Durante los años noventa Michael Ignatieff recorrió las principales zonas de guerra: Serbia, Croacia y Bosnia; Ruanda, Burundi y Angola; y Afganistán. El honor del guerrero es una brillante reflexión, que resuena hasta nuestros días, sobre lo que presenció en lugares donde la guerra étnica se había convertido en un modo de vida.
En una serie de retratos impactantes (y demasiado extrapolables a la actualidad), el premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2024 describe el surgimiento de los nuevos intervencionistas morales —los cooperantes, reporteros, pacificadores, delegados de la Cruz Roja y diplomáticos—, quienes creen que la miseria de otras personas, por lejos que estén, nos concierne a todos. Nos enfrenta a los nuevos guerreros étnicos —los señores de la guerra, los guerrilleros y los paramilitares—, que han incrementado el carácter salvaje y violento de la guerra posmoderna de una forma sin precedentes. Del encuentro de estos dos grupos, extrae conclusiones sorprendentes y alarmantes acerca de la ambigua ética del compromiso, las limitaciones de la justicia moral en un mundo en guerra y el inevitable enfrentamiento entre los que defienden las lealtades tribales y nacionales y los que hablan el lenguaje universal de los derechos humanos.
Eliza necesita dejar al enamoradizo de su padre en un hogar de ancianos y este se niega. Ambos toman entonces un tren al sur en busca de una media hermana escurridiza y del sueño del padre de pacificar a su desunida familia. En su peregrinar se encuentran con un grupo que viaja en la misma dirección a recuperar sus tierras ancestrales. Pronto se darán cuenta de que el pasado los une. Padre e hija se suman a esta alucinante misión, llena de personajes y situaciones inolvidables, que los llevará al límite de los deseos y las pasiones humanas.
La Caldini es acusada por su marido de abandonar el hogar en común. Durante el juicio se involucra con una abogada y un ex preso político que la llevan de regreso a sus años de juventud, al barrio El Salto y a una lucha contra la dictadura que le parece muy distante, como si la joven de entonces no fuese ella.
Cargada de humor negro, con personajes y episodios carnavalescos, El futuro es un lugar extraño propone una desopilante vuelta a un Chile de los años ochenta que no huele a souvenir. Una delicada puesta en escena narrativa permite a la autora relatar la experiencia quebrada y fantasmal de una mujer congelada entre sus sueños políticos de juventud y el sofocante presente.
Henry Turner se da cuenta de que va a tener que currárselo cuando acaba en una clase complicada con el profesor que menos le gusta. Encima, ahora es el nuevo capitán del equipo de hockey, así que no puede permitirse fallar. Pero todo cambia cuando se cuela en un club de lectura accidentalmente y conoce a Halle Jacobs.
Ella es una auténtica superestrella cuando se trata de hincar los codos. Aunque entre sus propias clases, el trabajo, el club de lectura y la novela que está intentando
Tristan Caine, el Cazador, no estaba preparado para la llegada de Morana Vitalio. Tras romper una promesa que llevaba defendiendo años, dentro de él se origina una batalla encarnizada entre su futuro y su pasado. La única certeza que tiene es que la vida de Morana aún le pertenece.
A Morana Vitalio, la línea entre enemigos y aliados cada vez le parece más difusa. Su mundo se ha desintegrado ante sus ojos y, ahora, se enfrenta al vacío de lo desconocido en territorio hostil. La única certeza que tiene es que ella es la dueña de su propia vida.
Unidos por un enigma de hace más de veinte años, Tristan y Morana buscan juntos la verdad. Sin embargo, el misterio de las niñas desaparecidas es solo la punta de un gran iceberg.
Quedan muchos esqueletos por desenterrar.
Y se acerca la tormenta.
Adriana Peña, técnica de sonido de Navacerrada, vive tan enamorada del famoso cantante estadounidense Deacon Black que incluso lleva tatuada una frase de una de sus canciones. Por eso, cuando le ofrecen trabajar en la gira asiática de Deacon, acepta emocionada. Aunque su relación es puramente laboral, una noche coinciden en el spa del hotel y hablan de todo menos de trabajo. Disimular estando a solas con su crush se le hace muy difícil, pero debe ser profesional, así que se calla sus sentimientos.
Tras una dolorosa ruptura, Deacon se sumerge en su gira mundial y no quiere saber nada de su ex. Al finalizar el tour, Adriana lo invita a pasar las fiestas en su hogar en Navacerrada. Deacon, que odia la Navidad, acepta sin saber que el espíritu navideño lo espera.