¿SON LOS SUEÑOS ALAS O RAÍCES?
El sueño de Kelly era escribir, y lo alcanzó con 16 años al publicar su primera novela, Nuestro Big Bang.
El sueño de Graham tenía que ver con el hielo en todas sus formas, y llegó de la mano del hockey al estrenarse como jugador estrella del Boston Bruins antes de acabar el instituto.
Pero Kelly entra en bucle en su escritura y no consigue dar con la idea para su próxima novela. Y Graham se lesiona en un partido y queda a la espera de una operación crucial que decidirá el futuro de su carrera.
Un callejón sin salida para los dos que se abre cuando Kelly, que necesita el dinero, acepta la propuesta de escribir la biografía de Graham Scott. Graham acepta conocerla y piensa que será la primera y última vez que vea a la rubia de ojos grandes, porque no tiene ninguna intención de que ni ella ni nadie escriba su puñetera biografía. No está acabado.
Aunque ambos creen saber quién es el otro, entre entrevistas, paseos por el TD Garden, partidos de hockey sobre hielo, bordados de colores, libros y tatuajes ridículos descubren que son mucho más que la escritora en crisis y el irritante deportista de élite lesionado.
Kelly ya nunca verá igual a los insectos.
Graham lee maravillado la primera novela de Kelly.
Y empieza a surgir una nueva pregunta: ¿son los sueños alas o raíces?
¿Y si la historia no es como nos la han contado?
1960. Mientras Estados Unidos se prepara para saber si su próximo presidente será Richard Nixon o John F. Kennedy, el veterano de guerra Tom Jefferson se dedica a algo que sabe hacer bien: matar por encargo. Existen otros como él, pero Jefferson posee dos cualidades que lo distinguen del resto: está casado con una mujer que aprueba su manera de ganarse la vida y es el mejor en lo suyo. Por eso, el crimen organizado y la CIA piensan que es la persona ideal para cometer un magnicidio, el de Fidel Castro. Tanto el gobierno como la mafia quieren recuperar la influencia en la isla caribeña que la Revolución cubana les ha arrebatado. Sin embargo, un fatal descubrimiento de Jefferson lo cambia todo. Castro deja de ser el objetivo para pasar a ser alguien aún más importante.
La bella Marguerite desaparece repentinamente de su pequeño pueblo en el norte del estado de Nueva York,pero las causas no están del todo claras. ¿Hubo alguien más involucrado? ¿O simplemente aprovechó la oportunidad para dejar atrás su angustiosa vida? Veinte años despues, su hermana menor, Gigi, reconstruye las pistas de lo acontecido aquellos días y de la investigación posterior. Poco a poco, las revelaciones sobre las dos hermanas se vuelven claras, y se desvela que su perfecta vida hogareña no era tan placentera como parecía. Y sutilmente, con la maestría de Joyce Carol Oates para el suspense, comenzamos a vislumbrar lo acaecido.
La determinación de una niña de doce años por llegar al fondo del crimen que se llevó a su hermano cuando ella era solo un bebé.
La novela que demostró que Donna Tartt tenía mucho más que decir.
Desde siempre, los Cleve han tenido la sana costumbre de rememorar juntos la historia familiar. Todos hablan de todo, pero nadie se atreve a recordar aquella tarde de verano en que el pequeño Robin apareció ahorcado en un árbol del patio trasero de la casa. La sorpresa y el dolor trastornaron a la señora Cleve, que desde entonces deambula como un fantasma por las habitaciones sucias mientras el padre cura sus males en brazos de otras mujeres y la abuela saca fuerzas de flaqueza para dominar tanta locura.
Harriet, la hermana menor de Robin, era un bebé cuando tuvo lugar la desgracia, y ahora es una niña de doce años con las rodillas llenas de rasguños y el ánimo peleón de quien acaba de estrenarse en la vida. Solo ella parece preocuparse por averiguar el nombre del asesino, pero ¿será capaz de resolver un caso que la policía ya tenía archivado?
Muy lejos de la sensiblería y muy cerca de la gran literatura, Donna Tartt nos devuelve al tiempo de nuestra infancia con Un juego de niños, una novela tan hermosa como esas largas tardes de verano en que da lástima crecer.
El mundo de Mistborn llega a la segunda era.
Han transcurrido trescientos años desde los acontecimientos de la Trilogía Original Mistborn. Kelsier y Vin han pasado a formar parte de la historia y la mitología, y el mundo de Scadrial se halla a las puertas de la modernidad.
Sin embargo, en las tierras fronterizas conocidas como los Áridos, las antiguas magias todavía son una herramienta crucial para quienes defienden el orden y la justicia.
Uno de esos vigilantes de la ley, Waxillium Ladrian, deberá regresar a la capital para retomar sus obligaciones como líder de una casa noble. Pero pronto descubrirá que la ciudad puede ser más peligrosa que las salvajes llanuras de los Áridos.
El futuro de Scadrial pende de un hilo en la conclusión de la segunda era.
Waxillium Landra lleva años intentando dar caza a la organización conocida como el Grupo. Y cuando Marasi y Wayne encuentran un alijo de armas con destino a la ciudad exterior de Bilming, se abre ante ellos una nueva pista.
Wax descubre un explosivo capaz de desatar una destrucción sin precedentes y comprende que el Grupo ya debe de tenerlo en su poder. Por si fuera poco, un kandra inmortal le revela que Bilming ha caído bajo la influencia de un nuevo dios, Trell. Si nadie da el paso y actúa como el héroe que Scadrial necesita, el planeta y sus millones de habitantes sufrirán una repentina y calamitosa ruina.