Estas Navidades no van a ser fáciles para Charlie. Es la primera vez que se enfrenta a una celebración tras salir del hospital. Su ingreso y que sea el único miembro de su familia abiertamente gay no ayudará a darle lo que más desea: tranquilidad y pasar inadvertido. Las cosas quizá no salgan como Charlie espera, pero, pase lo que pase, sabe que siempre podrá refugiarse en Nick, a su lado, en el sofá, mientras espera a que la tormenta a su alrededor se calme.
Viena, 1938. Samuel Adler es un niño judío de seis años cuyo padre desaparece durante la Noche de los Cristales Rotos, en la que su familia lo pierde todo. Su madre, desesperada, le consigue una plaza en un tren que le llevará desde la Austria nazi hasta Inglaterra. Samuel emprende una nueva etapa con su fiel violín y con el peso de la soledad y la incertidumbre, que lo acompañarán siempre en su dilatada vida.
Arizona, 2019. Ocho décadas más tarde, Anita Díaz, de siete años, sube con su madre a bordo de otro tren para escapar de un inminente peligro en El Salvador y exiliarse en Estados Unidos. Su llegada coincide con una nueva e implacable política gubernamental que la separa de su madre en la frontera. Sola y asustada, lejos de todo lo que le es familiar, Anita se refugia en Azabahar, el mundo mágico que solo existe en su imaginación. Mientras tanto, Selena Durán, una joven trabajadora social, y Frank Angileri, un exitoso abogado, luchan por reunir a la niña con su madre y por ofrecerle un futuro mejor.
En El viento conoce mi nombre pasado y presente se entrelazan para relatar el drama del desarraigo y la redención de la solidaridad, la compasión y el amor. Una novela actual sobre los sacrificios que a veces los padres deben hacer por sus hijos, sobre la sorprendente capacidad de algunos niños para sobrevivir a la violencia sin dejar de soñar, y sobre la tenacidad de la esperanza, que puede brillar incluso en los momentos más oscuros.
Un deslumbrante puzle literario: la misteriosa historia de un magnate de los años veinte en varias versiones que se complementan o contradicen.
En los triunfales años veinte, Benjamin Rask y su esposa Helen dominan Nueva York: él, un magnate financiero que ha amasado una fortuna; ella, la hija de unos excéntricos aristócratas. Pero a medida que la década se acerca a su fin, y sus excesos revelan un lado oscuro, a los Rask empiezan a rodearlos las sospechas…
Ese es el punto de partida de Obligaciones, una exitosa novela de 1937 que todo Nueva York parece haber leído y que cuenta una historia que puede, sin embargo, contarse de algunas otras formas. Hernán Díaz compone en Fortuna un magistral puzle literario: una suma de voces, de versiones confrontadas que se complementan, se matizan y se contradicen, y, al hacerlo, ponen al lector ante las fronteras y los límites entre la realidad y la ficción, entre la verdad –acaso imposible de encontrar– y su versión manipulada.
Fortuna explora los entresijos del capitalismo americano, el poder del dinero, las pasiones y las traiciones que mueven las relaciones personales y la ambición que todo lo malea.
Leandro Fernández de Moratín (Madrid, 1760-París, 1828) se cuenta entre los más importantes literatos de la Ilustración española. Renovador del teatro y la poesía, así como férreo defensor de los modelos clásicos frente al culteranismo barroco, estuvo entre los más avezados promotores de la reforma estética neoclásica, que rubricó, en el terreno de la poesía, con una obra extensa y de cuidada factura, en la que brillan tanto la faceta del escritor serio como la del poeta lúdico y audaz.
Lo llamaron el robo del siglo, aunque el siglo recién empezaba. Por él acusaron y detuvieron a Picasso y Apollinaire, pero pronto tuvieron que soltarlos y asumir que no tenían ni idea de quién se había llevado la Gioconda de su sala del Louvre. La verdad se sigue discutiendo: lo más probable es que el cerebro de la operación fuera un argentino que se hacía llamar marqués de Valfierno. Con esa hipótesis, con esa historia oscura, Martín Caparrós construye una novela en la que recrea la vida del estafador que tuvo en vilo a Francia durante años y que confesó, poco antes de morir, que había planeado el robo por la razón más sorprendente.
La segunda parte de las famosas antologías de Hitchcock.
Con relatos de Shirley Jackson, Roald Dahl, Patricia Highsmith, Muriel Spark y muchos más.
Confío en que hayas estado debidamente ocupado desde la última vez que nos vimos. Mi tío Albert, desempleado de profesión, solía decirme que las manos ociosas conducen a la travesura. Así pues, por mi parte, he dedicado este ínterin a preparar una nueva colección con la que deleitar a los lectores. [...] Por tanto, si así lo deseas, asegúrate de haber cerrado bien la puerta, dale otra vuelta a la llave por si acaso y pasa la página para empezar a leer.