Este no es un libro científico ni es un tratado de administración. Tampoco es un libro de crecimiento. Es un taller de herramientas para ser usadas según se ajusten a las circunstancias. Pueden servir también para evitar momentos inoportunos e incluso para tomar partido por algunas ideas y rechazar otras. La empresa, el trabajo, sus actores, las posiciones asumidas por unos y otros, me sirven de abanico para saltar de tema en tema sin el cuidado necesario de marcar los pasos a ritmo de uno, dos y tres. Aquí se juntan merengues, salsas, baladas y boleros, con tango, rock and roll, paso doble y, sobre todo, con el cambalache de la vida. El cuestionamiento y el clamor bailan el vals de la esperanza, soñando que humanismo y razón se consagren como la orquesta remedio, donde todos toquen, canten y bailen. En algunos tramos viajo a contra marcha, consciente de que mi estandarte desdice el ondear de la mayoría de las banderas.
La diferencia entre Mateo Morrison y casi tosdos los demás homenajeados por la Feria del Libro, es que además de un creador de una obra consolidada trascendente, reconocida ya por los más importantes premios y homenajes, se trata de un gestor cultural/literario de trayectoria extensa y productiva que ha dado como resultado el auspicio por más de 40 años, a carreras literarias de importantes escritores. Morrison también ha promovido la realización de eventos y acontecimientos de y para creadores de literatura y en especial de la poesía.”
La antología Cantar de amapolas, es un valioso caudal de composiciones poéticas de autores de Gaspar Hernández en cuya lírica fulgura el encanto de la naturaleza, el sentimiento de las sensaciones entrañables y la emoción de valorar y vivir el amor a la patria chica mediante el arte de la creación poética.