Volando con las alas rotas es un testimonio de lucha, transformación y renacimiento, un viaje íntimo donde el dolor, la pérdida y la adversidad se convierten en maestros de vida. Pero en medio de cada desafío, surge una revelación profunda: «la esencia del Ser se reveló ante mí: simple y extravagante, humilde y soñadora, serena y altiva. Encontré el balance. Soy yo. Un ser único. Armonía y equilibrio». Con una prosa emotiva y honesta, la autora nos invita a abrazar nuestras cicatrices, a encontrar luz en la oscuridad . "y a descubrir que, incluso con las alas rotas, siempre es posible seguir volando.
Un divertido álbum rimado para recordar
que nuestras diferencias son lo que nos une
y que lo más importante es la compañía de nuestros amigos.
Es un día especial para Mada y todos están ilusionados:
¿cuál será la mejor idea para celebrar su cumpleaños?
¿Podrán organizar una fiesta bestial que se convierta en la más genial?
La familia Poveda echó sus raíces al lado de la iglesia católica y le tocó ejercer su cristiandad en una de las épocas más oscura de la fe. A finales del siglo XVI y principio del XVII, la Santa Madre iglesia, necesitó
de su feligresía la disposición total de sus mejores líderes para que salieran por las colonias establecidas y por establecer a difundir la palabra de Dios y entre las escogidas, para encabezar la delegación, estuvieron María de los Remedios Poveda y su sobrina Gertrudis Poveda junto a su congregación. Estos misioneros no vendrían a la Isla como parte de un servicio a las
damas y cortesanas de los conquistadores, pues ya en
ese tiempo la colonia estaba interesada en una expansión más allá de la ciudadela establecida al lado izquierdo del estuario del Río Ozama.
La leve gracia de los desnudos llegó a mí sin pedir permiso, como un fresco tridimensional de sensaciones, una paleta de historias magistralmente entrelazadas. Regreso a ese nicho de luces y sombras una y otra vez, escudriño en sus imágenes casi cinematográficas cuánto de brutal y sutil esconde. Esta obra convirtió a Alberto Garrido en un escritor imprescindible para nuestras letras. Ana lvis Cáceres No es solo precisión sórdida de las palabras, su engranaje visceral, su trote germánico por la página, lo que confiere intensidad y tensión, sino el trazo finísimo de los personajes. Las imágenes son el más grande logro de esta obra. El derroche de luz y de sombra. El erotismo úrico, de linaje.