Actúa hoy” de la escritora dominicana Gloria Roely Reyes, propone un viaje que cruza la infancia, sus alegrías y tristezas, soledades y plenitudes, dejándonos devuelta en una realidad que, contrario a cualquier sentencia actual del nihilismo, nos invita a descubrirnos cómo una nueva aventura.
Descaradamente autobiográfico, “Actúa hoy” es la historia de esa escalera aveces invisible que nos permite alcanzar la resiliencia. Sirve tanto como manual de acción, como vacuna contra la desesperanza.
Más que un libro, Reyes propone el desapego de aquellas anclas que crea el miedo, invitándonos a tomar todo aquello que somos y hemos sido, para abrazarlo.
La democracia en los partidos políticos es posible, pensar lo contrario sería imponer una idea fatalista y carente de objetividad, Más aún, los partidos tienen hoy, más que nunca, la obligación de ser democráticos pues son los responsables de la consolidación de las nuevas democracias. No habria justificación para que los partidos carecieran de prácticas participativas, libres, plurales y transparentes porque su responsabilidad política es de gran magnitud. No se trata de producir a lo interno de los partidos proceso de fiscalización; de lo que se trata es de que los partidos políticos asuman actitudes tendentes a democratizarse para que
sean genuinos representantes de la sociedad.
Esta obra estudia la obra de Enrique Dussel, en la cual se integran experiencia, cultura y circunstancias alrededor de un núcleo problemático: sujeto y alteridad. Sobre este eje descansan las coordenadas de nuestra incursión, encaminada hacia una comprensión holística del entramado filosófico de su pensamiento.
Este es un libro producto de mi pasión por el ciclismo de ruta. Su práctica como deporte de panorama abierto, de resistencia, de distancia e intensidad, social e individual, en solitario o en grupo; utilitario, competitivo y divertido a la vez, para mí, no tiene comparación con otras actividades lúdicas. Igual a la sensación que produce en un niño o un octagenario el volar. Todos los ciclistas nos sentimos que pertenecemos, con orgullo, a esa gran comunidad de los que andamos en bici. Por eso sentí que debía devolver algo de lo mucho que me ha dado el ciclismo, en la forma de un testimonio, con este modesto libro; mitad experiencia personal, mitad técnico.
Desde que publicara su primer libro en 1984, Miguel Ángel Fornerín ha venido edificando, libro a libro, una obra que sobrepasa ya los veinte títulos, a la que hay que añadir una copiosa producción periodística, que ha difundido la literatura y la cultura caribeñas tanto en el ámbito académico como en la prensa diaria. Se persigue, de este modo, un lector especializado, inclinado a la especulación, pero sin desdeñar la curiosidad de aquellos que frecuentan los periódicos.
Era hora, pues, de someter a escrutinio la labor intelectual de Fornerín, y ofrecer, en conjunto, las principales conclusiones de esta evaluación, realizada —conviene subrayarlo— por un diverso número de estudiosos y desde variadas perspectivas. De los trabajos recopilados se desprende una evidencia: Fornerín ha superado con excelente calificación el examen de la crítica.
Si algo hila los diferentes escritos que componen Lo que trajo el mar, son las miradas particulares que Báez va consignando. Hojas de ruta variopintas en las que el autor hace un ejercicio literario para comprender el mundo que lo rodea. Así, entre la cultura pop, las islas caribeñas, las ciudades continentales, las lecturas de su vida, músicos y canciones, platos y sabores, vaivenes y momentos estáticos, Báez crea una biografía personal y americana. Un nuevo mapa de lo que significa ser habitante o migrante de un territorio.
También conocido como el Comander, la voz del escritor Efraim Castillo es imponente y refulgente. Escucharlo, sobre todo, es estar frente al último gran polígrafo de la literatura dominicana, representante icónico de la generación del 60. Nacido en 1940, Castillo ha sido testigo privilegiado de los cambios y vicisitudes del país desde la década de 1950 hasta la actualidad. Dialogar con Efraim es un goce para la audición y un deleite para la inteligencia y el intelecto. Frente al Comander cualquier libreto previo para una entrevista se quiebra y tiene que ser alterado en el acto mismo del intercambio. Ante él no funciona la táctica de preguntas y respuestas frías y lacónicas, sino el diálogo al estilo del pensamiento lateral que rompe con lo lineal y secuencial controlado. Con Castillo sólo el diálogo en movimiento y las ondulaciones zigzagueantes son posibles. Nada de lo que sale de su cabeza, y que a velocidad de segundos ya es oralidad, es desechable. El enérgico timbre de su garganta transpira templanza interior. Su sapiencia es fascinante y seductora.
Este diálogo se explaya por un arcoíris de tópicos alrededor de su concepción de la escritura asistemática-memorativa, sus años en la militancia política, sus exilios y sus contactos con el existencialismo y el absurdismo hasta su ingreso al campo de la publicidad. Igualmente aborda sus reflexiones sobre la Generación del 60 y sus proposiciones sobre las prácticas históricas del tigueraje, la trepaduría y la corrupción al interior de la cultura dominicana, a las que se suman su teoría del sancocho filosófico dominicano, tensado entre el pesimismo y el optimismo; más sus miradas críticas sobre las conflictivas relaciones históricas, culturales y políticas entre la República Dominicana y Haití desde la fundación de sus respectivos Estados nacionales.
La Dama de Vermut y la Dama de Negroni es el mismo personaje y aparece en ambos poemarios, un personaje que está entre ser de carácter dulce y fuerte, una romántica con un pensamiento libre y revolucionario. Aparecen también personajes que se roban el protagonismo de algunos poemas, tales como Sebastián, Julio y otros cuya identidad la Dama prefiere ocultar haciendo referencia a rasgos físicos y rasgos de su personalidad,
En sus composiciones, la Dama le de vida al universo que vive dentro de ella, donde se mezcla la realidad con la ficción, surgiendo a veces lugares mitológicos en sus escritos. Es un universo intangible, pero que también hace referencia e lugares tan reales como el Malecón de Santo Domingo, Semaná, Punta Cana, Quisqueya, Selamanca y Madrid.
Hay un discurso literario romántico y apasionado con mucha fuerza y carácter. Á veces se torna oscuro e irreverente para los que tienen una mentalidad conservadora, pero los escritos son puro arte. Por eso, el poema favorito de la autora es «Sebastián», En esta composición se resume la esencia de los poemarios de la antología. Es un poemas intenso con una idea potente.