PREMIO NOBEL DE LITERATURA EDICIÓN CONMEMORATIVA 20 AÑOS DE KAILAS EDITORIAL
«Uno de los premios Nobel mejor concedidos y merecidos», J. M. Guelbenzu, El País
Con la edición ilustrada, en este caso a cargo del extraordinario Fran Vegas, de El último argumento de los reyes completamos la trilogía de La Primera Ley, una obra apasionante de la fantasía que ahora está disponible en el texto revisado por Manu Viciano y acompañado de las ilustraciones de artistas como Alejandro Colucci (La voz de las espadas), David Benzal (Antes de que los cuelguen) y Fran Vegas (El último argumento de los reyes).
Escritos entre 1873 y 1875 -en especial durante las dos estancias de Arthur Rimbaud en Londres, primero con Paul Verlaine y un año después con el joven poeta German Nouveau-, los poemas en prosa de Iluminaciones son el corolario de una obra que sigue deslumbrando e interpelando a los lectores por su onirismo, su radicalidad profética y su gusto precoz por el desmarque la ironía disolvente. Rimbaud entregó el manuscrito de estas 'illuminations' (la palabra inglesa para 'grabados coloreados') a Verlaine en febrero de 1875, durante uno de sus últimos encuentros, pero el libro no vio la luz hasta octubre de 1886 en las publicaciones de la revista La Vogue. El poeta, establecido a comienzos de esa década en Harar (Etiopía) como comerciante de café y armas de segunda mano y alejado completamente de su pasado literario por voluntad propia, no llegó a enterarse de esta publicación ni del impacto que tuvo en la poesía francesa de su tiempo.
La narrativa breve de Zweig es un símbolo de la literatura y la cultura europea del siglo XX. Persiguiendo un anhelo de profundizar en lo oscuro, lo pasional, lo heroico o lo trágico, Zweig contruye bajo el influjo del psicoanálisis una red de personajes que conviven con un conflicto consigo mismos y con los demás y, por lo tanto, con las raices, las encrucijadas y la destrucción a la que se abocó la Eruopa de la primera mitad del siglo XX. Joyas como “Novela de ajedrez”, “Mendel el de los libros” o “Sueños olvidados” son solo la punta de una catedral literaria indispensable en Europa y que forma una mirada desgarradora poblada de relatos únicos.
«Muy a menudo dudo de si alguna vez haré imprimir una línea. ¿Sabes qué sería una bella idea la del joven que, hasta los cincuenta años no hubiera publicado nada, y que de golpe, hiciese aparecer, un buen día, sus obras completas y no hiciera nada más?». Con un nivel de autoexigencia artística como pocos autores han demostrado tener, Gustave Flaubert (1821–1880) esperó hasta los treinta y seis años para publicar Madame Bovary, y, sin embargo, quiso privar a sus lectores de la mayor parte de su narrativa breve previa que, sin duda, está a la altura en calidad e importancia al resto de su obra. Gran parte del valor de esta edición de sus Cuentos completos reside en reunir por primera vez en nuestro idioma todos esos trabajos –casi desconocidos todavía– que permanecieron ocultos hasta su muerte, y que subrayaban ya la genialidad del autor francés. Pero, como no podía ser de otra forma, se incluye también –en la exquisita edición de Mauro Armiño, dos veces Premio Nacional de Traducción– el último de sus libros, Tres cuentos (1877), hito del género compuesto por los clásicos «Herodías», «La leyenda de san Julián el Hospitalario» y, por supuesto, esa obra maestra titulada «Un corazón simple». Desde ahora Flaubert no solo es Madame Bovary, sino también cada uno de los cuentos que integran esta propuesta imprescindible.