«—Ay, padre querido —exclamó María al fin—, ¿a quién le pertenece ese encantador hombrecito que está junto al árbol? —Ese caballero estará al servicio de todos ustedes, querida hija. Con sus dientes es capaz de romper las nueces más rígidas.
Aquel sofisticado hombrecito pertenecía a la familia de los Cascanueces y ejercía la misma profesión de sus ancestros.
—Puesto que el amigo Cascanueces ha elegido ser tu favorito, lo dejaré bajo tu custodia y cuidado.
De inmediato, María lo tomó entre sus brazos».
En enero de 1909, una estafa realizada por un tal Henri Lemoine contra la compañía De Beers dedicada a la explotación de minas de diamantes acabó adquiriendo notoriedad mundial.
Marcel Proust, cuyo estilo ya se estaba perfilando en los primeros esbozos de la Busca del tiempo perdido, tomó este caso para describirlo a la manera de Balzac, Flaubert, Renan, Michelet o Saint-Simon, recurriendo, con ello, “a plena conciencia, a la parodia”, con la idea de evitar “malgastar el resto de nuestras vidas escribiendo parodias involuntarias”, o leyéndolas.
Obra monumental donde las haya, El conde de Montecristo es la cumbre narrativa de Alexandre Dumas, así como el ejemplo mejor logrado del folletín literario gracias a una compleja trama llena de giros argumentales siempre sorprendentes.
Carismático y camaleónico, Edmond Dantès simboliza como nadie los cambios que vivió Francia durante la primera mitad del siglo XIX. Su descenso a los infiernos y su posterior resurgimiento nos deparan la historia definitiva sobre la sed de venganza y justicia. Pero este clásico atemporal va mucho más allá. En sus páginas vemos un poderoso canto a la lealtad y a la perseverancia, el retrato de un proceso irrepetible de aprendizaje y de superación personal, a la par que una de las novelas más influyentes en la cultura popular contemporánea.
El volumen 5 de la BCRAE presenta la obra más conocida de Don Juan Manuel, El conde Lucanor (1335), colección de cincuenta ejemplos, tres colecciones de proverbios progresivamente más complejos y un tratado de doctrina cristiana.
La unidad de esta obra se debe, por un lado, a su propósito didáctico, de educación de los nobles de su tiempo, y por otro a la constante presencia de dos interlocutores, el conde Lucanor y su ayo Patronio, quien aconseja, a través de los distintos procedimientos didácticos a su disposición, el saber teórico y práctico que necesitaba reunir un aristócrata de su tiempo, y con él cualquier lector u oyente del libro.
Charles Marlow es enviado desde Londres al Congo en busca del responsable de una explotación de márfil, Kurtz, del que hace tiempo no se tiene noticia. Durante esa aventura, que le lleva a adentraser río Congo arriba, Marlow descubrirá la dureza de la oscuridad de una sociedad colonial brutal y miserable impuesta por los europeos en el corazón de África. Conrad traslada a este libro el viaje que realizara como capitán de un mercante, cuando Leopoldo II de Bélgica era propietario del Congo, que le adentró en las tinieblas y le hizo abandonar la vida de marino y la esperanza en la condición humana.
Edición limitada en tapa dura de este clásico de la literatura moderna, en el centenario de la muerte de Joseph Conrad.
El corazón de las tinieblas narra el viaje que Marlow hace a traves del río Congo en busca de Kurtz, el jefe de una explotación de marfil que al parecer ha cruzado la línea de sombra que separa el bien del mal y que se ha entregado con placer a las más terribles atrocidades. Reflejo de las desastrosas consecuencias del imperialismo y de las posibilidades del mal, la novela se ha leído a veces como un texto casi profetico de los horrores del siglo XX. Esta edición cuenta con la impecable y reciente versión de Miguel Temprano García, uno de los grandes traductores españoles de la actualidad.