¿Qué harías si el destino te hiciera cruzarte con el hombre perfecto hasta cuando sacas la basura en pijama? ¿Enamorarte, volverte loca… o ambas?
Ada lleva un tiempo de sequía amorosa cuando empieza a encontrarse en todos lados, como por arte de magia, con un auténtico dios griego. Tomando el sol en la playa, en el trabajo, incluso sacando la basura; allí está él, como si estuviera destinado a provocar que a Ada se le haga la boca agua. Parece que ha sido abducida por una comedia romántica, pero la realidad siempre es peor que la ficción y digamos que, en este caso, él viene acompañado de algún pequeño inconveniente (o no tan pequeño). Por mucho que lo intente, Ada no es capaz de huir de él. ¿Cómo se librará de esta?
Coincidencias, malentendidos y tensión sexual son el cóctel perfecto de esta historia de amor llena de caos. Con miles de lectores, Raquel Antúnez sabe escribir una buena comedia romántica con la que divertirse y enamorarse.
Una adivina errante encuentra una familia inesperada en este cálido y maravilloso debut de fantasía, perfecto para los lectores de Travis Baldree y Sangu Mandanna.
Tao es una adivina errante que viaja con su fiel mula como única compañía. Limita su don a los «pequeños presagios»: detalles como si granizará la semana que viene, a qué chico besará la camarera o cuándo parirá la vaca.
Sabe, por experiencia, que los presagios más grandes tienen consecuencias también grandes... Sin embargo, una de esas inofensivas fortunas se convierte en algo más cuando un ladrón (casi) reformado y un exmercenario la reclutan para encontrar a un niño perdido, y pronto se les une un panadero con ganas de aventura y un gato ligeramente mágico.
Así, Tao emprende un nuevo camino, pero a medida que baja sus muros, las sombras de su pasado se ciernen sobre ella y llegará el momento de decidir si merece la pena arriesgarlo todo para conservar la familia que nunca pensó que encontraría.
Vendedores perros es un best seller internacional que ha inspirado a pequeños empresarios, vendedores y dueños de negocios en todo el mundo a lo largo de casi una década. Su mensaje es claro: la diferencia entre tener «una idea millonaria» y ser realmente millonario es tu habilidad para vender tu idea, concepto, servicio o producto. Ya sea que estés buscando trabajo, reclutando un equipo excelente, vendiendo un servicio o tratando de incrementar tu capital… las ventas deben ser tu habilidad número uno.
Con las cinco habilidades clave que nos muestra este libro, mejorarás tus ingresos y superarás cualquier miedo, duda o negación que tengas acerca de las ventas. Si aprovechas tus fortalezas y las herramientas que nos presenta este libro, podrás ver un cambio radical en tu actitud, para alcanzar un nivel de confianza óptimo en cualquier situación.
¿Has tenido la sensación de torpeza al hacer por primera vez una tarea y, tras seguir practicando, has ido adquiriendo más soltura hasta que llegas a sentir que la dominas? ¿A que sí? Pues con la maternidad pasa algo parecido. Las madres tenemos que darnos tiempo a crear nuevos hábitos y no torturarnos si no lo dominamos todo desde el principio. Es necesario aprender a manejar las expectativas y evitar que nos jueguen malas pasadas. Hay que soltar un poco el control y permitirnos flexibilidad de reacción.
Además, ¿cuántas de vosotras antes de dar a luz pensabais en vuestra transformación física y ni se os pasó por la cabeza que fueseis a cambiar mentalmente? Sí, amigas, no solo el cerebro del bebé va cambiando, también el de quien lo cuida. Es por eso por lo que cada vez hay más estudios sobre el cerebro de la madre humana, un interesante campo en actual desarrollo.
Esto es lo que me dijo mi psicólogo un día que llegué llorando a la consulta. En ese momento yo trabajaba como directora de marketing y llevaba meses agotada física, mental y emocionalmente. No tenía ni fuerzas ni ganas de nada y había perdido la ilusión por completo. Es lo que se conoce como burnout.
Cuando mi salud empezó a verse seriamente afectada y en la empresa amortizaron mi posición, decidí hacer un alto en el camino y pararlo todo. Pero al plantearme la pregunta "¿Qué quiero hacer con mi vida?", me di cuenta de que no tenía la respuesta, ni siquiera sabía por dónde empezar. Y así arrancó un proceso de cambio que transformó una situación dolorosa en una oportunidad para dejar de sobrevivir y empezar a vivir.