Un corazón dividido
Una amenaza como ninguna otra
Mil peleas contra el destino
La tensión entre Oro y Grim ha acabado desembocando en una guerra entre los reinos. Mientras tanto, Isla tendrá que luchar contra un corazón dividido en dos y enfrentarse al aterrador futuro que le mostró la profecía. Sabe que tiene el poder de la destrucción absoluta, pero también de la única posibilidad de salvación ante lo que se cierne sobre ellos: una amenaza nunca antes vista.
Con el tiempo en su contra y la supervivencia de todo su pueblo dependiendo de Isla, tendrá que hacer de tripas corazón y demostrar su poder como no lo había hecho hasta ahora. ¿Conseguirá salvar a los reinos? ¿O será ella su perdición?
El amor en Lightlark es un asunto peligroso.
Una rom-com juvenil y cozy con aroma a canela, libros y otoño.
¡Bienvenidas a Orange Hollow!
«Las protagonistas de las historias suelen empezar un viaje para alcanzar un sueño. Yo decidí empezarlo para encontrarlo».
Anna no está pasando por su mejor momento: su mejor amiga ha sido admitida en un prestigioso centro de Londres y la idea de enfrentarse sola al curso le parece terrible. Se siente perdida… Por eso, cuando sus tíos le proponen marcharse con ellos a Orange Hollow, un pintoresco pueblecito de Estados Unidos, y estudiar unos meses en el extranjero, no se lo piensa demasiado.
Allí, lejos de todo, cada día es una nueva aventura con olor a canela y chocolate caliente. Pronto Anna empieza a trabajar en una librería, donde se intercambiará mensajes con un misterioso empleado. Nunca lo ha visto, aunque sus notas le sacan siempre una sonrisa. ¿Quién será? Pero no todo es tan idílico como parece. El primer día de clase, la emparejan con la última persona con la que querría trabajar: Will, el quarterback del instituto, el deportista perfecto, el estudiante perfecto, el creído perfecto… ¿O puede que todo sea una fachada?
El otoño está a la vuelta de la esquina y, entre libros, Anna iniciará un viaje en busca de respuestas que la llevarán a los lugares más mágicos e insospechados.
¿Por qué nos cuesta tanto poner límites? El miedo a perder el trabajo, la idea del amor romántico o el temor a ser excluidos de nuestro círculo social son algunas de las razones. Por ello nos cuesta tanto hacerlo y, cuando nos decidimos, sentimos culpa e incluso ansiedad. Lo cierto es que poner límites en las relaciones es tan necesario como ponerlos en una carretera: evita accidentes. Lo importante es saber cómo comunicar esos límites porque eso es lo que nos ayudará a mejorar nuestra relación con los demás y con nosotros mismos.
En este libro, la psicóloga y neurocientífica Alba Cardalda nos enseña a decir «basta» con asertividad y empatía para conseguir relaciones más plenas y honestas, que nos harán sentir más respetados, amados y, sobre todo, libres de ser quienes realmente somos.
UN LIBRO PRÁCTICO, FIABLE, CON RESULTADOS.
Crear es una de las acciones más satisfactorias, expansivas y sanadoras que podemos realizar como seres humanos. Todos nacemos siendo creadores, pero la mayoría de las personas no confían en sí mismas ni en sus dones y están demasiado pendientes de la opinión de los demás.
El propósito de este libro no es enseñarte a crear, esa habilidad ya está dentro de ti, sino ayudarte a desaprender y soltar todo lo que te impide crear libremente. Te enseñará cómo sumergirte de forma consciente en ese estado, convertirte en un canal de emociones y expresarlas en un arte auténtico y alineado contigo.
Concédete permiso, espacio y tiempo para crear. Es lo más importante que puedes hacer por tu paz, tu alegría y tu vida.
La terapia que ha transformado a millones de personas. Una nueva mentalidad que hará que te sientas cada día más contento, que no te enfades por pequeñeces y que goces de una gran autoestima.
Este libro incluye capítulos especiales para:
- Combatir el sobrepeso con facilidad.
- Conquistar el éxito en lo que te propongas.
- Resolver los conflictos de pareja.
- Superar la muerte de un ser querido.
A principios de siglo, la CIA estaba en crisis. Tras el final de la Guerra Fría se había quedado sin una misión clara. Más de treinta bases y centros de operaciones en el extranjero habían cerrado, y los que quedaban habían sufrido graves recortes. En los albores de la era de la información y de la revolución digital sus oficiales y analistas trabajaban con tecnología anticuada, esforzándose por distinguir qué señales eran significativas entre la cacofonía causada por el ruido que invadía el mundo.
Entonces llegó el 11 de septiembre de 2001. Tras los atentados, la CIA se transformó en una letal fuerza paramilitar responsable de prisiones secretas, durísimos interrogatorios y mortíferos ataques con aviones no tripulados, todo muy lejos de sus misiones tradicionales de espionaje y contraespionaje. Las consecuencias fueron terribles: la muerte de decenas de agentes, el robo de archivos por espías chinos, la infiltración de la inteligencia rusa y de hackers estadounidenses en sus redes informáticas y las tragedias de Afganistán e Irak. Ahora, una nueva generación de espías debe afrontar objetivos aún más difíciles ―Moscú, Pekín, Teherán― al tiempo que se defiende de un presidente decidido a atacar y acusar de forma persistente a la Agencia: Donald Trump.