Una novela que nos habla del amor en el siglo XXI y, sobre todo, del amor propio, el crecimiento personal y la lucha contra los estándares sociales.
Karma (Laura) es una mujer que roza los treinta. Trabaja de teleoperadora en unos grandes almacenes y comparte piso con su amigo Roberto. Son una dupla galáctica y funcionan mejor que cualquier matrimonio convencional.
La vida de Karma da un vuelco de ciento ochenta grados cuando conoce a Leo, su match de Tinder. Leo acaba con todos sus miedos y hace que se sienta como una diosa en la cama y fuera de ella.
Sin embargo, ella convive con los monstruos de su pasado, con la carga de pesar más de lo que la sociedad acepta como normativo, con la necesidad de volver a terapia y con la creencia de tener una autoestima que en realidad no es tan férrea como ella piensa.
Karma somos un poco todas, Karma se construye de todas las mujeres que me inspiran, Karma soy yo.
¿Puede detenerse lo irreversible? ¿Alguien puede convertirse en un teorema sin solución? ¿Es posible huir de un destino que no nos pertenece? ¿Son las redes sociales quienes nos impulsan a la batalla? ¿Un personaje de ficción puede redactar una declaración de principios? ¿Cabe toda la música en un solo cuerpo? Caminamos asediados por interrogantes, sufrimos la desigualdad que nos imponen las esferas de poder, respiramos la ira de sociedades cada vez más polarizadas. Vivimos colericos, iracundos, enrabiados. Como si se tratara de un manual sobre la rabia, Jorge Volpi disecciona, incide y profundiza magistralmente en los espacios que generan nuestras confrontaciones y en las hendiduras en las que nos precipitamos o escapamos cada uno de nosotros.
Alfie y Hazel son compañeros de piso desde hace poco y acaban de acostarse. Ahora solo les queda decidir si han cometido un error garrafal o, tal vez, todo lo contrario.
La oportunidad de hablar sobre lo que sienten se les escapa cuando la hermana de Hazel, Emily, y su mujer, Daria, los visitan. Han decidido dos cosas: mudarse a Londres y ser madres. Así que, por fin, van a buscar un donante.
La convivencia entre los cuatro hace que sus vidas se fusionen y una complicada cadena de acontecimientos los une para siempre, modificando su relación de maneras que ninguno podría haber previsto.
¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar
para proteger nuestro tesoro más valioso?
Tras el último ataque de Player 2511, Neil, cada vez más sometido a una fuerte presión, busca el más mínimo indicio que lo conduzca al vengador enmascarado que amenaza a su familia y a Selene, con la que tiene una relación inestable: por una parte, el chico se dacuenta de que el vínculo que lo une a ella es cada vez más fuerte, único e indisoluble; por otra, teme que su doloroso pasado le impida vivir plena y satisfactoriamente.
Cuando una revelación sobrecogedora embiste su mundo, Neil se despreocupa de todo y de todos y huye lejos de Selene y de su familia para encontrarse a sí mismo y recuperar algo de equilibrio. Es entonces cuando Megan -guapa como una supermodelo, con unos ojos verdes que quitan el hipo- se convierte en su único apoyo. La chica comparte con él recuerdos terribles y parece la única capaz de calmar, al menos en parte, su desasosiego. Mientras Neil, indeciso entre la atracción por Megan y el sentimiento indefinible por Selene, trata de aclararse, Player 2511 prepara el asalto final, y no tiene la intención de dejar títere con cabeza con tal de tomarse su terrible venganza.
«No existe un motor más poderoso que un tipo diciéndole a otro que dónde tomamos la última copa. Esa ensoñación de que con el alba pasará algo. Solo para los que no se rindieron antes».
Perder la gracia son cuatro amigos en una especie de sincericidio. Es perder la vergüenza. Y los complejos. Y el tiempo. Y el miedo al qué dirán. Perder la gracia es un relato sobre la vida, la carrera y las relaciones de cuatro personas con un largo recorrido profesional que se enfrentan al momento crucial de dejar de ser jóvenes valores. Con sentido del humor y un aire de confesiones sin filtros, reflexionan sobre su generación e interpelan a las que vienen detrás. ¿Qué pasa cuando uno deja de ser el más joven de su entorno? ¿Qué pasa cuando se pierde la gracia? Javier Gómez Santander, Pedro Simón, Antonio Lucas y Eduardo Madina vuelcan en este libro su vertiente más literaria y reflexiva, hablando de trabajo para hablar de la vida, conscientes de que «la gracia no es eterna. Los mundos que se van nunca lo hacen de golpe. Edificios que primero presentan una grieta milimétrica y luego otra mayor, que al cabo de los años se van venciendo. Para que en su lugar la sociedad construya algo nuevo y, en ocasiones, mejor».
Sistema de recompensa es el retrato de una generación millennial que ha colocado en el centro de sus vidas las pantallas, internet y sus algoritmos. Con humor negro, atención al detalle y grandes dosis de inteligencia, la prosa de Calder nos arranca una mueca entre la burla y el espanto al captar el estado de ánimo de una generación de jóvenes hiperconectados y revelarnos cómo todo parece diluirse frente al poder del algoritmo. Rabiosamente actual, este electrizante debut literario se aleja de todos los clichés previsibles y define, al fin, qué supone ser joven hoy en día.