Han transcurrido cien años desde la publicación del Manifiesto del surrealismo por André Breton; una centuria, pues, del nacimiento de un vigoroso proyecto –a caballo entre lo poético y lo vital– que cuestionó la condición humana en su totalidad política y cultural, individual y colectiva. La propuesta surrealista, más que un pensamiento o un arte revolucionarios, entrañaba una práctica vital que permitía ver que las cosas «realmente» podían ser diferentes, otras.
Loreto Casado ofrece aquí una nueva traducción que actualiza la lectura del Manifiesto del surrealismo y propicia un exhaustivo y profundo comentario sobre su calado histórico y artístico. Propone, además, un recorrido desde la fundación del grupo hasta su disolución, dando voz a quienes vivieron más de cerca la disrupción surrealista, cuyo sentido heroico y revolucionario perdura aún, como aliento inspirador, un siglo después.
El propósito de este libro es abordar las propuestas teóricas que, desde el marxismo y el pensamiento crítico, se han hecho sobre el Estado y la posición de Marx sobre el mismo, algunas de las cuales se han sumado a las críticas liberales respecto a que no tenía una teoría del Estado, que solo existían fragmentos dispersos que había que desarrollar, etc. Y, cuando se los «desarrollaba», el resultado no solo era superficial, sino que, además, se mostraban infecundos para comprender de forma crítica la realidad estatal y política existente.
A lo largo de sus capítulos se muestra que en los últimos cien años no se ha comprendido la (existente) teoría de Marx sobre el Estado; que la teoría del Estado es inseparable de la crítica de la economía política; que la lógica interna de una sirve para la comprensión (no la derivación) de la otra. Todo ello, unido a las circunstancias históricas que han permitido al autor participar en uno de los momentos sociales más convulsos y creativos del continente latinoamericano, permite plantear nuevas perspectivas sobre la dinámica y los limites estructurales del Estado, que ayudan a comprender de manera más sistemática lo lúcido de la propuesta critica trabajada por Marx.
Un texto intelectualmente provocador y políticamente útil para los tiempos convulsos que atravesamos.
Varios años después de publicar La invasión (1967), Ricardo Piglia reescribió los relatos que integraban el libro siguiendo la máxima de Hemingway, según la cual todo lo que se saque de un relato no hará más que mejorarlo. A las diez narraciones primitivas se sumaron otras cinco, aparecidas en revistas literarias, y dos más que escribió durante el proceso. Piglia partió de la misma situación inicial, consciente de que «la misma historia con otros protagonistas es otra historia (y sin embargo en un sentido es también la misma)». Lo es, en efecto, ya que en todos los relatos emergen los temas que conforman su imaginario: la revisión crítica de la historia de Argentina, la frontera entre ficción y realidad, o las tramas metaliterarias donde sus autores de cabecera aparecen como un personaje más.
Las grandes ideas de los entrenadores de fútbol más sabios del mundo.
El fútbol es una batalla de ideas. Los equipos se enfrentan a partir de conceptos pensados por sus entrenadores y buscan “convencer” al contrario del modo más rotundo: venciéndole e imponiendo su idea propia.
Desde sus orígenes, el fútbol ha desarrollado grandes ideas que han evolucionado, han chocado entre sí, se han hibridado y mutado por deseo o necesidad, generando grandes escuelas de pensamiento futbolístico.
El fútbol no ha hecho más que emular a la filosofía, como si se tratara de universos paralelos, tal como dijera en su día Zlatan Ibrahimovic sin percatarse de que su afirmación no era ningún insulto sino una definición exacta de este deporte, detrás del que se ocultan grandes ideas.
La idea de futuro a veces nos asusta con escenarios apocalípticos. En otras ocasiones, se ofrece como una oportunidad de redención, como si fuera posible resolver, más adelante y por arte de magia, todos los problemas del presente. En todo caso, las ilusiones nos alejan de lo que está a nuestro alrededor. En esta nueva colección de textos, Ailton Krenak nos provoca con la radicalidad de su pensamiento insurgente, que desplaza al sentido común e invoca la maravilla. Dice Krenak: «Los ríos, esos seres que siempre habitaron los mundos en diferentes formas, son quienes me sugieren que, si hay un futuro a pensar, ese futuro es ancestral, porque ya estaba aquí».
Este Tercer libro de crónicas reúne algunas de las crónicas que António Lobo Antunes escribió entre 2002 y 2004. El oficio de escritor y las dudas que lo asaltan («¿seré capaz?»), su estancia en Angola, la infancia «en una casa con una acacia», la familia(«estos seres extraños en los que se prolongan nuestras facciones»), el amor, lo efímero y lo eterno son algunos de los temas recurrentes de sus novelas, que desarrolla también en las crónicas. Los múltiples registros del autor, la sutileza de su humor, su virtuosismo y el arte de llevar al lector de la sonrisa a la emoción extrema hacen que estos textos se lean con una enorme facilidad.