Un rey anciano, ávido lector, casi ciego, envía a dos de sus súbditos a dar la vuelta al mundo en busca de historias extrañas y maravillosas. Los dos hombres emprenden el viaje y a su regreso, a lo largo de trece noches, cada uno le cuenta al rey sobre los libros que ha encontrado: está el libro que nadie puede leer porque va demasiado rápido, el libro que se busca por todo el país con la policía pisándole los talones, el libro abandonado en la estantería de una librería de segunda mano (feliz, a pesar de las páginas gastadas, porque ha acompañado a una persona que lo ha leído mil veces a lo largo de su vida), el libro que solo niños muy pequeños pueden leer, el diario que comparten dos niños y que contiene secretos muy dolorosos … y muchos otros más.
A través de esta obra ilustrada única, nos embarcamos en un viaje cautivador y reconfortante que nos enseña la fuerza de la palabra escrita, el poder y la importancia que tienen los libros en nuestras vidas, y las diversas maneras en las que interactuamos con ellos.
¿Y si no existen las casualidades y todo pasa por algo?
Céline ha estado enferma desde pequeña, y eso ha condicionado su presente y desdibujado su futuro. Hasta que la vida le da una segunda oportunidad y su pequeño mundo se llena de esperanza. Ante ella se abre un futuro repleto de posibles, pero también de decepciones y desengaños que la obligarán a salir de la burbuja en la que siempre ha vivido.
Julien siente que ha perdido el control de su vida y que su mundo se desmorona. Ya no soporta las luces, el ruido ni las prisas de una ciudad como París. Y se ahoga dentro de una pregunta para la que no puede encontrar respuesta.
Un tropiezo fortuito hará que las vidas de Céline y Julien se unan. O no. Porque hay casualidades que conectan a las personas, pero hay otras que las separan irremediablemente.
Valeria hizo grandes sacrificios como protagonista activa de los cambios políticos de su país, Nicaragua. Tras su muerte en Madrid, en plena soledad, le corresponde a su hija Penélope viajar a España y ocuparse de sus bienes materiales. Rodeada de las pertenencias de una madre que siempre sintió ausente, Penélope resolverá incógnitas inesperadas y conocerá la apasionante vida de una mujer marcada por triunfos y derrotas, la clandestinidad y las vicisitudes del amor.
Un silencio lleno de murmullos es una emocionante novela sobre la zozobra de los secretos familiares y sobre los costes personales del compromiso político para una madre y su hija.
Exiliada en Madrid desde 2022, Belli ha escrito esta novela desde su propia experiencia como madre y como militante que ha vivido el auge y la caída del sueño revolucionario. «Los hijos de quienes nos involucramos en la revolución sufrían una suerte de abandono. El de los padres se aceptaba. Otra cosa pasaba con las madres. Esa ausencia materna cargaba a ambas partes con un nivel de reproche y culpabilidad muy doloroso. He pensado
en mis hijas escribiendo esta novela», Gioconda Belli.
Iago del Castillo es un carismático y atractivo longevo de 10.300 años de edad con un cerebro prodigioso.
Sin embargo, cuando una mañana despierta en San Francisco, lejos de su hogar en Santander, no es capaz de recordar ni su nombre ni los detalles de la misteriosa investigación que le ha llevado hasta allí; una investigación con la que pretende descifrar los motivos por los que ni él ni los demás miembros de su familia envejecen.
Pero ni Iago ni Héctor, su padre, tienen intención de compartir los resultados; ellos son conscientes de los riesgos y el sufrimiento que implica su modo de vida. Son sus hermanos Jairo (un conflictivo escita de casi 3000 años) y Kyra (una huidiza celta de 2500 años) los que, cansados de transitar solos a través de los siglos y hastiados de tener que enterrar a sus hijos, están empeñados en crear una estirpe de longevos como ellos.
Al mismo tiempo, Adriana, una arqueóloga especializada en Prehistoria, está dispuesta a aprovechar que el destino la ha traído de vuelta a su Santander natal para aclarar el extraño suicidio de su madre ocurrido quince años atrás.
Desde el principio, Iago y ella sentirán una poderosa atracción el uno por el otro, aunque ambos intenten ignorarlo.
Cuando morir no importa, todo está permitido. Elena Blanco, inspectora de la Brigada de Análisis de Casos (BAC) se enfrenta a su peor enemigo, una poderosa organización integrada por personalidades del mundo de la empresa, la política, la judicatura y la policía. El Clan. Enfrentarse a él es acabar muerto. Aun así, la BAC afronta el desafío. Pero cuando Elena recibe unas imágenes en las que Zárate aparece tendido sobre un charco de sangre, comete un error imperdonable.
Con la inspectora en busca y captura, acusada del asesinato de un policía, y Zárate desaparecido, Mariajo, Reyes, Orduño y Buendía hacen la guerra por su cuenta. La llegada de una nueva inspectora en sustitución de Elena empeora la situación: parece enviada por el Clan con la misión de acabar con la BAC y llevar a Blanco a la cárcel.
Sin embargo, el hallazgo de unos cadáveres que han sido eviscerados lleva la investigación de Elena a cruzar todos los límites para salvar a su Brigada y encontrar a Zárate, sin saber si está vivo o muerto.
Es el principio del fin de la BAC.
Ninguno de sus miembros se había enfrentado a un asesino tan despiadado como el Clan.
Este libro comienza con un pequeño milagro: en 1991, un grupo de chicos afroamericanos de un conflictivo instituto de Harlem ganó al todopoderoso colegio privado Dalton en el Campeonato Nacional de Ajedrez para Alumnos de Secundaria. Detrás de ese éxito inesperado se encontraba el joven maestro ajedrecista Maurice Ashley, que demostró dos cosas: que el talento no es innato y que la motivación y el desarrollo del carácter son clave para el éxito, incluso cuando todo parece estar en contra.
El psicólogo organizacional Adam Grant está convencido de que querer es poder, pero también es consciente de que, en ocasiones, uno puede perder de vista sus objetivos y venirse abajo ante las adversidades. Es ahí cuando entra en juego la educación como gran agente revulsivo. Como el propio autor confiesa, «si hubiera juzgado mi potencial por mis primeros fracasos, me habría rendido enseguida. Lo que aprendí por el camino me ayudó a crear mis propios andamiajes para avanzar en el futuro».