Segundo volumen de «Pijas y divinas», una saga gamberra y divertida, con una trama repleta de trampas, errores, química sexual, romanticismo y mucho erotismo.
«De una boda, en teoría, sale otra boda. Chorradas. ¡Qué más quisiera yo!
Os seré franca, quiero casarme cuanto antes, pero no con cualquiera. En mi entorno el matrimonio es un arte y, a pesar de que he tenido novios y pretendientes, ninguno cumplía los requisitos, empezando por una cuenta bancaria saneada. Sé lo que pensáis, pero antes escuchad mis razones.
No valgo para trabajar y no me he criado entre algodones para ahora echarlo todo a perder. Necesito un esposo que no me saque muchos años y que no sea difícil de mirar; aunque, según mi madre, “a todo se acostumbra una, hija”.
Ahora que estoy en la boda de una amiga, miro alrededor y veo que aquí no encontraré al candidato. Así pues, seguiré buscando…»
Ailsa, una impulsiva guerrera, y Saghan, un sereno sacerdote, son los Hijos de la Nieve y la Tormenta, dos jóvenes nacidos de una leyenda y llamados a superar sus diferencias y unirse para guiar un reino fundado por dos pueblos profundamente distintos. Su complicada convivencia, la fuerza aplastante del destino y la sed de venganza de un dios desterrado serán sus principales desafíos en una gesta que pondrá en vilo el devenir de los Nueve Mundos.
Jorn está destinado a ser rey de Neimhaim, aunque su única ambición es vivir en las montañas salvajes donde ha crecido. Es retraído y solitario; todo lo contrario que su prometida, Sygnet, una hermosa joven que adora la corte y vive sin ataduras con la que no tiene nada en común. Antes de que la boda se celebre, Jörn tiene que afrontar una tradición: demostrar que es el mejor guerrero entre los suyos venciendo en duelo a su propia madre. Pero nada sucede como estaba previsto.
Lejos de allí, dos hermanos gemelos, Kjartan y Søren, descubren un secreto que podría cambiarlo todo. Y, mientras la Alianza pende de un hilo, Ênhedu-Inanna, una reina inmortal llegada del lejano sur, está dispuesta a aprovecharse de esa debilidad si con ello evita que su pueblo ancestral agonice.
En el subsuelo de Londres, como debajo de cada gran ciudad, existe un mundo desconocido e invisible, plagado de extraños seres, en el que sobrevivir depende de abrir las puertas adecuadas...
Hay mundos bajo tus pies, espías bajo las escaleras y formas que esperan al otro lado de los portales, que solo has atisbado en tus sueños. Tras leer Neverwhere nunca volverás a pasar por los sombríos lugares del mundo moderno con la misma confianza infantil.
Alma tiene diecisiete años, el pelo castaño, la boca un poco grande y los ojos oscuros.
Tiene dos amigas íntimas, Greta y Nata, un puñado de gente con la que se va de fiesta y el recuerdo de una noche que le gustaría olvidar.
Alma también tiene una cuenta en Instagram (@colemanmiller18, con 950K seguidores), aunque nadie sabe que es suya.
Pero de todo lo que Alma tiene, lo más importante está dentro de la mochila negra que lleva a la espalda. Es algo que va a cambiar su vida en un instante.
«Cuidado, aquí se esconde un violador.»
Es lo que dicen las grandes letras color sangre en la tela que Alma acaba de colgar en la fachada de su instituto.
Ariah Erskine se despierta el 12 de junio de 1950 entre mullidas almohadas, toallas bordadas y el suave arrullo de las cataratas del Niágara, donde se ubica su hotel. Es el primer día de lo que espera que sea una magnífica luna de miel con su marido. Pero al otro lado de la cama solo encuentra un lugar vacío. Tras unos días de afanosa búsqueda, la joven acepta que es ahora la viuda de un suicida y trata de rehacer su vida.
Hallará consuelo en Dirk Burnaby, que se convertirá en su segundo marido, y se establecerá con él en una casa cerca de las cataratas. Con el nacimiento de sus tres hijos, el retrato de familia feliz parece estar al completo, pero las aguas del Niágara aún no se han calmado y, con el tiempo, volverán a reclamar a sus víctimas.