Al pueblo ha llegado «la mala hora» de los campesinos, la hora de la desgracia. La comarca ha sido «pacificada» después de tanta guerra civil. Han ganado los conservadores, que se dedican a perseguir cruel y pertinazmente a sus adversarios liberales. Al alba de una mañana, mientras el padre Ángel se dispone a celebrar la misa, suena un disparo en el pueblo. Un comerciante de ganado, advertido de la infidelidad de su mujer por un pasquín pegado a la puerta de su casa, acaba de matar al presunto amante de ésta. Es uno más de los pasquines anónimos clavados en las puertas de las casas, que no son panfletos políticos, sino simples denuncias sobre la vida privada de los ciudadanos. Pero no revelan nada que no se supieran de antemano: son los viejos rumores que ahora se han hecho públicos, y a partir de ellos estalla la violencia subyacente a la luz tórrida, espesa, cansada y pegajosa, en una serie de escenas encadenadas de inolvidable belleza.
«El padre Ángel se incorporó con un esfuerzo solemne. Se frotó los párpados con los huesos de las manos, apartó el mosquitero de punto y permaneció sentado en la estera pelada, pensativo un instante, el tiempo indispensable para darse cuenta de que estaba vivo, y para recordar la fecha y su correspondencia en el santoral. "Martes, 4 de octubre", pensó; y dijo en voz baja: "San Francisco de Asís".»
Emir Rodríguez Monegal dijo...«En La mala hora García Márquez no sólo aporta su maestría sino una capacidad de superar el realismo por la vía de una exasperación de las situaciones y de una discreta alegorización de los motivos esenciales de la novela.»
En La maldición de los rascacielos, el economista Mark Thornton explora la intrigante correlación entre la construcción de rascacielos récord y las crisis económicas significativas. Basándose en la teoría austriaca del ciclo económico, Thornton argumenta que los periodos de expansión crediticia y bajas tasas de interés fomentan inversiones excesivamente ambiciosas, como la edificación de los rascacielos más altos del mundo. Estas construcciones emblemáticas, según Thornton, no solo representan hitos arquitectónicos, sino también señales de desequilibrios económicos subyacentes que preceden a recesiones. A través de un análisis histórico detallado, el autor muestra cómo proyectos emblemáticos, desde la Torre Eiffel hasta el Burj Khalifa, han coincidido con burbujas económicas que eventualmente estallan. El libro ofrece una perspectiva única sobre cómo los logros en la ingeniería y la arquitectura pueden servir como indicadores de advertencia de crisis financieras inminentes, proporcionando una visión profunda de la intersección entre la economía y la construcción de rascacielos.
Tras cinco años de matrimonio y el nacimiento de su hijo Ramsés, Amelia Peabody y su marido Radcliffe Emerson han cambiado las aventuras arqueológicas en Egipto por una casa georgiana con jardín en la Inglaterra victoriana. Amelia, que nunca ha sido una dama convencional, afronta su flamante vida doméstica con más resignación que entusiasmo, pero la inesperada muerte de sir Henry altera sus planes hogareños. La viuda, lady Baskerville, acude a la pareja para que se pongan al mando de la excavación que capitaneaba su marido, quien había descubierto una tumba real intacta en Luxor. Pero a la muerte de sir Henry se suman otros extraños sucesos y empieza a circular el rumor de que una maldición se cierne sobre la tumba del faraón.
La mañana milagrosa, de Hal Elrod, ha ayudado a redefinir las mañanas y la vida de millones de lectores desde 2012. A partir de entonces, muchos soñadores han iniciado sus carreras, cumplido sus metas y realizado sus sueños, todo a través del poder de los seis S.A.V.E.R.S. (salvadores) de vida.
Ahora, La mañana milagrosa para emprendedores presenta estos principios bajo una nueva luz, junto con La Ecuación Milagrosa y la Fórmula de Éxito del Emprendimiento, dos propuestas ganadoras en la vida de todo emprendedor.
La luz es la mano izquierda de la oscuridad, y la oscuridad es la mano derecha de la luz. Las dos son una, vida y muerte, juntas como amantes en kémmer, como manos unidas, como el término y el camino.»
«Escribiré mi informe como si contara una historia, pues me enseñaron siendo niño que la verdad nace de la imaginación». Así comienza su relato Genly Ai, enviado al planeta Gueden —también llamado Invierno por su gélido clima— con el propósito de contactar con sus habitantes y proponerles unirse a la liga de planetas conocida como el Ecumen. Los guedenianos tienen una particularidad que los hace únicos: son hermafroditas, y adoptan uno u otro sexo exclusivamente en la época de celo, denominada kémmer.
Esta terrorífica selección de cuentos recibe el nombre de uno de los relatos más referenciados y adaptados del autor: La máscara de la muerte roja, una alegoría sobre la inevitabilidad de la muerte. Junto a otros tan espeluznantes como El corazón delator o La caída de la casa Usher, completamos esta preciosa edición que ya forma parte de nuestra colección Penguin Clásicos Góticos.