El sargento Washington Poe está en la corte, luchando contra el desalojo de su amada y aislada granja, cuando lo citan a un burdel callejero en Carlisle, donde un hombre ha sido asesinado a golpes con un bate de beisbol. Todo hace indicar que es un simple asesinato por parte de un proxeneta, pero su asistencia fue solicitada personalmente, por el tipo de personas que prefieren permanecer en las sombras.
A medida que Poe y su inseparable compañera Tilly Bradshaw profundizan en el caso, se enfrentan a preguntas aparentemente sin respuesta: a pesar de haber sido examinados exhaustivamente para un trabajo de alto perfil, ¿por que no se verifica nada en los antecedentes de la víctima? ¿Por que se dejó un pequeño adorno en la escena del crimen y por que alguien del equipo de investigación lo robó? ¿Y cuál es la conexión con un atraco a un banco perfectamente ejecutado tres años antes, un atraco en el que no se llevaron absolutamente nada?
La contundente radiografía de una familia, de sus heridas latentes, fragilidades, contradicciones y flaquezas.
«¡En esta familia no hay secretos!», proclama al inicio de este libro Damián, el padre, un hombre de ideas e ideales fijos obsesionado con la rectitud y la pedagogía. Pero esa casa sin secretos está en realidad llena de grietas, y la opresión que se respira entre sus paredes terminará creando vías de escape, códigos clandestinos, ocultaciones, fingimientos y mentiras. Formada por dos niñas, dos niños, una madre y un padre, esta familia en apariencia normal, de clase trabajadora y llena de buenas intenciones, es la protagonista de una novela coral que abarca varias décadas y en cuyas historias laten el deseo de libertad y la crítica a los pilares que tradicionalmente han sostenido, y todavía sostienen en gran medida, la institución familiar: autoritarismo y obediencia, vergüenza y silencio.
Sara Mesa vuelve a demostrar que posee un ojo clínico para desnudar comportamientos humanos, detectar heridas latentes y retratar en toda su complejidad la fragilidad, las contradicciones y las flaquezas que nos conforman. Este libro es una nueva vuelta de tuerca a la construcción de uno de los universos literarios más potentes de las letras españolas actuales y la confirmación de un talento que no deja de crecer.
«Una Novela puede nacer en tu cabeza en forma de imagen evocadora, fragmento de conversación, pasaje musical, cierto incidente en la vida de alguien sobre el que has leído, una ira imperiosa, pero, sea como sea, en forma de algo que propone un mundo con significado. Y por tanto el acto de escribir tiene carácter de exploración. Escribes para averiguar qué escribes. En cambio, un relato suele presentarse como una situación, hallándose los personajes y el escenario irrevocablemente unidos a ella. Los relatos se imponen, se anuncian a sí mismos, su voz y sus circunstancias están ya decididos y son inmutables. No se trata de encontrar el camino para llegar a ellos; han llegado por propia iniciativa, y más o menos enteros, exigiéndote que lo dejes todo y los escribas antes de que se desvanezcan como se desvanecen los sueños. Un relato, por su propia dimensión, debe centrarse en personas que, por una u otra razón, se diferencian claramente de su entorno: personas enzarzadas en alguna forma de liza con el mundo imperante.» E.L. Doctorow, en el prefacio de Todo el tiempo del mundo
“Él es el único que hace palpitar mi corazón y bombear mi sangre. El único que enciende mis venas con un calor abrasador, como si la leña estuviera ardiendo en mi interior. Es todo por él. Para él”
Dolor. Siempre había dolor.
De alguna u otra manera las noches de Trish Trainor se convertían en su peor pesadilla. Su padre la usaba como saco de boxeo, la mantenía encerrada en su propia casa para complacer sus deseos de control, fingiendo que tenía todo el derecho de tratarla como basura desde que su madre murió.
Estaba acostumbrada a ello.
Sin embargo, cuando el problema empeoró fue su pequeño hermanito quien la salvó de ser devastada en mente, cuerpo y alma. Tuvieron que correr, era su única opción o su padre arremetería contra Devan. Era solo un niño.
Así que lo hicieron, y solo bastó una caída y una enorme herida en su pierna para aterrizar en la vida de su vecino.
Jaxon Daniels fue testigo de cómo lentamente sus padres se destruían a sí mismos. De cómo la droga y el alcohol los empujaban a una inminente destrucción, convirtiéndolos en cáscaras vacías que deambulaban y apenas se alimentaban. Lo dejaron solo a cargo de todo, de su hermanita en muletas y el recuerdo de su gemelo fallecido a la edad de seis años. Sin ningún asomo de apoyo o cariño, sus padres lo abandonaron cuando apenas era menor de edad.
Jaxon Daniels cuidó de su hermanita por sus propios medios, sin pedir ayuda. Hizo cosas de las que nunca antes se había creído capaz y, con el máximo esfuerzo posible, salió adelante.
Pero ahí estaba ella, un alma tan desesperada como la de él, que buscaba ayuda.
Entonces, la repentina reaparición de Trish Trainor en su vida cambió todo y ahora tenían que vivir escondidos para que el padre de Trish no sospechara. Jaxon Daniels fingió llevar una vida normal mientras sus sentimientos por la exniñera de su hermanita crecían y los peligros de tenerla en su casa crecían cada vez más.
Los protegería. Eran suyos, su familia.
Y todo lo que pudo hacer Jaxon fue zambullirse en el laberinto, en busca de una salida de la miseria que llevaba en su alma rota y la salvación de las personas que amaba.
Trilogía Mío #2
Cuando Yui, una joven de treinta años, pierde a su madre y a su hija de tres años en un tsunami, empieza a medir el paso del tiempo a partir de entonces: todo gira alrededor del 11 de marzo de 2011, cuando la ola gigantesca devastó Japón y el dolor se apoderó de ella.
Un día oye hablar de un hombre que tiene una cabina de teléfono abandonada en su jardín, adonde las personas acuden desde todos los rincones de Japón para hablar con quienes ya no están y hallar la paz en el duelo. Pronto, Yui emprende su propio peregrinaje hasta allí, pero al levantar el auricular no encuentra las fuerzas para pronunciar una sola palabra. Entonces conoce a Takeshi, un médico cuya hija de cuatro años ha dejado de hablar tras la muerte de su madre, y su vida da un vuelco.
LA PARTIDA LLEGA A SU FIN.
Sinaí Ferreira haría cualquier cosa para conseguir a Axer Frey, pero haría muchas más por ganarle y si eso significa poner en marcha la partida más importante de su vida que así sea.
La relación con los Frey se intensifica cada vez más y termina por atrapar a Sinaí en medio de las disputas y rencillas familiares, pero en vez de temerlos, los reconoce como rivales dignos de su intelecto.
Así que llega el momento: las piezas están colocadas en el tablero y ya es hora de que alguno dé jaque mate a esta tensa persecución que comenzó con una simple partida de ajedrez.