Él sabe que no puede tenerla. Ella, por más que se resista, que él es su debilidad.
Vera nunca ha querido comprometerse.
No ha tenido buenas experiencias con el amor y prefiere mantenerse alejada de un sentimiento que solo le ha traído sufrimiento. Sin embargo, todo cambia la noche que lo conoce a él y su mundo empieza a tambalearse.
César también ha sufrido.
Su última relación terminó de la peor manera posible, pero en el fondo no ha perdido la esperanza de volver a sentir ese cosquilleo en el pecho cuando llegue el momento. Y eso es justo lo que cree cuando el destino le pone en su camino a la chica menos esperada.
14 horas es cuanto necesitaban para descubrirse el uno al otro.
Pero ninguno imaginó lo caprichoso ―y cruel― que podía llegar a ser el universo.
"Vivo una relación con Édouard Louis y Didier Eribon que ya dura más de diez años. Desde los primeros meses de esta amistad, algo cambió en nuestras vidas, se produjo una quiebra profunda en nuestras existencias: empezamos a viajar juntos, a cenar los tres casi sistemáticamente, a crear, a pensar y a intervenir juntos en el espacio público, a celebrar juntos nuestros cumpleaños y los momentos tradicionalmente asociados a la familia, como la Navidad, a compartir la integridad de nuestra vivencia. Más allá de la amistad, esta relación se ha convertido para nosotros en un modo de vida, un conjunto de emociones y de experiencias compartidas, con sus ritos, sus lugares, sus tiempos, sus conexiones con los demás, con el mundo cultural e incluso con el mundo en general.