Durante gran parte de la historia, las sociedades han oprimido violentamente a las minorías étnicas, religiosas y sexuales. No es de extrañar que aquellos que abogan por la justicia social llegaran a pensar que los miembros de los grupos marginados necesitan sentirse orgullosos de su propia identidad para poder hacer frente a la injusticia.
Pero, en las últimas décadas, lo que empezó como un sano aprecio por la cultura y el patrimonio de los grupos minoritarios se ha transformado en una contraproducente obsesión por la identidad grupal en todas sus formas. En poco tiempo ha surgido una nueva ideología que reprime el discurso, denigra la influencia mutua como apropiación cultural, niega que los miembros de grupos distintos puedan llegar a entenderse de veras, e insiste en que la forma en que los gobiernos tratan a sus ciudadanos ha de depender del color de su piel.
La vida se portó mejor con Kafka después de su muerte. Su éxito póstumo creció con rapidez y ya en los años 60 del pasado siglo tomó por asalto las más altas cumbres. Kafka, el marginado, se convirtió en una estrella literaria cuya popularidad es hoy difícil de superar. A modo de etiqueta se inventó la palabra "kafkiano" para referirse a algo inquietante, quizá incluso absurdo, que acaba por escaparse a toda posibilidad sensata de intentar comprenderlo. Kafka supo transmitirnos una experiencia fundamental de nuestra vida moderna: que lo sencillo puede ser enormemente complicado.
UN MUNDO A PUNTO DE PERDER LA MAGIA, UNA ÚNICA ESPERANZA: LA ÚLTIMA BRUJA
Ingrid ha regresado a Oscúritas, nuestro mundo, para retomar su vida. Pero ¿cómo se recupera la normalidad cuando sabes que eres la supuesta elegida de una profecía? Airón y sus seguidores no se han olvidado de ella... y no son la única amenaza en el horizonte.
Un nuevo peligro acecha al mundo mágico de Alboria: alguien ha roto el tratado de paz entre los brujos y las criaturas mágicas, y cualquier paso en falso puede provocar una guerra que terminaría por destruir toda la magia.
Si estás leyendo esto ya sabes cómo va eso de la última carta. Lo conseguiste, yo no tuve la misma suerte. No te sientas culpable porque sé que si hubiera habido la mínima posibilidad de que me salvaras lo habrías hecho.
Necesito una última cosa de ti: deja el ejército y ve a Telluride. Mi hermana pequeña está criando a sus gemnelos sola. Es demasiado independiente y no aceptará ayuda fácilmente, pero ha perdido a nuestra abuela, a nuestros padres y ahora a mi. Es demasiado para una sola persona. No es justo. Y además hay algo más que no sabes que está rompiendo a la familia, así que necesitará más ayuda que nunca. Si yo no estoy significa que no puedo estar por Ella, no puedo ayudarles, pero tú si que puedes, así que te ruego, como mi mejor amigo, que cuides de mi hermana, de mi familia. Por favor no dejes que lo afronte sola.
La Ribera es un complejo vacacional de lujo recién abierto en Lago Espejado, situado en el límite entre Gales e Inglaterra, que indigna a los vecinos de Cwm Coed, la pequeña localidad galesa de la orilla oriental, pues no ven con buenos ojos una iniciativa pensada para turistas ingleses ricos. Cuando el cadáver de Rhys Lloyd, el promotor de la urbanización, aparece en el lago la mañana de Año Nuevo, la investigación, que recae en la agente Ffion Morgan, de la policía galesa, y en Leo Brady, detective inglés, promete ser una tarea complicada, no solo porque Ffion y Leo pertenecen a cuerpos policiales distintos, sino porque la autopsia revela que la víctima pudo haber sido envenenada. A medida que la investigación avanza se descubren más y más secretos y mentiras, y la lista de sospechosos crece. Por lo visto, Rhys Lloyd no era un buen hombre y muchas personas tenían un motivo para desear su muerte.