Esta obra se encuentra enmarcada en el contexto de dos áreas del conocimiento: el derecho y las tecnologías de la información y las comunicaciones; el autor ofrece un detallado análisis comparativo de las normas jurídicas penales de la Unión Europea, Argentina, Perú, Chile y Colombia en relación con los delitos informáticos como un instrumento institucional de la lucha contra la ciberdelincuencia. Delitos informáticos comprende una fundamentación jurídico penal detallada, explorando la tipicidad, analizando los elementos que componen un tipo penal y profundizando en los aspectos cruciales de la antijuridicidad y la culpabilidad. Presenta, además, un análisis comparativo en el marco jurídico internacional de los delitos informáticos, el estudio de la situación en Colombia previa a la ley de delitos informáticos y cada uno de los delitos informáticos en Colombia.
«… ese mayo de locos que termina esta noche, un clavo ardiente hecho de comunicados rimbombantes y titulares grandilocuentes y gallardías desbordadas…, y la puta necesidad de encajar…».
Buenos Aires, 2 de abril de 1982. Los argentinos amanecen con una novedad mayúscula: “¡Recuperamos las Malvinas!”. Y así comienzan tres meses inolvidables, tres meses en que aquellas islas de los mapas escolares se vuelven el eje de la conmoción social, tres meses en que los protagonistas de esta historia pasarán de la euforia a la desolación. Y comienza también la pesadilla para las familias de Carlitos, Antonio y el Conejo, soldados conscriptos clase 1962 recién licenciados, que son reincorporados y enviados a pelear. A miles de kilómetros del escenario del conflicto, en medio de la desinformación y la publicidad engañosa, la guerra contra los ingleses es una abstracción, un relato borroso y escurridizo que cada quien puebla con sus propias fantasías y preconceptos. Unidos o enfrentados, lúcidos u obnubilados, los personajes de este gran fresco de Eduardo Sacheri atravesarán, junto con los lectores, este período vertiginoso, contradictorio y plagado de significados de la historia argentina reciente.
La sociedad democrática actual le debe la invención de su régimen político a la antigua Grecia. Sin embargo, sus orígenes y su evolución no pueden rastrearse de manera diáfana y sencilla. Por ello, para entender y reflexionar sobre la democracia en toda su amplitud, Paul Cartledge se remonta 2.500 años hasta la cuna de la civilización occidental y explica el nacimiento de este sistema político, cómo este se diversificó, con la coexistencia de diferentes modelos, y cómo llegó a su plenitud un siglo más tarde. Conocer sus características nos permite entender las razones por las que también las instituciones democráticas griegas declinaron a manos de los macedonios y, posteriormente, de los romanos hasta eclipsarse durante siglos. Este amplio recorrido por la Antigüedad permite a Cartledge establecer una comparación con el pensamiento democrático moderno, desarrollado a partir del siglo XVIII hasta llegar hasta hoy, para ver sus similitudes y diferencias.
En estos tiempos en los que la política se ha convertido en un espectáculo que se contempla desde la comodidad del sofá, cuando las tertulias y los tuits han reemplazado la lucha en las calles, surge la necesidad de hacer memoria y reflexionar críticamente sobre el estado de nuestra democracia.
A través de una mirada introspectiva y analítica, el antropólogo Javier Aroca nos propone un viaje por el tiempo desde una época en que la política se vivía intensamente, se discutía en asambleas y se asistía a mítines con fervor, hasta la actualidad, donde el poder de las élites alimenta la desinformación para menoscabar los pilares de la democracia.
Democracia en alerta es una invitación a abrir los ojos para entender cómo se ha desvirtuado la esencia de lo democrático, así como también un llamamiento al pueblo para que se levante del sofá y vuelva a vivir la política no como mero espectador, sino como protagonista activo.
La democracia en los partidos políticos es posible, pensar lo contrario sería imponer una idea fatalista y carente de objetividad, Más aún, los partidos tienen hoy, más que nunca, la obligación de ser democráticos pues son los responsables de la consolidación de las nuevas democracias. No habria justificación para que los partidos carecieran de prácticas participativas, libres, plurales y transparentes porque su responsabilidad política es de gran magnitud. No se trata de producir a lo interno de los partidos proceso de fiscalización; de lo que se trata es de que los partidos políticos asuman actitudes tendentes a democratizarse para que
sean genuinos representantes de la sociedad.
Democracia para realistas arremete contra la romántica teoría vulgar en la que se asienta el pensamiento contemporáneo sobre política y gobierno democráticos, ofreciendo una provocadora visión alternativa centrada en la naturaleza humana de los ciudadanos democráticos. Gracias a una amplia variedad de pruebas procedentes de las ciencias sociales, incluidos ingeniosos e inéditos análisis sobre temas que abarcan desde el aborto y los déficits presupuestarios hasta la Gran Depresión y los ataques de tiburón, Christopher Achen y Larry Bartels desmienten la imagen generalizada de ciudadanos concienciados que dirigen el rumbo del Estado desde las urnas de votación. Argumentan que los votantes -incluso los mejor informados y más implicados- eligen partidos y candidatos en función sobre todo de sus identidades sociales y lealtades partidistas, no de cuestiones políticas. Además, demuestran que los electores ajustan sus opiniones políticas e incluso sus propias percepciones sobre asuntos objetivos para que se correspondan con dichas lealtades. Cuando los partidos están más o menos igualados, las elecciones a menudo dependen de consideraciones irrelevantes o engañosas, como repuntes económicos o recesiones que escapan al control de los gobernantes; en esencia, los resultados son aleatorios. Así pues, los electores no dirigen el rumbo de las políticas públicas, ni tan siquiera de forma indirecta.