Alguien debía de haber calumniado a Elfriede Jelinek porque el fisco alemán se presentó un buen día en su casa. Escarbaron en sus papeles, indagaron en su vida repartida entre Múnich y Viena, buscaron pruebas con las que llevarla a juicio y condenarla. La investigación quedó en nada. De la experiencia sufrida surgió, en cambio, este coro de voces espectrales, música huracanada que arrastra todo a su paso, revuelve los papeles y trastoca pasado y presente. Jelinek exhuma la historia de sus parientes perseguidos por el nazismo y levanta acta de acusación contra las hipocresías múltiples del poder, los esquiadores felices, los futbolistas que regatean impuestos y las muchedumbres dichosas que toman el sol en la playa y olvidan las vidas ahogadas en las aguas en las que se bañan.
Si el hombre es una noche, una nada vacía, y se obstina en locutar, en convertirse en correa de transmisión y vocero sin sueldo de una vida sin poesía, ¿cómo se puede responder? Frente a los secretos públicos de la tecnocracia, a la planificación del desastre, al correr sin cuento de las opiniones ajenas, a la carrera de armamentos, Peter Handke levantó con los textos recogidos en Cuando desear todavía era útil una noche distinta, propia y, sin embargo, abierta a todos, que miraba al hombre a los ojos y le devolvía imágenes detenidas: fotografías enemistadas con la fotografía y palabras rescatadas del hábito y del gesto vacío, de la noche del mundo. Hay un poema azul, y una divagación sobre el miedo, y un homenaje a un escritor distinto, y un paseo por el inhóspito París de la Défense, y un discurso que no lo es, y un poema a la irracionalidad y la felicidad.
Cada día es más común que nos sintamos abrumados por la obligación de ser felices, de perseguir nuestros sueños, nunca rendirnos y otras ideas semejantes que nos llegan desde las redes sociales y los libros de los gurús de moda que están «a caballo entre la felicidad maníaca y la psicopatía». A partir de su experiencia como psicólogo, Alejandro García Alamán nos brinda una herramienta de autoconocimiento, sin lenguaje técnico ni hechizos mágicos, al alcance de cualquiera, y que nos ayudará a comprender que muchas de nucleus. estras preocupaciones y malestares son más habituales y «normales» de lo que pensamos.