Gran conocedora del mundo antiguo, Natalie Haynes lleva años acercando en sus novelas los mitos clásicos a cientos de miles de personas desde una perspectiva contemporánea. Esta vez le toca el turno a Medusa, la única mortal en una familia de dioses, la Gorgona con serpientes en lugar de pelo cuya mirada podía convertir en piedra a un ser vivo y que sería decapitada por Perseo. Así es como la leyenda nos ha llegado hasta hoy, pero ¿qué pasaría, se pregunta Haynes, si todo lo que se ha dicho hasta ahora sobre ella estuviera equivocado?
Medusa crece con sus hermanas, Esteno y Euríale, y pronto descubre, por los cuidados que todo el mundo le procura, que no sólo es más bella que las otras dos, sino también más vulnerable. Es sensible, llena de una compasión que los inmortales no pueden comprender y preferirían aniquilar. Cuando la codicia lleva a Poseidón, el dios del mar, a cometer un acto imperdonable en el templo de Atenea, la vida de Medusa cambia para siempre: indignada y celosa, Atenea descarga su venganza sobre ella transformándola en un monstruo de pelo de serpiente y mirada petrificante. Horrorizada por sus poderes, Medusa ya no puede mirar a las personas que ama sin destruirlas y se condena a la soledad y el exilio… al menos hasta que Perseo, hijo de Zeus y Dánae, se embarca en una persecución para cobrarse su cabeza.
Capaz de romper barreras intelectuales y generacionales, Natalie Haynes aporta en esta fascinante novela empatía y matices a una de las primeras historias en las que una mujer es culpada, castigada y reprendida por los abusos de un dios todopoderoso, y nos ofrece una nueva versión de este sobrecogedor mito de rabiosa actualidad.
Las modistas de Auschwitz cuenta la historia de las veinticinco mujeres y adolescentes, la mayoría judías, que en medio del horror absoluto del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau fueron seleccionadas para confeccionar ropa a medida para las damas de la alta sociedad nazi. Sus habilidades se convirtieron en su única esperanza de salvarse de una muerte segura en las cámaras de gas.
Basándose en un impresionante trabajo de investigación, incluso en entrevistas con la última costurera superviviente, la novelista e historiadora Lucy Adlington ofrece una detallada e inestimable reconstrucción del vínculo de amistad que unía a aquellas valientes mujeres y su papel en la resistencia del campo, al tiempo que expone la codicia, la crueldad y la hipocresía del Tercer Reich.
Las mujeres de César es el retrato de la ascensión de Cayo Julio César hasta los lugares más prominentes de su mundo, y comienza con su regreso a Roma en el año 68 a. C. Durante los diez años que se verá confinado en Roma, César, además de dominar el foro, conquista a las mujeres más nobles de Roma. Pero utiliza el amor como otra arma más de las que dispone en su arsenal político para alcanzar su última y única meta: ser el más grande de todos los primeros hombres de Roma. ¿Héroe o canalla? Éste es un dilema que incluso hoy sigue siendo tema de debate, prueba de que la figura de César ha fascinado a generación tras generación. En Las mujeres de César, la cuarta parte de la gran saga sobre la Antigua Roma, Colleen McCullough descubre al hombre que se esconde tras la leyenda, y nos ofrece con gran maestría todos los datos y pormenores para que el lector decida por sí mismo.
«Las mujeres pueden ser heroínas». Cuando Frankie McGrath, estudiante de enfermería de veinte años, oye por primera vez estas inesperadas palabras, siente una revelación. Criada en el idílico y soleado sur de California y protegida por sus conservadores padres, siempre se ha enorgullecido de hacer lo que se espera de ella, de ser una buena chica. Pero en 1966 el mundo está cambiando y, de repente, su vida parece abrirse a nuevas posibilidades. Cuando su hermano parte para combatir en Vietnam, ella se une de manera impulsiva al Cuerpo de Enfermeras del Ejército para seguirle.
Allí, Frankie se siente igual de inmadura e inexperta que los jóvenes enviados para luchar, y se ve abrumada por el caos y la destrucción de la guerra. Además, un trauma inesperado la golpea al volver a casa, el de encontrar un país cambiado y dividido, un país que quiere olvidar. Frankie descubrirá el verdadero valor de la amistad y el dolor que puede causar un corazón roto.
Ramón Martínez es un abogado de éxito, un ateo convencido y un padre de familia como otro cualquiera. Pero todo cambia el día que Ramón tiene que ser operado y pierde la lengua ―y con ella la capacidad de hablar― y comienza para él una silenciosa tragicomedia. Carmela, la mujer de Ramón, comenzará a tener discusiones diarias con un marido que no puede contestarle; Paulina y Mateo, sus hijos adolescentes, tendrán que afrontar la nueva situación mientras lidian con sus propias obsesiones (la obesidad y el onanismo). Elodia, la asistenta supersticiosa, busca una cura milagrosa para su jefe, que acude a terapia con Teresa, una psicoanalista, que cultiva marihuana en su ático. En medio de todo este barullo, Benito es el nuevo miembro de la familia: un loro de una especie en peligro de extinción con el que, paradójicamente, Ramón se comunica mejor que con sus seres queridos y que es capaz de blasfemar y gritar todo lo que Ramón no puede.
En los momentos cruciales de su infancia, la niña siempre tenía a mano una naranja: la agarraba, la pelaba y la comía como si esa pieza de fruta fuera a consolarla de todos sus males. Más tarde descubrió una fruta distinta, más sabrosa, que había que comer a escondidas, lejos de las habladurías de la gente y de la mirada inquisidora de su madre; era una fruta prohibida, pero valía la pena correr el riesgo y disfrutar de aquella delicia.
Adoptada por un matrimonio evangélico de una pequeña ciudad industrial inglesa, la niña creció a la sombra del fervor religioso de toda una comunidad. Los primeros años de su vida fueron un ir y venir entre feligreses seducidos por los sermones y las palabras de la Biblia, pero cuando tenía poco más de diez años la niña supo que ella era distinta y que las leyes de su cuerpo la llevarían a descubrir otra forma de amar.