En este libro, amén del impresionante poemario Poeta en Nueva York, se presentan las obras Tierra y luna, los Poemas sueltos II y III, Poemas en prosa, Diván de Tamarit, Sonetos, Seis poemas galegos y el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías. Asimismo, se ofrecen las conferencias de Un poeta en Nueva York, Cómo canta una ciudad de noviembre a noviembre y el Ensayo o poema sobre el toro en España.
La edición y los prólogos a cargo de Miguel García-Posada, permiten al lector acercarse a la complejidad de su obra y disfrutar, a lo largo de los siete volúmenes que componen esta Biblioteca Federico García Lorca, de uno de los autores españoles más relevantes del siglo XX.
En este libro, se ofrecen al lector clásicos lorquianos como el Romancero gitano o el Poema del cante jondo, junto con las dos conferencias pronunciadas por el poeta en la presentación de los mismos, además de las Odas y su primera colección de Poemas sueltos.
Carmen Martín Gaite es una de las escritoras más importantes del siglo XX, que, más allá de sus novelas, aplicó su personal mirada sobre las cosas y su límpida y ágil prosa para producir algunos de los mejores artículos y ensayos de su tiempo. Reunimos dos ejemplos dedicados a dos hombres que marcaron su vida de distinto modo, su íntimo amigo Ignacio Aldecoa, figura clave de la generación del cincuenta, como la propia Martín Gaite, muerto prematuramente en 1969, y su querido Melchor Rafael de Macanaz, destacado político y escritor de finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, víctima de la Inquisición y de las intrigas palaciegas, a quien dedicó seis años de estudio que desembocaron en una maravillosa monografía: Macanaz. Historia de un empapelamiento.
Me llamo Lucas, soy el primo de Claudia y ¡acabo de mudarme a Unicornia!
Aquí mi madre ha abierto Magicornia: el Bazar de las Cosas Asombrosas, ¡y hoy es la gran inauguración!
La tienda se está llenando de visitantes curiosos, y también han venido algunos compañeros de clase. Les enseñaré la sala secreta de objetos especiales, pero, ¡oh, no! Algunos han desaparecido delante de nuestras narices. ¿Dónde se han metido? Y lo más importante…
¿Podré encontrarlos sin que se entere mi madre?