Hannah Swensen no tiene tiempo para aburrirse. Cuando no está atendiendo a la clientela de su panadería The Cookie Jar, está impartiendo clases de cocina para adultos en el Instituto Jordan o intentando encontrar el ingrediente secreto de unos cupcakes de chocolate. Todos en Lake Eden creen que Hannah tiene un imán para los crímenes, pero cuando descubre un cadáver dentro de un contenedor de basura le resulta muy difícil mantenerse al margen. Primero, porque la víctima tiene el pecho manchado del glaseado de uno de sus cupcakes y, segundo, porque se trata del sheriff Grant, el rival directo de su cuñado Bill para el puesto de sheriff y el principal sospechoso. Secretos del pasado, mentiras inconfesables y maquinaciones oportunistas son los ingredientes de este caso.
Estas páginas transportan al lector a un tiempo y a un lugar fascinantes. Es la América prerrevolucionaria en la que, al tiempo que avanza la colonización y mientras los imperios europeos se disputan tierras que sólo les pertenecen sobre el papel, sus legítimos poseedores, los indios, ven extinguirse sus pueblos sin remedio. En ese entorno, esta historia de amor, crueldad, heroísmo y «americanidad», ha cautivado desde su aparición la imaginación del público.
La esperada nueva entrega de El Club del Crimen de los Jueves, la serie de los abuelos investigadores que ha cautivado a 10.000.000 de lectores.
Es Navidad en el complejo residencial de Cooper’s Chase y todos esperan disfrutar de unos días de descanso en buena compañía. Pero si eres miembro del Club del Crimen de los Jueves, nunca hay un momento de sosiego. Cuando reciben la noticia de que un viejo amigo ha sido asesinado mientras custodiaba un peligroso paquete, el cuarteto de detectives aficionados se lanza a resolver el misterio.
Su búsqueda los lleva a una tienda de antigüedades, donde pronto descubren que los secretos que esconde este oficio son tan antiguos como los objetos mismos. Mientras se cruzan con falsificadores de arte, traficantes de droga y estafadores, Elisabeth, Joyce, Ron e Ibrahim no saben en quién pueden confiar. Con el número de cadáveres rápidamente en aumento, el tiempo en contra y el peligro pisándoles los talones, ¿se les habrá acabado la suerte a nuestros intrépidos investigadores?
Bienvenidos a... EL ÚLTIMO EN MORIR
Un pequeño castillo de caza en Hungría, al pie de los Cárpatos, donde alguna vez se celebraron fastuosas veladas y la música de Chopin inundaba los elegantes salones decorados al estilo francés, ha cambiado radicalmente de aspecto. El esplendor de antaño se ha desvanecido, todo anuncia el final de una época.
En ese escenario cargado de vivencias, dos hombres se citan para cenar tras cuarenta años sin verse. De jóvenes habían sido amigos inseparables, pero luego sus caminos se bifurcaron: uno se marchó a Extremo Oriente y el otro, en cambio, permaneció hasta hoy en su propiedad. Sin embargo, ambos han vivido a la espera de este momento, pues entre ellos se interpone un secreto de una fuerza singular. Todo converge en un duelo sin armas, aunque tal vez mucho más cruel, cuyo punto en común es el recuerdo imborrable de una mujer.
Un pequeño castillo de caza en Hungría, al pie de los Cárpatos, donde alguna vez se celebraron fastuosas veladas y la música de Chopin inundaba los elegantes salones decorados al estilo francés, ha cambiado radicalmente de aspecto. El esplendor de antaño se ha desvanecido, todo anuncia el final de una época.
En ese escenario cargado de vivencias, dos hombres se citan para cenar tras cuarenta años sin verse. De jóvenes habían sido amigos inseparables, pero luego sus caminos se bifurcaron: uno se marchó a Extremo Oriente y el otro, en cambio, permaneció hasta hoy en su propiedad. Sin embargo, ambos han vivido a la espera de este momento, pues entre ellos se interpone un secreto de una fuerza singular. Todo converge en un duelo sin armas, aunque tal vez mucho más cruel, cuyo punto en común es el recuerdo imborrable de una mujer.
Nico es un unicornio con una preciosa melena de colores. Es amigo del dragón Ramón, el dragón de las letras, y al igual que Ramón, Nico también tiene el poder de crear letras con su mágico letricornio. EnUna libélula sin volar y un invento genial, Nico ayuda a Lula la libélula que tiene un ala rota.