Salambó es una novela histórica de gran importancia para las letras universales por tratarse de un texto escrito a partir de una minuciosa investigación por parte de Flaubert. El relato se ubica en el siglo III en la llamada Guerra de los Mercenarios (en Cartago tras la primera Guerra Púnica) e incluye, para deleite de sus lectores, personajes como Salambó y Matho que son llevados por amores, traiciones, pérdidas, vacíos y los dolores propios de una historia cruel y violenta.
Carlos Palacio (Pala) es filólogo hispanista, médico y cantautor. Nueve álbumes musicales de estudio y cinco poemarios dan cuenta de su dedicación, por más de veinte años, al cultivo de la palabra escrita y cantada. Ha recibido, entre otros reconocimientos, el Premio Nacional de Música del Ministerio de Cultura de Colombia, el Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández, el Premio de Poesía Alcaldía de Medellín, la Orden al Mérito Artístico Don Juan del Corral del Concejo de Medellín y, con este poemario, el Premio Internacional de Poesía Antonio Machado en Baeza.
En los niños no ven féretros, ganador por unanimidad del Premio de Poesia Hiperión en su XXXVII, convocatoria, el autor, tras las postrimerías de la adolescencia, vuelve la vista atrás para evocar, con cuidada y siempre bien resuelta variedad formal, esa primera vida de la infancia, las primeras experiencias amorosas, la amistad, los primeros tanteos poéticos y el protector regazo familiar. Evocaciones y reflexiones que llenan de contenido unos poemas de línea clara y tono elegíaco, propios de una naciente conciencia de la caducidad.
En abril de 1657, tras ser encarcelado en varias ocasiones y merecer castigos cada vez más severos por parte del tribunal de la Inquisición, el fraile Diego La Matina pasó de la exasperación a la locura hasta, finalmente, asesinar al inquisidor del reino de Sicilia, Juan López de Cisneros. Sin embargo, el caso del hereje La Matina, envuelto en la oscuridad, distorsionado por la leyenda, nunca llegó a esclarecerse, pues jamás se supo el «pecado» por el que fray Diego fue condenado en sus inicios. Vivamente interesado por este caso, y «porque la Inquisición está lejos de haber dejado de existir en el mundo», Leonardo Sciascia examinó los documentos de la época para averiguar cuál fue la herejía de fray Diego. Tal vez, se plantea Sciascia, fray Diego fue un hombre avanzado a su tiempo, con una visión poco ortodoxa del Evangelio y que murió víctima de los efectos no deseados de la represión del Santo Oficio, que «lograba hacer de un hombre religioso un hombre absolutamente irreligioso, radicalmente ateo».
Adivina quién soy es una divertida comedia erótica en la que las sonrisas brotarán a raudales de tu boca y donde tú misma te sentirás en la piel de la protagonista.
Yanira trabaja de cantante en un hotel de Tenerife. Está soltera y vive rodeada de su familia. Su vida es plácida y en cierto modo acomodada. Pero a Yanira le gusta experimentar cosas nuevas, y decide adentrarse en el mundo de los intercambios de pareja. En uno de los bares que frecuenta conoce a un italiano que le enseñará que el sexo va mucho más allá de lo que ella conocía hasta el momento. Un año más tarde se traslada a Barcelona y comienza a trabajar de camarera en un crucero de vacaciones llamado Espíritu Libre. En el barco también está Dylan, un atractivo empleado de la sección de mantenimiento que apenas le hace caso, a pesar de las continuas sonrisas de Yanira. Lo que ella no sabe es que la observa más de lo que cree, y aunque los malentendidos que surgen entre ellos le hacen pensar lo contrario, la atracción que sienten les hará encontrarse y compartir un sinfín de juegos morbosos, divertidos y sensuales.
Un regalo delicioso para los amantes de los libros y los gatos, por la autora de La elegancia del erizo.
La escritora... ¡qué ser tan misterioso! Sin embargo, si preguntáramos a sus gatos la entenderíamos mucho mejor. A través de las voces de sus aliados gatunos, Muriel Barbery revela el backstage de la creación literaria: cada uno de sus cuatro cartujos tiene su propio carácter pero todos han extendido el amor hacia su dueña hasta el punto de aprender a leer convirtiéndose, en la sombra, en sus asesores literarios.
Un delicioso y delicado relato que rinde homenaje a la poesía de la vida cotidiana, a la filosofía japonesa y al ingenio y el humor mordaz de los gatos, acompañado de las refinadas ilustraciones de Maria Guitart.