Estocolmo, finales de agosto de 2011. Petra, una joven astrofísica, ha calculado que la atmósfera colapsará en doce días, concretamente el 7 de septiembre, y el mundo que conocemos llegará a su fin. Más o menos al mismo tiempo, Johan acaba de perder su trabajo como cartero y, para colmo de males, se enfrenta con tristeza al abandono de su hermano Fredrik, que acaba de iniciar una brillante carrera diplomática en Italia. El encuentro entre Petra y Johan será el comienzo de una aventura tan delirante como divertida: partiendo hacia Roma en busca de Fredrik, se topan con Agnes, una viuda de setenta y cinco años que ha hecho fortuna camuflada como joven influencer en las redes sociales. Convencido de la inminente fatalidad anunciada por Petra, este extraño e improvisado trío se embarcará en una autocaravana azul celeste con la esperanza de hacer del planeta un lugar más justo... en menos de dos semanas. Así, entre cócteles con Barack Obama, extrañas colaboraciones con dictadores africanos y conflictos diplomáticos de todo tipo, mientras la mayor amenaza de la historia se cierne sobre la Tierra, los tres amigos acabarán trastornando por completo no sólo sus vidas, sino la de cualquiera que se cruce con ellos.
Combinando realidad y ficción en una fabulosa sátira, La pitonisa y el idiota es una historia que nos hace reír y emociona. Con ella, Jonas Jonasson regresa a la veta más cáustica de El abuelo que saltó por la ventana y se largó y nos seduce con una narración original que combina el sentido lúdico de la aventura y una mirada dulce y ácida al mundo actual.
Esta obra estudia la obra de Enrique Dussel, en la cual se integran experiencia, cultura y circunstancias alrededor de un núcleo problemático: sujeto y alteridad. Sobre este eje descansan las coordenadas de nuestra incursión, encaminada hacia una comprensión holística del entramado filosófico de su pensamiento.
A pesar de mi zambullida en la literatura dominicana de los diez últimos años, tengo que admitir que pocas novelas llegaron a sacudirme de una manera tan integral y profunda como una de las primeras obras dominicanas que leí y que junto con muchos escritores y críticos sigo considerando una novela cumbre. Me refiero a Sólo cenizas hallarás (bolero) de Pedro Vergés. Lo interesante es que las tendencias que acabo de pergeñar y muchas más pistas (a veces todavía poco transitadas) ya se hallan (a veces en germen) en esta obra. Pedro Vergés (1945) trata el desengaño, el vacío y la desorientación después del trujillato, indaga en la oposición campo-ciudad,incluye la diáspora en constante diálogo con lo dominicano, evoca a los subalternos mediante el tíguere, el teniente Sotero, y la empleada Lucila en su constante mimicry, integra el problema del patriarcado y exalta la fuerza de la mujer, hace uso de la ironía y del humor que hacen más llevaderas y nada dogmáticas ciertas ideas, comenta el desarraigo profundo, introduce el lenguaje dominicano y la cultura popular de una manera a veces muy sutil.
Rita de Maeseneer (2003)