Paul Theroux ha recorrido el mundo en busca de las historias y los pueblos que dan vida a los lugares que llaman hogar. Ahora, mientras los debates sobre inmigración hierven en todo el mundo, Theroux se ha propuesto explorar un país clave para comprender el discurso global actual: México.
Con la misma sensibilidad humanizadora que lo caracteriza, el legendario escritor de viajes recorre toda la frontera entre Estados Unidos y México, se adentra en las carreteras de Chiapas y Oaxaca, visita a los trabajadores de los molinos zapotecas en el altiplano y asiste a una reunión del partido zapatista para descubrir el mundo rico y estratificado que también hay detrás de un país convulso.
«Escribí las historias que componen este libro durante los últimos cinco años, es decir, durante los primeros cinco años de la vida de mi hijo. Y aunque las historias de un escritor se le van cruzando como peatones o gatos en el camino, llevo cinco años caminando y escribiendo mientras sostengo en mi mano la mano de un hijo que entra y sale de esas historias, y que corre a esconderse en algunas de ellas, y que a veces hasta me susurra las suyas. Un hijo que, de pronto, me obligó a escribir como padre.»
En los textos reunidos en este nuevo libro de Eduardo Halfon, la paternidad –con sus vulnerabilidades y fortalezas– es a menudo el lente a través del cual el autor revisita algunos de los temas predilectos de su universo literario. Halfon escribe sobre la infancia, el desarraigo, la muerte, la vocación de escritor o la búsqueda de la propia identidad con una economía de medios inversamente proporcional al resultado obtenido. Un libro luminoso y valiente que está entre los más personales del autor, considerado ya uno de los escritores más relevantes de la literatura latinoamericana reciente.
Un acontecimiento literario: los demoledores diarios y cuadernos de una escritora que en vida fue muy celosa de su intimidad.
Patricia Highsmith, que en vida se ganó fama de misántropa y mantuvo un aura de secretismo sobre su vida privada, al morir dejó unos diarios y cuadernos personales guardados entre la ropa en un armario. Su editora, Anna von Planta, se ha sumergido en las más de ocho mil páginas de anotaciones y ha realizado una meticulosa selección, que ahora sale por fin a la luz. Sin duda, un acontecimiento literario.
Aflora aquí la persona detrás de la escritora, con todas sus complejidades y contradicciones. La autora da rienda suelta a contundentes opiniones –no exentas de polémica–, aborda episodios cruciales de su vida y nos permite también adentrarnos en la «cocina» de su universo literario y comprobar que su más célebre creación, el sociópata Tom Ripley, es el fruto destilado de sus demonios interiores.
Estos textos recorren toda la vida de Highsmith, desde su época de estudiante hasta sus últimos años en Suiza, y nos permiten acompañarla en las dudas juveniles sobre su identidad sexual, en las noches sin fin del Greenwich Village neoyorquino de los años cuarenta –de copas con personajes variopintos como Judy Holliday y Jane Bowles–, en los primeros atisbos de su vocación literaria y el temprano éxito de Extraños en un tren –llevada casi de inmediato al cine por Alfred Hitchcock–, en su paso por la colonia de artistas de Yaddo –en compañía de Chester Himes y Flannery O’Connor–, en su prolija y convulsa vida amorosa, en la publicación de su novela de amor lésbico El precio de la sal –después retitulada Carol– con seudónimo para esquivar el escándalo, en su decisión de marcharse a Europa, en su afición al alcohol...
Corre el año 1892. Argentina es una nación joven, pero se encuentra entre las más pujantes y desarrolladas del mundo. Dos misteriosos agentes de la policía federal llegan al pueblo de Quequén, en la costa atlántica, para ayudar a resolver un crimen. Dos niños han sido degollados y su madre, viva, aunque en estado catatónico, es la única testigo del hecho.
Uno de los agentes es Juan Vucetich, un inmigrante de origen croata que trae un método innovador: la dactiloscopia, una disciplina que permite identificar inequívocamente a una persona por el relieve único de las crestas capilares de los dedos de la mano. Si lograran resolver un crimen tan horroroso gracias a este procedimiento, Argentina tomaría la delantera geopolítica con un logro revolucionario para la administración de los países.
En concreto, la voz y las teclas de la máquina de la persona que está escribiendo esta novela. Ella sabe que es un personaje de novela y, por suerte, la novela es fascinante, divertidísima y profunda. Aunque a veces intentará cambiarla. Sus compañeros de historia son alucinantes. Por ejemplo, Laurence, su pareja, tiene una abuela encantadora y aparentemente inofensiva. Pero descubre que ella y una banda de espías podrían estar traficando con diamantes escondidos dentro del pan.
Una travesía hacia una tierra en lucha para sanar las heridas y encontrar el amor.
Alma Parsehyan padece dolores en el abdomen. Un sufrimiento ancestral que viene de que su familia fue víctima del genocidio armenio. Ella también vivió su propio infierno y escapó. Pero necesita sanar.
Así, emprende un viaje hacia Artsaj. La guerra se interpondrá y Alma volverá a sobrevivir, aunque esta vez gracias al amor.