Un empresario es asesinado en presencia de su hija, y su cadáver es disuelto en ácido sulfúrico. La consigna es clara: «Sin cuerpo, no hay crimen». Son cinco los hombres involucrados, dos de ellos abogados; todos deberán dar la cara en un juicio vibrante. Lobo Antunes nos abre la puerta a la mente de los cinco asesinos, desgranando sus móviles, los traumas y secretos de cada uno de ellos, rincones donde habitan la infamia, la perversión y el exceso.
Año 2045. La humanidad ha hecho frente a todo tipo de cataclismos y sigue tratando de salir adelante en el antiguo planeta de Datum. Desde que la revolución tecnológica le permitió acceso a las nuevas Tierras, nada ha vuelto a ser lo mismo.
Ni siquiera para Lobsang, que, convertido en un superordenador viejo y estropeado, trata de pasar por humano en un mundo remoto y cree estar llevando una vida de lo más corriente, la de un hombre de familia en New Springfield. Agnes y él incluso han adoptado un niño.
Entretanto, su viejo amigo Joshua ha emprendido su propio viaje: está buscando a su padre y reuniendo información sobre su familia.
Cuando Lobsang descubra que algo verdaderamente extraño y terrible está pasando bajo la superficie de su nuevo hogar, irá en busca de Joshua, convencido de que deben unir fuerzas para acabar con lo que demonios sea lo que está ocurriendo, o será eso lo que acabe con todos los mundos de la Tierra Larga.
Hasta ahora, Yeonghye ha sido la esposa diligente y discreta que su marido siempre ha deseado. Sin ningún atractivo especial ni ningún defecto en particular, cumple los requisitos necesarios para que su matrimonio funcione sin sobresaltos. Todo cambia cuando unas pesadillas brutales y sanguinarias empiezan a despertarla por las noches, y siente la imperiosa necesidad de deshacerse de toda la carne del frigorífico. A partir de ese momento, Yeonghye impondrá en casa una dieta exclusivamente vegetariana que su marido aceptará entre atónito y molesto. Este será un primer acto subversivo seguido de muchos otros que la llevarán a la búsqueda de una existencia más pura y despojada, más cercana a la vida vegetal, un lugar donde el poder erótico y floral de su cuerpo romperá las estrictas costumbres de una sociedad patriarcal y ultracapitalista.
Año 2.000 a. de C., Egipto, lugar en el que la muerte da sentido a la vida. A los pies de un acantilado se encuentra el cuerpo destrozado y retorcido de Nofret, la concubina del sacerdote de Tebas, Imhotep. Joven, hermosa y de lengua viperina, la mayoría estaría de acuerdo en que ha sido el destino: ¡merecía morir como una víbora!
Desde ese instante una maldición parece cernirse sobre los miembros de la familia de Imhotep, víctima de una serie de asesinatos. Pero Renisenb, la única hija de Imhotep, su sabia abuela y el escriba del clan sospechan que detrás de las muertes no se encuentra el espíritu de la concubina que ha vuelto para vengarse, sino un asesino bastante más terrenal.
En un periodo de neutralidad política (Barcelona 1917-1919), una empresa fabricante de armas abocada al desastre económico por los conflictos laborales es el telón de fondo del relato de Javier Miranda, protagonista y narrador de los hechos. El industrial catalán Savolta, dueño de ese negocio que vendió armas a los aliados durante la Primera Guerra Mundial, es asesinado.
El humor, la ironía, la riqueza de los matices y de las experiencias, la parodia y la sátira, la recuperación de la tradición narrativa desde la novela bizantina, la picaresca y los libros de caballerías hasta el moderno relato detectivesco, convierten La verdad sobre el caso Savolta en una tragicomedia inteligente y divertida, que ha situado a Eduardo Mendoza entre los más destacados narradores hispánicos contemporáneos. Como escribe Sergio Vila-Sanjuán en el prólogo escrito para la presente edición conmemorativa, “al cumplir cincuenta años esta novela, celebramos con ella el disparo de salida de una trayectoria que nos ha deparado a los lectores incontables alegrías y que, para nuestra felicidad, sigue activa y productiva en el momento presente”.
La mejor escritora nórdica actual, con más de diez premios literarios y un millón de lectores, regresa con «una novela deliciosa y pícara sobre el sentido de la existencia» (Elle)
Descendiente de un linaje de matronas, Dýja es también eso que en Islandia llaman «madre de la luz». Sus padres dirigen una funeraria, su hermana es meteoróloga: nacer, morir y, entremedias, superar unas cuantas tormentas. En plena amenaza de huracán, Dýja ayuda a traer al mundo a su bebé número 1922. Está tratando de arreglar el apartamento que ha heredado de su tía abuela, abarrotado de muebles, bombillas que parpadean y una caja de fruta llena de manuscritos: la tía Fífa continuó la labor que había comenzado la bisabuela de entrelazar los relatos de las antiguas comadronas que recorrían los páramos del país en plena ventisca con sus propias reflexiones excéntricas y visionarias sobre el planeta, la vida... y la luz.
Si hay un hombre que todos los argentinos conocemos es el gaucho Martín Fierro. Muchos menos conocen a su autor, el señorito José Hernández, y a menudo lo que saben de él está lejos de la verdad. En estas páginas su personaje, Martín Fierro, furioso y agradecido, rencoroso y querendón, nos cuenta la vida de su creador con los mismos versos gauchescos que lo hicieron famoso. Pero esta vez Fierro no canta, cuenta:
Aquí me pongo a contar
la historia que no quisiera:
la de esa culebra artera que
por contar una historia
me se robó la memoria,
me la cambió toda entera.
Se llamaba José Hernández,
aunque también se llamaba
Pueyrredón, porque alardeaba
de ser un hombre de abajo
y era rico pa'l carajo
más que la reina de Saba.
Su familia era de aquellas
que asaltaron nuestras tierras:
pampas, ríos, bosques, sierras,
todito se lo quedaron
y así nomás lo alambraron
para dejarnos ajuera.
Tras huir de Alemania, Nellie y Maria por fin encuentran en Nueva Zelanda un lugar seguro en el que establecerse con sus familias y abren una consulta veterinaria en un criadero de caballos. Pero su buena fortuna no dura mucho. Las consecuencias de la crisis económica mundial también afectan a su país de acogida y las dos amigas pronto deben emprender caminos separados. Además, la felicidad de Nellie y Walter comenzará a tambalearse cuando la Segunda Guerra Mundial irrumpa en sus vidas. Su hija, Grit, que colabora con las tropas estacionadas en la isla de Creta, corre un enorme peligro...