La biografía no dice ni explica nada sobre la obra de un autor. Esta teoría que Marcel Proust defendió con vehemencia en un ensayo con el crítico Sainte-Beuve, entre otros textos bien podría ser válida, si no pensásemos que la biografía de un escritor es también todos los temas, motivos e intereses por los que se preocupó. Y en el caso del autor de A la busca del tiempo perdido esto es más que evidente. Pintura, música y literatura, temas mundanos como la moda, exposiciones y catedrales, escritores y salones parisinos... Todo forma parte de su gran ciclo novelesco, pero también como esta rotunda compilación de escritos viene a demostrar del resto de su obra y de su pensamiento. Seleccionados y traducidos por Mauro Armiño Premio Nacional de Traducción y uno de los máximos expertos sobre Proust en nuestro idioma, los textos sobre arte y literatura que Proust dedicó a autores como Baudelaire, Flaubert, Goethe o Tolstói, a la lectura y a la crítica literaria, a artistas como Rembrandt o Moreau, Saint-Saëns o John Ruskin, entre otros temas, son ensayos de alto voltaje intelectual que vienen a complementar uno de los universos más personales de la historia de la literatura.
La presente edición reúne la poesía de Stefan Zweig cuya autoría no admite dudas. Se incluyen las dos colecciones independientes que publicó en vida: Cuerdas de plata y Las coronas tempranas. Zweig reunió lo mejor de su poesía en Nuevos viajes, que incluía poemas nuevos, inéditos o publicados en revistas y que también hemos incluido en nuestra edición, elaborada a partir de la preparada por Richard Friedenthal.
Como tantos otros compañeros de generación, Stefan Zweig vivió atrapado entre dos mundos: la pacífica Viena del cambio de siglo —destilación de sucesivas décadas de ilustración y humanismo— y la Europa destrozada por las dos guerras mundiales, el fanatismo nacionalista y la intolerancia. El escritor plasmó este contraste funesto en sus célebres memorias El mundo de ayer, cúspide de una obra dedicada a la narrativa, con un evidente sabor decimonónico, y al infatigable impulso de divulgar la obra y las vidas de grandes personalidades.
Pero si en su narrativa y en las memorias reflejó la atmósfera y el ambiente del mundo perdido de su juventud, fue en la poesía donde concentró sus primeros años creativos, derivando luego en la traducción de clásicos franceses. Los dos libros que se publican en este volumen, escritos a lo largo de cinco años, suponen un ejercicio literario notable, en la estela de la poesía publicada por Rilke y Stefan George en el periodo encantador que va del final del Romanticismo al arranque de las vanguardias, pero con la particularidad de haber preservado la atmósfera y el espíritu de aquellos años, todavía intocados por la guerra.
Violeta viene al mundo un tormentoso día de 1920, siendo la primera niña de una familia de cinco bulliciosos hermanos. Desde el principio su vida estará marcada por acontecimientos extraordinarios, pues todavía se sienten las ondas expansivas de la Gran Guerra cuando la gripe española llega a las orillas de su país sudamericano natal, casi en el momento exacto de su nacimiento.
Gracias a la clarividencia del padre, la familia saldrá indemne de esta crisis para darse de bruces con una nueva, cuando la Gran Depresión altera la elegante vida urbana que Violeta ha conocido hasta ahora. Su familia lo perderá todo y se verá obligada a retirarse a una región salvaje y remota del país. Allí Violeta alcanzará la mayoría de edad y tendrá su primer pretendiente...
En una carta dirigida a una persona a la que ama por encima de todas las demás, Violeta rememora devastadores desengaños amorosos y romances apasionados, momentos de pobreza y también de prosperidad, pérdidas terribles e inmensas alegrías. Moldearán su vida algunos de los grandes sucesos de la historia: la lucha por los derechos de la mujer, el auge y caída de tiranos y, en última instancia, no una, sino dos pandemias.
Fernando, joven editor hijo de un republicano represaliado, decide huir de una España abatida por la Guerra Civil junto a sus amigos Catalina y Eulogio. Los tres son esclavos de los secretos que los acompañan y que los empujan sin remedio a vivir lejos de los suyos.
Una historia absorbente que nos habla sobre la culpa, la venganza, el peso de la conciencia y los fantasmas que nos persiguen y condicionan nuestras decisiones.
ÉL VIVÍA EN EL CAOS.
ELLA BUSCABA EL ORDEN.
JUNTOS ERAN PASIÓN Y SORTILEGIO, SUEÑO Y REALIDAD.
Ella quería el cuento de hadas, no la locura. Pero ¿y si la locura fuese el verdadero cuento de hadas?
Recién llegada a Nueva York para tratar de recomponer la relación con su padre, Selene va a parar a una mansión de sueño con él, su nueva compañera y los hijos de esta. El mayor es Neil, un chico fascinante y enigmático en lucha permanente contra un pasado oscuro que no le da tregua. Como una palomilla atraída por la luz, Selene se siente cautivada por Neil. En un crescendo de eros y pasión, la chica demuestra estar dispuesta a todo con tal de entrar en la prisión de cristal donde él se ha encerrado para protegerse del mundo. Pero Neil no está dispuesto a abrirse a nadie, ni siquiera a Selene. Por más que se sienta atraído por ella, no quiere comprometerse. Sobre todo cuando en su vida irrumpe Player 2511, un desequilibrado en busca de venganza que la tiene tomada con él y su familia. Con sus enigmas, sus amenazas y sus ataques, el despiadado desconocido arrastra a Neil en un juego perverso y peligroso que tratará de ganar a toda costa, desatando una lucha sin cuartel. A merced de Player 2511, ¿logrará Neil no perderlo todo, incluso a Selene?
«En el siglo XX, en Europa», dice el narrador, «no queda lugar para tierras misteriosas ni anacrónicas aventuras robinsonianas…» Pero un joven seminarista, excelente traductor del griego y del latín, y absoluto ignorante de los códigos del mundo, se ve compelido a protagonizar una extraña peripecia…En El año de Gracia se reúnen muchos de los elementos de la novela clásica del género ―tempestades, naufragios, una isla desierta e, incluso, un especialísimo y ocurrente salvaje…― pasados por el tamiz peculiar al mundo onírico de la autora.
Una niña siente una envidia creciente hacia su hermana Nona a quien todo lo que le ocurre es “especial” y, lo que es peor, le ocurre a escondidas. Una mujer al borde del desahucio confía en una benévola y solitaria anciana que le invita a tomar café. Un grupo escolar comenta un cuadro, y de repente alguien ve en él algo inquietante que perturba la serenidad del momento. La narradora se aloja en un hotel madrileño y al salir vive un salto en el tiempo… Cristina Fernández Cubas revisita la infancia y la madurez, la soledad y la familia, la cotidianidad de nuestras casas y nuestras ciudades y nos descubre que en todos ellos tal vez aniden inadvertidos el misterio, la sorpresa y el escalofrío.
«Schubert: una criatura pintada en óleo sobre cobre, un hombre que despierta la sed en quienes lo miran, un personaje de cuyo pecho parte el kilómetro cero de una isla que la intérprete se propuso contar, aunque del intento quedara, apenas, este puñado de sal. Bienvenidos a la isla del doctor Schubert».
En este relato de imaginación desbordante y gran belleza, Karina Sainz Borgo mezcla la realidad con lo fantástico y el mito para levantar, con una prosa cuidadísima y muy poética, un mundo nuevo centrado en una isla imaginaria donde habita el doctor Schubert, medio médico y medio aventurero.
«[...] Nunca había estado Ursúa en mejores condiciones para emprender una aventura, más vigoroso, más dueño de su voluntad y de su lenguaje, y nunca, sin embargo, empezó a sentirse tan lejos del deseo de viajar, de iniciar campañas guerreras, de cabalgar persiguiendo sueños tras las montañas. [...] Cuando ya se sentía a las puertas del tesoro soñado por años, un tesoro más inmediato y deleitable lo había envuelto en sus redes, y si estuviera todavía a su lado Juan de Castellanos, tal vez el poeta habría dicho que la guerra y el amor se estaban disputando el corazón de Ursúa, y que siendo divinidades igualmente poderosas, era comprensible que el resultado fuera una invencible inmovilidad.»