Lao Tsé no fundó ninguna escuela. No sintió el deseo ni la necesidad de hacerlo, porque no tenía la intención de difundir una doctrina. Vislumbró las grandes conexiones universales, y vertió dificultosamente lo visto en palabras, dejando a otros espíritus afines de épocas posteriores la tarea de seguir sus indicaciones y de contemplar por sí mismo el conjunto del mundo y las verdades que él descubrió. Lo cierto es que en todos los tiempos han existido pensadores capaces de elevar su visión por encima de los fenómenos pasajeros de la vida humana hacia el eterno sentido del proceso cósmico, cuya grandeza desafía toda conceptualización. Esta versión del Tao Te King, fielmente traducida y comentada por Richard Wilhelm, pone al alcance del lector contemporáneo el mensaje atemporal de Lao Tsé. Quiera el Tao que en ella encuentre la paz y el alivio que resultan de restarle importancia a la seriedad de la vida, una seriedad que carece de valor esencial intrínseco.
En su primera e innovadora obra, El plan de tu alma, Robert Schwartz popularizó el concepto de planificación prenatal. En su segundo libro, El don de tu alma, siguió profundizando en el concepto al examinar la planificación prenatal de otros desafíos vitales. Ahora, en este tercer libro, El amor de tu alma, explora la planificación prenatal de los retos relacionados con las relaciones sentimentales: la infidelidad, la impotencia, la crianza de los hijos en solitario tras la muerte de la pareja, la soltería y las relaciones célibes. En la presente obra, en la que vuelve a contar con la ayuda de prestigiosos médiums y canalizadores e incorpora las regresiones que realiza como hipnotista cualificado, Schwartz aporta una gran sabiduría y mucho amor desde «el otro lado» para explicar por qué planificamos esas experiencias antes de nacer.
En el último volumen de Pies descalzos descubrimos a un Gen más maduro y fuerte. Con él compartimos algunas alegrías: recupera a su hermano Koiji; descubre que su gran pasión es la pintura; los éxitos compartidos con los diseños de Natsue y Katsuko; o cuando descubre el amor junto a Mitsuko. No obstante, también sufriremos con él cuando sienta impotencia ante la guerra contra Corea y la amenaza por parte del ejército estadounidense; cuando pierda su casa, el hogar de sus padres y lo último que le queda de su familia; o cuando empiece a ser consciente de que la bomba todavía sigue cobrándose vidas. Desde el día de la tragedia han aumentado los casos de cáncer y otras enfermedades terminales, y todo apunta a que la siguiente víctima será Natsue.