Es 23 de abril, fecha de nacimiento de Shakespeare, y las gemelas Dora y Nora Chance, actrices y coristas de segunda fila, se disponen a celebrar sus setenta y cinco años. Suena el timbre: en una tarjeta blanca llega la invitación a la fiesta de su padre, el legendario actor Melchior Hazard, quien nunca ha reconocido a las hermanas como sus hijas y que ese mismo día cumple cien años. Así comienza Niñas sabias, la historia de dos mujeres libres y eternamente jóvenes que, nacidas en el lado equivocado de la ciudad, siempre se han sentido atraídas por el brillo del teatro y la farándula. Desde su insólita infancia y a lo largo de su estrambótica carrera, la vida de las gemelas es una sucesión de episodios grotescos: entre identidades equivocadas, novios prestados, rivalidades acérrimas y fiestas que culminan en incendios, el mundo de Dora y Nora, poblado por una legión de personajes improbables, es un lugar que no admite reglas y en el que reina la desvergüenza suprema.
La edición actual incluye fotografías de familiares que inspiraron los personajes de la novela, algunos de los cuales, fallecidos entretanto, recuperan su nombre real. En el epílogo («A la sombra de Clara Stauffer»), la autora explica estos y otros detalles, como la impresión que recibió una tarde de finales de marzo de 1997: «Tuve una corazonada. Levanté la vista y, tras coger aire, como un buceador que se propone llegar hasta el fondo, me lancé a recorrer aquella lista negra, sin detenerme antes a leer el artículo. Los ciento cuatro nombres anunciados aparecían por riguroso orden alfabético. No quise saltarme ni uno. Y sí. Allí, entre asesinos y torturadores, entre destacados miembros de la Gestapo y las SS, entre los responsables de uno de los períodos más siniestros en la Historia europea, estaba ella. La única mujer de toda la lista. Clara Stauffer Loewe, la hermana de mi abuela materna. Tuve que leer varias veces la descripción».
El título hace referencia a los Panoptika, que eran gabinetes de curiosidades, cuartos de maravillas o simplemente muebles en los que algunos nobles y burgueses de otro tiempo coleccionaban objetos exóticos de todos los rincones de la tierra. También se llamaba así a otros raros repertorios, los antiguos Museos de Figuras de Cera. Este libro reúne casi medio centenar de semblanzas del escritor austriaco, producto de su experiencia como corresponsal por buena parte de Europa, donde se mezcló con todo el mundo, viajando en cualquier medio de transporte, alojándose en los hoteles más variopintos y trabajando siempre en la mesa de algún café rodeado de gente que le hablaba sin parar en cualquier idioma.
Fuera de la isla no hay nada: una niebla que mata todo lo que toca destruyó por completo el mundo. En la isla, sin embargo, ciento veintidós aldeanos y los tres científicos que los gobiernan viven en un paraíso idílico gracias al sistema de seguridad que los protege de la niebla.
En la isla, los días son plácidos y los isleños viven felices pescando y cultivando la tierra hasta que, para horror de todos, descubren que uno de sus tres amados científicos ha sido brutalmente asesinado. Y eso no es todo: el asesinato ha desencadenado una cuenta atrás que hará que, si el crimen no se resuelve en las próximas 107 horas, el sistema que los protege se desactive y la niebla inunde la isla y acabe con todos los que están en ella.
El hotel Louis XVI de París ha alojado durante décadas a una selecta clientela internacional. Ahora, después de una reforma integral y bajo una nueva gerencia, huéspedes asiduos regresan al establecimiento junto a clientes que han logrado reservar en el último momento. El actual gerente, Olivier Bateau, los espera con su asistente, Yvonne Philippe. Ambos desean continuar el legado de excelencia del negocio, pero todo se complica en una sola noche...
Una consultora de arte llega al hotel tras un divorcio terrible y un amor inesperado la pilla por sorpresa. Un hombre que planeaba acabar con su vida salva la de otra persona. Un político muy conocido mantiene una reunión que lo pone en peligro. El esperado viaje de una pareja se ve interrumpido por una emergencia médica que deja su futuro pendiendo de un hilo.
Toño Azpilcueta pasa sus días entre su trabajo en un colegio, su familia y su gran pasión, la música criolla, sobre la que lleva investigando desde su juventud. Un día, una llamada le cambia la vida. Una invitación para ir a escuchar a un guitarrista desconocido, Lalo Molfino, personaje del que nadie sabe demasiado pero de gran talento, parece confirmar todas sus intuiciones: el amor profundo que siente por los valses, marineras, polkas y huainos peruanos tiene una razón más allá del placer de escucharlos (o bailarlos).