue una de las grandes mujeres de letras de la posguerra de Estados Unidos. Sin embargo, hasta ahora, su pequeño pero notable logro como escritora de cuentos ha permanecido en gran parte oculto, escondido en las páginas de publicaciones periódicas como Partisan Review, The New Yorker y The New York Review of Books. Esta primera colección de relatos de Hardwick revela su brillantez como observadora de la vida contemporánea.
Dice Borges que las páginas de este libro son el irresponsable juego de un tímido que no se animó a escribir cuentos y que se distrajo en falsear y tergiversar historias ajenas. Historias de infames: ladrones, rufianes, piratas, traidores. Aquí están, entre otros, el atroz Lazarus Morell, redentor de esclavos; el impostor Tom Castro, hijo apócrifo y tolerante; la aguerrida viuda Ching, hábil en el saqueo en altamar, y el incivil maestro de ceremonias Kotsuké no Suké, aciago funcionario. Les siguen «Hombre de la esquina rosada», uno de sus relatos más celebrados, y «Etcétera», un testimonio de sus incontables lecturas: «A veces creo que los buenos lectores son cisnes aun más tenebrosos y singulares que los buenos autores».
La tierra que habitamos es un error, una incompetente parodia. Los espejos y la paternidad son abominables, porque la multiplican y afirman.
Novela histórica que se desarrolla en Londres y París antes y durante la Revolución Francesa, una poderosa reflexión sobre la sociedad, la política y la condición humana, es una de las obras más famosas de Dickens.
Entre los años 1850 a 1859, Dickens llevó adelante un proyecto periodístico llamado Household Words, donde aparecian semanalmente artículos literarios, poesías y otros escritos de temas de interés. Este proyecto se continuó con All The Year Round, cuya circulación abarcó los años que van desde 1859 a 1888. En esta etapa, y serializados dentro de estas publicaciones, aparecieron los siguientes títulos: La historia de Inglaterra contada a un niño (1851-1853), Tiempos difíciles (1854), e Historia de dos ciudades (1859) novela histórica que se desarrolla en Londres y París antes y duránte la Revolución francesa, una poderosa reflexión sobre la sociedad, la política y la condición humana, es una de las obras más famosas de Dickens.
CHARLES DICKENS nació en Landport (Portsmouth) en 1812. Inicia su carrera de escritor publicando por entregas una serie de Esbozos, y con Los papeles póstumos del club Pickwick obtiene fama y dinero. Oliver Twist le sitúa en la cima de los autores de su tiempo. David Copperfield le convierte en el novelista más leído y conocido del gran público, y Almacén de antiguedades levanta oleadas de sentimentalismo y compasión ante las desventuras de una pobre huérfana. La pequeña Dorrit e Historia de dos ciudades, acabaron por consolidar su renombre. Dickens murió en Gad's Hill (Rochester) en 1870.
Un libro profundamente celebrador. Un canto a los seres tocados por la gracia, capaces de transfigurar la realidad más sencilla en la más sublime.
En Fernando Plata tenemos a un joven poeta cuyo apellido ya indica cierta voluntad alquímica, pues concibe la poesía como transfiguración del sujeto o el objeto, pero desde la pura vigilancia de la conciencia. Y lo que más le importa es reflejar el encanto de la vida y del mundo, en poemas llenos de fuerza y con una dicción hímnica y de fe en esas criaturas del mundo órfico, los altos a los cuales dirige sus himnos. Dotado de profunda imaginación, escribe una poesía visionaria, sometiendo a sus imágenes a una idea rectora, de tal modo que el sentido preside la expresión. Sus ideas de orden proceden de Wallace Stevens, poeta de la imagen no surrealista, pero sí fantasiosa y plena. A Stevens y a Jorge Guillén los celebra como maestros, y su odisea mística está atravesada por el amor y la necesidad de la música. Como señala su prologuista y mentor, José Luis Rey, «Fernando Plata escribe una honda poesía espiritual y nos la entrega como quien ha seguido de cerca al sol hasta la caída de Faetón, para volver a alzarse en brazos de los altos, los seres mágicos y órficos en los cuales la poesía se ha cumplido en plenitud. Y esa plenitud es garantía de salvación. En este primer libro, un libro de himnos para el siglo XXI, el muchacho vigía de la Costa da Morte, con una poesía situada en el límite entre canto y eternidad, ambiciosa y a la vez humilde, nos regala una verdadera aventura del espíritu».
De las exiguas referencias biográficas que nos han llegado sobre Calímaco (nacido en Cirene, Libia) entre el 320 y el 305 a.C., el hecho más significativo es, sin duda, su establecimiento en la Alejandría Ptolemaica en torno al 285 a.C, donde no tardó en ocupar un cargo de importancia en la famosa biblioteca de Alejandría La vida y la obra poética de Calímaco están íntimamente unidas a la ciudad de Alejandría. Estamos frente a un poeta urbano que desarrolló toda su ingente actividad como poeta de la corte, en medio de la biblioteca y los gramáticos del Museo. La influencia de Calímaco como teórico literario y poeta fue extraordinaria en el periodo latino y medieval hasta comienzos del siglo XIII. Son numerosos los poetas romanos que vieron en el alejandrino un modelo de perfección poética: Ennio y otros "poetae novi" como Catulo, Propercio, Tibulo y Ovidio admiraron e imitaron al poeta docto por excelencia.
Hillbilly, una elegía rural es un relato apasionado y apasionante de una clase social en decadencia, la de la clase trabajadora blanca en Estados Unidos. Los hillbillies, término peyorativo que hace referencia a los habitantes de la cordillera de los Apalaches, forman parte de este grupo social cada vez más empobrecido y radicalizado del país. J.D. Vance cuenta la historia de unos habitantes que se han ido degradando lentamente durante más de cuarenta años y cuyo declive ejemplifica a la perfección su disfuncional familia. De la mano de su violenta abuela, de su madre drogadicta o de su ausente padre, Vance retrata los anhelos, las luchas y conflictos, los valores y la incansable búsqueda de culpables a quienes responsabilizar de su desdicha, de una comunidad olvidada durante años por el sistema y ahora, tras la victoria de Donald Trump, convertida en centro de atención. El resentimiento, la falta de ambición y una combinación letal de victimismo y pesimismo junto a una devoción por el país, una fervorosa fe en Dios y un desaforado sentido del honor han hecho que los hillbillies posean una tendencia a la violencia física y verbal, al alcoholismo y las drogas, se conformen con vivir de los subsidios del Gobierno y sean despreciados por sus compatriotas de ambas costas del país. Su respuesta a todo ello es conocida: han encumbrado a Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.