Tras los libros de Paulino Viota sobre Ford y Godard, aparecidos en esta misma colección, ha llegado el momento de homenajear al autor y hombre de cine en su faceta de profesor, un docente carismático, divertido, profundo, que penetra junto a sus alumnos en la historia del cine como en un refugio cotidiano desde el que contemplar el mundo y afilar la imaginación. Se transcriben aquí (salvando, en la medida de lo posible, la singularidad de la palabra y la teatralidad de los gestos de aquel contexto privilegiado) las cinco clases de un curso de 2012 sobre la teoría del cine de Eisenstein impartido en la Filmoteca de Santander, en las que asistimos a la paulatina clarificación del complejo pensamiento de uno de los mayores cineastas que han existido, a su vez principal teórico del montaje desde sus posibilidades rítmicas, plásticas y orgánicas, a sus capacidades relacionales, afectivas e intelectuales. Pero El genio de Eisenstein es mucho más que el trazo de un curso o la memoria compartida de la enseñanza de un experto, ya que Viota, para paliar la ausencia de las proyecciones de fragmentos fílmicos que interrumpían el flujo de las explicaciones, ha completado un exigente apartado de análisis y descripciones (que diseccionan los momentos álgidos de la obra del director de El acorazado Potemkin o las secuencias de otras películas traídas a colación, como el inolvidable «camino hasta el beso» de Recuerda de Hitchcock), lo que supone su mayor aportación hasta la fecha a la obra del venerado artista soviético.
Casi las mismas decadas de insumisión y rebeldía que ha protagonizado Godard con su vida y obra lleva Paulino Viota estudiando ambas, desde el apasionamiento cinefilo y la devoción inteligente que siente por "el cineasta con mayor riqueza estructural de la historial del cine". Dividido en dos grandes bloques, este ensayo magistral y ya definitivo tras la reciente desaparición del cineasta pone en perspectiva todas las etapas de su mítica carrera, que arranca con la irreverente modernidad de los años 60, atraviesa la militancia política y el utópico deseo de fusión en lo colectivo, y desemboca, rayando el nuevo milenio y como colofón a una duradera y profunda reflexión sobre la mediación tecnológica, en ese estilo inimitable donde lo poetico acontece como posibilidad de una simultaneidad inedita entre imágenes y sonidos, materiales ya convertidos en "formas que piensan" la historia del cine y la del siglo XX, como ejemplifica a la perfección una de sus cimas, "Histoire(s) du cinema".
Puede que la mayor tragedia en el campo del cine de la inveterada costumbre española de vivir de espaldas a Portugal haya sido el escaso interés por una de las personalidades más destacadas de la cinefilia del siglo XX, João Bénard da Costa, quien desde la Gulbenkian primero y, especialmente luego, como factótum de la Cinemateca transformaría para siempre la cultura cinematográfica de su país, en sintonía con la revolución moderna de Langlois en Francia. Así, como su maestro, pensó la programación de cine como una bella arte, en parte juego intelectual, en parte fuente de iluminaciones y transmisión de conocimiento: la puesta en contigüidad de películas e ideas que establecen linajes, dialécticas o extravíos rizomáticos donde se abolen las jerarquías entre alta y baja cultura. Para contagiar el entusiasmo por el cine, además de amarlo hubo que defenderlo, y nadie como Bénard da Costa lo hizo, con cientos de textos, hojas de espectador, libros y artículos en periódicos como estos que publicara en O Independente entre 1989 y 1990 y que conforman la base de Muy de la casa, exquisita colección de mini-biografías de actores y actrices considerados como de la familia.
El enigma de la Mona Lisa desnuda, El artista que pintó el fondo marino, Los ángeles mosqueteros del Nuevo Mundo, Los misteriosos retratos de hombres en llamas o La legión de hombres lobo del Ejército romano: una estrafalaria exploración de la vertiente más curiosa del arte, con pinturas, esculturas, dibujos y otras rarezas artísticas extrañas. Una exposición única que reúne más de cien obras magníficas, elegidas por su sorprendente belleza, su rareza y la cautivadora historia que hay detrás de su creación. Tesoros oscuros y olvidados conviven con obras maestras muy conocidas, y todos tienen historias secretas que contar. Las páginas de este libro acogen frescos medievales sobre el Juicio Final, esculturas que gritan, manuscritos mágicos, arquitectura imposible, santos con cabeza de perro y el primer retrato de un caníbal. Arte robado, arte marginal, arte fantasma, arte de venganza y arte pintado en el fondo del mar junto a muestras de arte escandaloso, falsificaciones y engaños, arte de sueños y pesadillas, y pinturas crípticas todavía por descifrar.
Revela toda una variedad de actores poderosos cuyos trucos manipulan nuestros sistemas económicos, políticos y legales para su beneficio, a expensas de los demás. Una vez que aprendas a detectar los hackeos, comenzarás a verlos por todas partes y nunca volverás a ver el mundo de la misma forma. Casi todos los sistemas tienen lagunas, y esto es así por diseño. Pero no podrán aplicarte las reglas si eres capaz de aprovecharlas a tu favor. Si no se controlan, estos hackeos acabarán trastornando nuestros mercados financieros, debilitando nuestra democracia e incluso afectando nuestra forma de pensar.
Y cuando la inteligencia artificial comience a pensar como un hacker, a velocidades y escalas inhumanas, los resultados pueden ser catastróficos. Sin embargo, quienes se pongan el «sombrero blanco», podrán entender la mentalidad de los hackers y reconstruir los sistemas económicos, políticos y legales para contrarrestar a quienes quieren explotar nuestra sociedad. Podemos aprovechar la inteligencia artificial para mejorar los sistemas existentes, predecir y defendernos contra los hackers y lograr un mundo más equitativo.
Barren red deserts dotted with post-colonial ghost towns, dilapidated inner city factories, discarded country homesteads and a succession of dormant, soot-filled power stations are just a handful of the desolate, yet visually rich narratives that form part of the abandoned Australia landscape.
Digging beneath the sun-baked soil, Shane Thoms uncovers the modern ruins scattered over this arid continent and reveals a series of beautifully broken abodes hiding in the crevices of the Great Southern Land.
Whispering of both long-gone happy family moments and human darkness, of working lives and the everyday pursuits of living, these atmospheric scenes allow us to reconstruct the stories of the past. Prompting conversations about a growing, diverse country with a complicated history, these abandoned places both connect as well as contrast the past and the present and chronicle the hidden remnants of the evolving Australian story.