Josie Moore le ha dado al sexo opuesto (y al amor) muchas oportunidades. En concreto, cuatro, si se cuentan todos sus compromisos fallidos. Un desastroso historial al que está a punto de sumar un nuevo nombre: el de Matthew Flanagan, el mejor amigo de su hermana.
Por una estratagema, han pactado que este (falso) compromiso será temporal y jamás pronunciarán el «sí, quiero». Sin embargo, a Josie le revuelve el estómago verse con el anillo en el dedo, y más cuando todo el mundo comienza a ver en Matthew al hombre perfecto para llegar hasta el altar.
Wiesbaden, 1961. Ahora que Hilde Koch ha modernizado el café familiar con mucho cariño y lo regenta con dedicación, de pronto su hermano Wilhelm pretende disputarle la dirección del negocio. Su gran sueño de labrarse una carrera en el cine ha fracasado, mientras que su mujer, Karin, goza de un gran éxito como actriz. Tampoco en el viñedo de Jean-Jacques, el marido de Hilde, van muy bien las cosas. Y quien sale en su ayuda es nada menos que el rebelde Mischa, que entre las viñas no solo encuentra un trabajo, sino también algo que en absoluto esperaba: el amor. Sin embargo, por Wiesbaden empieza a correr un desagradable rumor que hace que todos teman por la supervivencia del café...
Hanna Schmidt trabaja como secretaria en una de las sedes del Grupo de Fuerzas Soviéticas en Alemania (GFSA). Aunque es consciente de la responsabilidad y el compromiso que esto conlleva, no comparte los ideales de este lado de Berlín en el que ha quedado atrapada. Desde que se fue su padre cuando apenas era una niña, sueña con ir al otro lado del muro, un lugar donde se puede pensar y pasear libremente, donde se bebe Coca-Cola y se leen libros como 1984. Tal vez por eso lleva un tiempo colaborando como informante para un grupo de jóvenes disidentes que buscan la caída del telón de acero. Mattias Gutt es uno de ellos y no es solo el destinatario de las cartas que se intercambian entre los huecos del enorme muro de hormigón; también es la única persona que está dispuesta a ayudarla a localizar a su padre.
¿Quién da cuenta de lo acontecido? ¿Quién toma acta del presente? ¿La literatura, el periodismo, un atestado policial? Un novato cronista de sucesos y un veterano abogado intentan descifrar un crimen y quizás descubrir el subsuelo de impunidad que persiste en un Portugal a caballo entre dos imaginarios: el limpio y ordenado que promete la Exposición Internacional de Lisboa y el longevo y popular del inolvidable Oporto que protagoniza este libro.
19 de diciembre de 1931. Hércules Poirot y el inspector Edward Catchpool son requeridos por la policía para investigar el extraño asesinato de un hombre en el ala de seguridad del Hospital de Norfolk. Cynthia Catchpool, la madre del inspector, insiste en que ambos se alojen en su mansión para celebrar juntos las fiestas de Navidad mientras resuelven el caso. Arnold, un buen amigo de Cynthia, será intervenido muy pronto en ese mismo hospital y su familia está convencida de que él será la próxima víctima del asesino. Poirot tiene menos de una semana para resolver el crimen, evitar más asesinatos y celebrar las fiestas de forma tranquila.
Mi futuro exmarido está haciendo saltar por los aires toda mi vida. Y con tal de no enfrentarme a ello, me dispongo a hacer lo mejor que se me da a mí, Tess Owens: salir corriendo.
Así, me lanzo a los brazos de mi mejor amiga Rachel y del equipo de hockey para el que trabaja. Ahí está mi nueva vida, en una ciudad desconocida y rodeada de jugadores encantadores. Pero uno se destaca del resto: Ryan Langley, el delantero estrella de los Jacksonville Rays.
Ahora solo me quedan seis semanas para emprender un nuevo negocio. Seis semanas para luchar por mi libertad… Todo ello mientras me resisto al soltero más cotizado de la NHL, a su sonrisa ganadora y su meteórica carrera. ¿He mencionado que le saco diez años?