Una apasionante historia sobre los videojuegos, la amistad y la superación.
Un gélido día de diciembre de su primer año en Harvard, Sam Masur sale de un vagón de metro y ve, entre las hordas de gente que esperan en el andén, a Sadie Green. La llama a gritos. Por un momento, ella hace como que no lo ha oído, pero entonces se vuelve y empieza la partida: una colaboración legendaria que los lanzará al estrellato. Piden dinero prestado, favores y, antes incluso de graduarse, firman su primera superproducción: Ichigo, un juego en el que uno puede escapar de los confines del cuerpo y las traiciones del corazón, en el que la muerte no significa más que una oportunidad para recomenzar y volver a jugar.
Después de haber descubierto los orígenes de la filosofía junto a Alberto, Sofía prosigue y concluye su investigación sobre las principales corrientes del pensamiento occidental. Esta búsqueda tanto filosófica como iniciática la induce a cambiar su condición y a alcanzar el libre albedrío… ¡pero sobre todo a descubrir dónde se escondía su libertad!
Escritas casi una década antes de la publicación de su obra magna –Ulises–, las quince historias que componen Dublineses forman la primera gran pieza narrativa de James Joyce, un homenaje a su ciudad natal que ya denota la gran capacidad de observación y burla de su autor, así como la sensibilidad y el minimalismo propios de su literatura. En esta colección de relatos aparecen políticos corruptos, sacerdotes fracasados, adolescentes melancólicos, seductores, cotillas, prostitutas, músicos, poetas, patriotas y vagabundos que servirán de inspiración para las obras posteriores del escritor y que describen a la perfección la compleja realidad social de principios del siglo XX en el Dublín que Joyce convirtió en leyenda.
Esta es la historia de una chica que tiene todo lo que una joven puede desear en el Nueva York de los años cincuenta: una carrera prometedora, un pretendiente que estudia medicina y toda una vida por delante. Esther Greenwood ha ganado una beca para trabajar en una revista de moda en la gran ciudad y siente que por fin podrá realizar su sueño de ser escritora. Pero entre cócteles, noches de fiesta y pilas de manuscritos descubre una sociedad que repudia las aspiraciones de las mujeres y su vida empieza a desmoronarse. Esther (alter ego de la autora) se encierra en sí misma, como si estuviera atrapada en una campana de cristal: respirando continuamente el mismo aire viciado y sin posibilidad de escapar.
A finales del siglo XIX, en las tierras paupérrimas del noreste de Brasil, el chispazo de las arengas del Consejero, personaje mesiánico y enigmático, prenderá la insurrección de los desheredados. En circunstancias extremas como aquéllas, la consecución de la dignidad vital sólo puede venir de la exaltación religiosa y del quebranto radical de las reglas que rigen el mundo de los poderosos. Así, grupos de miserables acuden a la llamada de la revolución de Canudos, la ciudad donde se asienta una comunidad de personajes que difícilmente desaparecerán de la imaginación del lector. Frente a todos ellos, una trama político-militar se articula para detener con toda su fuerza el movimiento que amenaza con expandirse.
Publicada originalmente en 1981, La guerra del fin del mundo es la primera gran novela histórica de Mario Vargas Llosa, un libro fundamental de la narrativa en español del siglo XX sobre el que el propio autor ha declarado: «Si yo tuviera que escoger una entre todas las novelas que he publicado, probablemente elegiría ésta, porque la considero el proyecto más ambicioso que me he planteado».
Campos de Castilla es una obra clave de la poesía española del siglo XX: un sentido homenaje a España y a sus gentes que marcó un antes y un después en la carrera literaria de Antonio Machado. Tanto es así que en estos términos se expresaba en La Vanguardia en 1912 el intelectual Bernardo G. de Candamo: «Nos hallamos ante un caso de transformación artística (…). Es decir que Antonio Machado, el de antes, no es más que un homónimo de el de ahora». De hecho, el texto de Machado indagaba en nuevos terrenos poéticos, históricos y sociales y se convirtió en un éxito de crítica y público que se ha extendido hasta el día de hoy.
A través de una sensibilidad única y de una creatividad desbordante, David de las Heras ilustra este poemario para que cobre nueva vida frente a los ojos de los lectores actuales.