Tras varios meses en las sombras, la familia de extraños intenta recomponerse. El mundo de Caleb se ha desmoronado. El tiempo transcurre, pero él sigue viviendo en esa misma noche. Sigue paralizado en ese mismo dolor. Su familia necesita que despierte. Él necesita buscarla. Y necesita encontrarla. El mundo de Victoria se ha transformado. Intenta descubrir quién es, pero su antiguo yo sigue fragmentado en cientos de pedazos. El chico que la acompaña necesita que ella sea fuerte. Ella necesita entender por qué siente esa conexión con él. Y por qué una voz en lo más profundo de su cabeza le dice que tiene un hogar al que volver. Huir ya no es una opción para nadie. La única posibilidad de supervivencia es enfrentar el pasado y desafiar el olvido. ¿Se puede cambiar el destino cuando ya ha sido escrito? ¿Se puede encontrar aquello que ya se ha perdido?
La relación de Nick y Noah está pasando por su peor momento, y parece que nada podrá volver a ser como antes... Van a tener que pasar por muchas cosas para finalmente comprender si de verdad están hechos el uno para el otro o si por lo contrario, estar separados es lo que de verdad les conviene.
Pero ¿acaso se puede olvidar un amor tan fuerte? ¿Cómo pueden borrarse los recuerdos tatuados en el corazón?
El amor no siempre es suficiente y el perdón a veces no basta para solucionar las cosas.
¿Serán capaces de dejar atrás el pasado y volver a empezar?
Cuando Noah se enamoró de Nick sabía que su relación no iba a ser fácil: son polos opuestos, fuego y electricidad, y cuando están juntos saltan chispas... en todos los sentidos.
Hasta ahora, la pasión ha sido más fuerte que el orgullo, pero la diferencia de edad, la universidad, las fiestas, sus padres y los fantasmas que acechan a los dos les ponen a prueba una y otra vez, como una bomba de relojería que amenaza con hacerles estallar.
¿Está Noah realmente preparada para enfrentarse a sus miedos y volver a confiar en alguien?
¿Podrá Nicholas dejar atrás su pasado y abrir el corazón a una sola persona?
Kamila Hamilton lo tenía todo bajo control... o eso creía: no entraba en sus planes que los hermanos Di Bianco volviesen de nuevo para poner su mundo al revés.
Thiago fue quien le dio su primer beso.
Taylor el que siempre la protegió.
El regreso de los hermanos hace que la vida aparentemente perfecta de Kami se tambalee. Ella ya no es la niña inocente que conocieron: desde que se fueron, parece que nadie puede acceder realmente a ella... nadie excepto ellos.
¿Podrá resistirse Kami a la simple presencia de Thiago?
¿Qué sucederá cuando Taylor comience a mirarla diferente?
¿Estallará todo en mil pedazos una vez más?
El mundo de Caleb se ha desmoronado. El tiempo transcurre, pero él sigue viviendo en esa misma noche. Sigue paralizado en ese mismo dolor. Su familia necesita que despierte. Él necesita buscarla. Y necesita encontrarla.
El mundo de Victoria se ha transformado. Intenta descubrir quién es, pero su antiguo yo sigue fragmentado en cientos de pedazos. El chico que la acompaña necesita que ella sea fuerte. Ella necesita entender por qué siente esa conexión con él. Y por qué una voz en lo más profundo de su cabeza le dice que tiene un hogar al que volver.
Huir ya no es una opción para nadie. La única posibilidad de supervivencia es enfrentar el pasado y desafiar el olvido.
Paul Cézanne y Émile Zola iniciaron en la infancia una amistad que enlazaría sus destinos de por vida: no sólo compartían origen geográfico, medio social y educativo, e intereses intelectuales, sino también una profunda complicidad. Pese a la distinta suerte artística de cada uno―Zola alcanzó pronto reconocimiento y éxito, mientras que Cézanne, aislado, apenas expuso su obra hasta el final de su vida, gracias a Ambroise Vollard―, mantuvieron un fructífero diálogo durante treinta años, incluso después de la publicación de La obra en 1886 en la que supuestamente Zola retrataba a su amigo pintor de un modo poco favorable. Estas cartas muestran bajo una nueva luz la riqueza de una amistad tan compleja como genuina, y la singular sensibilidad de dos artistas que tuvieron el privilegio de conocerse y lo celebraron sincerándose sobre sus preocupaciones más íntimas, artísticas y personales, a menudo indistinguibles para ambos.