Tokio, verano de 1947. Suspendidas sus actividades durante la Segunda Guerra Mundial, la influyente Sociedad de Tatuajes de Edo, dedicada al antiguo arte japonés del tatuaje de cuerpo entero, vuelve a recuperar sus celebraciones con un gran concurso que premie la mejor obra plasmada en la piel. Entre los participantes, mayoritariamente hombres, se encuentra la bella y rebelde Kinue Nomura, hija de un afamado artista del tatuaje, que es recibida con una ferviente ovación al mostrar la figura de una gigantesca serpiente de tinta. Relacionada con destacados miembros de la mafia local, Kinue desaparece de forma misteriosa después del evento y es hallada días más tarde descuartizada en el baño de su casa con la puerta cerrada por dentro. Aunque un vecino afirma que nadie ha entrado ni salido del apartamento, tampoco queda rastro del impresionante y codiciado dibujo en el torso de la joven. Mientras el inspector jefe Daiyu Matsushita, del Departamento Metropolitano de Policía, y su hermano Kenzo, forense que conocía y amaba a la víctima, se hacen cargo de las pesquisas, una retahíla de crímenes similares en el entorno familiar de Kinue viene a enturbiar la solución del caso.
Un retrato implacable de la sociedad del malestar que arroja luz sobre la precariedad emocional y el desamparo de quienes más sufren las deficiencias del sistema sanitario», Daniel Remón.
Nadie tiene la culpa. Estas cosas pasan. Solo fue un «incidente». Esa es la palabra que más se repite a la hora de hablar del enfrentamiento entre Ricardo Montesinos, jefe de la planta de psiquiatría del hospital, y Manuel Alejandro, un joven paciente ingresado por tercera vez en la unidad de agudos. La versión oficial se empieza a desmoronar cuando un escritor en crisis, que estuvo ingresado hace veinte años en ese mismo lugar, se decide a investigar el caso y confronta los testimonios de todos los implicados.
Basada en hechos y personajes reales, El incidente es una novela polifónica que aborda cuestiones fundamentales y contradictorias en torno a la enfermedad mental: la diversidad de causas que la inducen biológicas y contextuales, los intereses detrás del aumento del malestar en nuestra sociedad o la necesidad de acabar con el estigma que la rodea sin caer en el exhibicionismo al que conduce su permanente visibilización.
Recuperamos la novela ganadora del Premio Nadal 1950 que narra la vida de Marcela en un Pazo de la Galicia más rural «Quiroga fue una novelista sin lastres, con un enfoque insólito comparable a Flush de Virginia Woolf o Nada de Carmen Laforet». El Cultura Un mundo de sentimientos, en el que lo popular y la pasión son mecidos por la fuerza grácil del intenso viento, el otro protagonista de la novela. Premio Nadal en el año 1950 de la autora Elena Quiroga, primera novelista en ingresar en la RAE. De una narrativa rompedora, Viento del Norte aborda temas tan complejos como la incomunicación y la contradicción en el juego tortuoso del amor. A través de la vida de Marcela, una chica a la que la gente desprecia por ser fruto de una relación extramatrimonial, recorremos el mundo rural gallego con sus personajes aislados y víctimas de la sociedad de aquel momento. Asistimos a una una relación desigual pero no por la manida diferencia de clase sino precisamente -y éste es un acierto de Quiroga- por la falta de correspondencia de Marcela, que sitúa un veterano aristócrata en una posición de inferioridad. Además, nuevos acontecimientos darán un inesperado giro a la trama. Se trata, en suma, de una novela muy estimable en la que brilla la prosa lírica de la autora, hoy injustamente poco recordada.
¿Alguna vez te has preguntado si realmente los gladiadores morían en los combates? ¿Si se inundaba la arena del Coliseo para celebrar batallas navales? ¿O si gritaban aquello de «¡Ave César, los que van a morir te saludan!»? Ahora tienes la oportunidad de dar respuesta a estas y otras muchas preguntas sobre los famosos espectáculos de la antigua Roma.
En este libro, Néstor F. Marqués te invita a viajar en el tiempo para conocer de primera mano cómo era el ocio de los romanos. Asistirás a luchas de gladiadores, cacerías, carreras de carros y mucho más mientras visitas el pasado con un guía excepcional que conoce la antigua Roma como la palma de su mano. Podrás descubrir con rigor la realidad escondida tras lo que la tradición popular y el cine nos han contado siempre.
"Whitehead se está convirtiendo rápidamente en el Dickens de la vida de losafroamericanos estadounidenses".Johanna Thomas-Corr, The Times
El doble ganador del Pulitzer continúa entonando su himno a Harlem, en todo su esplendor y miseria, y recreando el paisaje criminal del agitado Nueva York de la decada de 1970.
Comienza la decada de los setenta y la ciudad de Nueva York parece más sucia y peligrosa que nunca. Mientras en las calles de Harlem estalla una guerra abierta entre el Ejercito Negro de Liberación y la policía estatal, Ray Carney, al frente de su próspera tienda de muebles, intenta mantenerse alejado de los negocios turbios y ser un honrado padre de familia. Pero no es sencillo dejar atrás un pasado entre ladrones, gánsteres y policías corruptos y, al no encontrar entradas para los Jackson 5 para su hija adolescente, no duda en recurrir a un viejo contacto policial que, a cambio, le reclamará favores un tanto dudosos.
Manifiesto criminal nos conducirá desde un mundo de caprichosas estrellas de Hollywood, traficantes de drogas y sicarios que pueblan una producción cinematográfica "made in Harlem" hasta una trama de especuladores y corrupción política que hará que el barrio arda en llamas.
En su recorrido por las distintas regiones, retrata los lugares y sus víctimas, los territorios y sus héroes y batallas, paisajes de un país que no solemos visitar: heridas, cicatrices, desiertos, esclavos, guerras, un mundo que se vuelve más poético conforme los ojos del poeta revisitan el espacio que el ciudadano ya no ve. En este sutil trayecto que abarca grandes nombres, el autor se detiene a analizar los mass shootings, en poemas que evocan los magnicidios del siglo pasado, y el hiriente tema de la esclavitud, trazando así una dolorosa huella en la historia de la poesía norteamericana.