Desde muy niño encontré en la escritura una forma de ver mi realidad circundante de otra forma. Nunca olvidará que la primera Historia que “me inventé” resultó tan creíble que terminó teniendo que disculparme con los “personajes” (utilicé nombres de personas reales...tenía apenas unos 12 años...ahi aprendí que no solo tenía que “inventar” las historias, también tenía que “inventar” los nombres de mis personajes). Devorá con un hambre insaciable los libros de Juan Bosch, Garcia Márquez, Pablo Neruda y todo cuanto me llevara mi Padrino Juan Bautista (el hombre más instruido que he conocido, quien se convirtió en mi maestro). En esos mismos tiempos descubrí que tenía “alguito” de talento para la Poesía. Le escribía cartitas de amor a las chicas, las que les gustaban tanto a ellas como a mis amigos, que me convirtieron en su “redactor”: Ellos me decian sus sentimientos y yo los convertía en “Poemas”.
Actuar con moderación, ver las cosas no solo desde nuestra perspectiva, descubrir aquello que está fuera de nuestro control, desarrollar la empatía, asumir la autocrítica, analizar las causas de nuestra ira e impaciencia… Esto es lo que este extraordinario manual nos permite aprender al aplicar la filosofía estoica en nuestro día a día.
A través de 52 lecciones, el filósofo Massimo Pigliucci y el terapeuta Gregory Lopez nos muestran cómo superar las dificultades y hallar la tranquilidad en el mundo moderno con las enseñanzas de Séneca, Musonio Rufo, Epicteto o Marco Aurelio. Partiendo de los tres grandes objetivos del estoicismo —la Disciplina del Deseo, la Disciplina de la Acción y la Disciplina del Asentimiento—, los autores proponen una serie de ejercicios semanales y cuestionarios con el fin de llevar un registro de los progresos realizados al incorporar realmente la filosofía estoica en nuestras vidas.