Primero de poeta son todos los papeles que rellené y quemé, todos los pasos que no di, las vidas que perdí. Todas las declaraciones de amor que callé, los sueños que rompí, los miedos de los que aprendí. Es mi impaciencia, mis ganas de sentir y el pánico. Es descubrir que mis miedos siempre ganan la partida. Es empujarte a irte por si te acercas demasiado. Es querer que te acerques demasiado. Primero de poeta son todos mis errores. Y mi cura.
Después de una década, decenas de miles de personas han cursado ya Primero de poeta con Patricia Benito y nadie ha salido indemne de sus lecciones, como siempre sucede con la buena poesía. Esta edición especial conmemorativa revisada por la autora recrea la historia de su escritura, su creación y su publicación a través de notas inéditas que explican el trasfondo de algunos de sus textos más icónicos.
Cansada de la estresante vida de la ciudad, Laura decide trasladarse con su pareja a una casa en Nevà, un pequeño pueblo de los Pirineos. La idea es pasar tres meses de prueba antes de atreverse a dar el gran salto y, tal vez, mudarse de forma definitiva.
Pronto se reencontrará con todo un ecosistema muy familiar y que casi había olvidado: el de su infancia en la fría tierra de Teruel rodeada del lenguaje de las flores, los árboles y las plantas, así como el de toda una estirpe de mujeres comprometidas con el amor y el conocimiento de la naturaleza que le inocularon el «furor botánico». Su bisabuela Pilar, que curaba los desánimos con azafrán y la planta de San Juan; su abuela Carmen, con la que Laura recogía la aceituna; su madre, que sigue mandándole alcoholes para friegas, y su hermana Marina, que calma las rabietas de su hija con aceites esenciales.
Entre recuerdos entretejidos con espléndidas ilustraciones, paseos por los senderos de los bosques para recoger setas, proyectos para su nueva casa y consejos para ajardinar nuestras vidas, Laura nos descubre la exuberante bondad del universo de las plantas.
Pocos meses antes de morir, Ted Hughes sorprendió al mundo con la publicación de Cartas de cumpleaños, un libro donde se reunían los poemas que, a lo largo de las últimas décadas, le había escrito en silencio a su primera esposa, la poeta norteamericana Sylvia Plath, quien acabó con su vida en febrero de 1963. A lo largo de estas páginas, Hughes, desde el centro de la intimidad, recuerda su relación con Plath, comenzando por el día en que se conocieron hasta los constantes y fatales tormentos que desembocaron en el suicidio de la poeta.
Más allá de la anécdota biográfica, Cartas de cumpleaños es ya uno de los poemarios fundamentales de fi nales del siglo XX, una valiente conversación con una amada sombra en el quieto contraluz del recuerdo, una celebración de la vida, de la pasión extrema, a la vez que una poderosa meditación sobre la muerte. Y, por encima de todo, constituye la fulgurante despedida de uno de los mayores poetas de nuestro tiempo.