Un escritor que descubre a su padre esbozando su novela en el mismo café en el que él se refugia para crear su propia obra. Un marinero que planea asesinar al que será uno de los grandes nombres de la literatura de todos los tiempos porque lo ha utilizado como personaje de uno de sus cuentos sin su permiso. Un polaco con diez hijos a los que ha bautizado con los nombres de diez reyes de Inglaterra. Personajes dispares con una nota común: todos esconden oscuros secretos que se han esforzado en mantener ocultos, pero que, como ocurre con los grandes misterios, saldrán a la luz gracias a pequeñas coincidencias, cambiando tanto el futuro como el pasado de sus protagonistas.
Paul Auster fue un gran tirador cuando apenas tenía diez años y, como la mayoría de los niños estadounidenses de su generación, creció jugando con pistolas de juguete e imitando a los vaqueros bien armados de las películas del Oeste. Pero también sabe cómo las familias pueden quedar destrozadas como consecuencia de la violencia: su abuela disparó y mató a su abuelo cuando su padre tenía solo seis años y su familia nunca se recuperó del todo de las consecuencias de aquel acto.
Ningún tema divide más profundamente a los estadounidenses que el debate sobre las armas. Actualmente, hay más armas que personas en Estados Unidos, y cada día más de cien estadounidenses mueren a causa de ellas y otros doscientos resultan heridos. Estos números son tan catastróficos y desproporcionados con respecto a lo que sucede en otros países del mundo, que solo cabe preguntarse por qué. «¿Por qué Estados Unidos es tan diferente y por qué somos el país más violento del mundo occidental?», escribe Auster.
Una trama familiar que alcanza un gran aliento épico para reflejar las turbulencias de la historia española y europea del siglo xx.
En el año 2018, en busca de un clima más soleado y benigno, Primi e Isabelle, un matrimonio belga de clase media, deciden comprar una casa en la Costa Brava catalana. La propiedad, en los alrededores de Tossa de Mar, está muy próxima a un antiguo hotel, Casa Johnstone, que durante la Guerra Civil fue adaptado por sus propietarios como refugio para un nutrido grupo de niños republicanos, algunos de ellos procedentes de Mequinensa, en la Franja catalano-aragonesa. Primi, que es hijo de españoles emigrados a Bélgica en los años sesenta, acaba descubriendo que entre esos niños estuvieron su propio padre y su tío.
Este libro fundamental del movimiento contracultural beates una trinchera construida por poemas irreverentes, psicodélicos y libertarios que refleja, sin censura, el desencanto de la política y sociedad norteamericanas.
París, octubre de 1942. Un hombre y una mujer se conocen durante la ocupación de la ciudad. Ella es belga; él, judío. Se casan y tienen dos hijos, uno de los cuales es Patrick Modiano. Durante veinte años viven juntos, pero llevan vidas paralelas. A su alrededor, un mundo extravagante, lleno de personajes que aparecen y desaparecen y que ocupan las habitaciones del apartamento: hombres de negocios cuyas tareas son siempre indefinidas y misteriosas, cínicos aprovechados y estetas de pacotilla, actores mediocres y actrices de tres al cuarto, directores ya consagrados y amantes de personajes famosos, alcahuetes y aristócratas decadentes de dudosa sexualidad. Todos tratan de huir de la guerra y las deportaciones, y de arreglárselas como pueden en la difícil posguerra.
En estas páginas aparece un universo de rostros que Modiano intenta rescatar de las profundidades de la memoria para trazar un pedigrí imposible e indefinido. Pero también un cuadro de una época extraña en la que se presiente el desastre, y en la que los hombres parecen habitar la ciudad como si de una estación de trenes se tratara. Por primera vez, Modiano narra su infancia y su juventud en primera persona. Un texto autobiográfico clave para entender la obra de este autor extraordinario.
Una adivina errante encuentra una familia inesperada en este cálido y maravilloso debut de fantasía, perfecto para los lectores de Travis Baldree y Sangu Mandanna.
Tao es una adivina errante que viaja con su fiel mula como única compañía. Limita su don a los «pequeños presagios»: detalles como si granizará la semana que viene, a qué chico besará la camarera o cuándo parirá la vaca.
Sabe, por experiencia, que los presagios más grandes tienen consecuencias también grandes... Sin embargo, una de esas inofensivas fortunas se convierte en algo más cuando un ladrón (casi) reformado y un exmercenario la reclutan para encontrar a un niño perdido, y pronto se les une un panadero con ganas de aventura y un gato ligeramente mágico.
Así, Tao emprende un nuevo camino, pero a medida que baja sus muros, las sombras de su pasado se ciernen sobre ella y llegará el momento de decidir si merece la pena arriesgarlo todo para conservar la familia que nunca pensó que encontraría.
Todo pasó en los noventa: no solo se acabó el petróleo, sino que de los pozos agotados -y al mismo tiempo de las grandes concentraciones de basura en los océanos- creció la maraña, una forma de vida nueva, capaz de digerir el plástico y tóxica para los seres humanos. Esta gran pandemia casi destruyó la civilización, peor, a medida que avanzó el siglo XXI, la humanidad aprendió a sobrevivir en un mundo ya no globalizado. Un mundo de provincias por el que Federico Stahl, antiguo virtuoso adolescente del piano, se pasea en una gira musical que lo llevará por pueblos oníricos e inquietantes, personajes singulares (como un anciano imitador de Michael Jackson y una estrella enana del porno argentino), carreteras en ruinas dentro de la jungla de maraña y secretos de futuros más extraños aun, que acechan en la espesura, entre piratas postapocalípticos, juguetes perdidos y viejas variaciones para piano.
Para Byeon Siu, no existe otra cosa más importante que mantener las apariencias de cara a su madre: un perfil alto en sus estudios, una carrera universitaria, hacer que cada paso cuente y asegurar su futuro. Sin embargo, su vida meticulosamente organizada se ve sacudida cuando se topa con Enzo Luna, el hermano mayor de su mejor amiga, Zoe. Enzo y ella jamás se han llevado bien, por lo que Siu siempre ha mantenido las distancias con él. Pero, con su carisma despreocupado, un talento natural y su popularidad abismal, Enzo desafía todas las normas que Siu se ha impuesto.
A pesar de su resistencia inicial, Siu se encuentra atrapado entre su ambición y la atracción que siente por él. Un extraño giro del destino hace que ambos deban pasar más tiempo juntos y Siu empieza a darse cuenta de que Enzo no es solo el chico despreocupado que aparenta ser. Detrás de su sonrisa encantadora y su actitud relajada, hay inseguridades y sueños que resuenan con los suyos propios, revelando un mundo que hasta ahora le había estado prohibido.
Cuando las cosas empiezan a encajar y los secretos del pasado emergen, un solo deseo bastará para cambiarlo todo. Y será ahí cuando una nueva historia dará comienzo.
A ella se le encarga trabajar como «puente»: vivir con, ayudar y supervisar al expatriado conocido como «1847» o comandante Graham Gore. En lo que respecta a la historia, el comandante Gore murió en la condenada expedición de Sir John Franklin al Ártico en 1845, por lo que está un poco desorientado al vivir con una mujer soltera que muestra regularmente sus pantorrillas, rodeado de conceptos extravagantes como «lavadora», «Spotify» o «el colapso del Imperio Británico». Pero con un apetito por descubrir, un hábito de fumar siete cigarrillos al día y el apoyo de un encantador y caótico elenco de compañeros expatriados, pronto se adapta.
Pero lo que el puente pensó que sería, en el mejor de los casos, una complicada e incómoda dinámica de compañeros de piso, evoluciona hacia algo mucho más profundo.