La banalización de las artes y la literatura, el triunfo del periodismo amarillista y la frivolidad de la política son síntomas de un mal mayor que aqueja a la sociedad contemporánea: la idea temeraria de convertir en bien supremo nuestra natural propensión a divertirnos. En el pasado, la cultura fue una especie de conciencia que impedía dar la espalda a la realidad. Ahora, actúa como mecanismo de distracción y entretenimiento. La figura del intelectual, que estructuró todo el siglo XX, hoy ha desaparecido del debate público. Aunque algunos firmen manifiestos o participen en polémicas, lo cierto es que su repercusión en la sociedad es mínima. Conscientes de esta situación, muchos han optado por el discreto silencio. Como buen espíritu incómodo, Vargas Llosa nos entrega una durísima radiografía de nuestro tiempo y nuestra cultura.
Una pequeña alfarería, regentada por una familia que comprende que ha dejado de serle necesaria al mundo, frente a un centro comercial gigantesco. Un mundo en rápido proceso de extinción, otro que crece y se multiplica como un juego de espejos donde no parece haber límites para la ilusión engañosa. Así, La caverna habla de un modo de vivir que cada vez es menos nuestro: todos los días se extinguen especies, hay oficios que se tornan inútiles, idiomas que dejan de tener hablantes, tradiciones que pierden sentido, sentimientos que se convierten en sus contrarios. Saramago despliega su visión del mundo actual a la vez que nos alerta: no cambiaremos de vida si no cambiamos la vida.
Durante las elecciones municipales de una ciudad sin nombre, la mayoría de sus habitantes decide individualmente ejercer su derecho al voto de una manera inesperada. El gobierno teme que ese gesto, capazde socavar los cimientos de una democracia degenerada, sea producto de una conjuta anarquista internacional o de grupos extremistas desconocidos. Las clocacas del poder se ponen en marcha: los culpables tiene que ser eliminados. Y si no se hallan, se inventan. Con esta obra Saramago lanza una llamada de alerta: «Puede suceder que un día tengamos que preguntarnos quién ha firmado esto por mí». Ese día podría ser hoy.
Una apasionante historia de ideales y amor que muestra un magnífico retrato de la sociedad medieval del siglo XII.
Ducado de Alta Lorena, 1187. Tras la muerte de su padre, el joven mercader de sal Michel de Fleury se hace cargo de los negocios familiares. Son tiempos difíciles para los comerciantes, ya que la avaricia del clero y el despotismo de la nobleza gravan con abusivos impuestos a los mercaderes y sumen al pueblo en la miseria.
Es entonces cuando el carismático Michel decide desafiar a los poderosos para cambiar las opresivas leyes del comercio y abanderar las ansias de libertad de un pueblo. Sus medidas, revolucionarias para la época, lo envuelven en una mezquina lucha de poderes. Así que, cuando propone construir un puente alternativo para evitar las tasas de los señores feudales, sus enemigos harán todo lo posible por derrotarlo, hasta el punto que verá peligrar su vida y la de la mujer a la que ama...
Con la publicación de El pozo en 1939, Juan Carlos Onetti imprimía las primeras huellas de una trayectoria extraordinaria al tiempo que la literatura hispanoamericana abría sus puertas a una voz irrepetible. Este primer volumen de novelas breves abarca un período de veintidós años a lo largo de los cuales el autor uruguayo consolidó e hizo inconfundible un estilo perpetrado en obras como las que aquí se reúnen: Los adioses (1954), Para una tumba sin nombre (1959), La cara de la desgracia (1960) y Jacob y el otro (1961), además de su ya mentado debut narrativo. Sus páginas son el fruto amargo de la turbia pero hiriente mirada de unos ojos enfrentados al rostro mismo de la existencia y la condición humana.
El amor turbulento de Oliveira y La Maga, los amigos del Club de la Serpiente, las caminatas por París en busca del cielo y el infierno tienen su reverso en la aventura simétrica de Oliveira, Talita y Traveler en un Buenos Aires teñido por el recuerdo. Asentada sobre esta base, la aparición de Rayuela en 1963 fue una verdadera revolución dentro de la novelística en lengua española: por primera vez, un escritor llevaba hasta las últimas consecuencias la voluntad de transgredir el orden tradicional de una historia y el lenguaje para contarla. El resultado es este libro único, abierto a múltiples lecturas, lleno de humor, de riesgo y de una originalidad sin precedentes.