Ha llegado a un punto en el que se ha dado por vencido con la gente, y los libros, en lugar de ofrecer consuelo, se han convertido en un recordatorio más de un mundo que cambia demasiado deprisa.Pero una noche su vida se transforma de repente cuando se encuentra a una niña de dos años sola en la sección infantil. No hay rastro de su madre, solo una nota que dice: "Quiero que Maya crezca en un lugar con libros y entre gente que se preocupe por ese tipo de cosas. La quiero mucho, pero ya no puedo cuidar de ella".
Las mujeres asaltan la historia es un recorrido por la fuerza, la voz y la resistencia de las escritoras que, a través de la novela histórica, han reclamado un lugar en el relato de los tiempos. Este libro escucha los susurros de aquellas que, por siglos, fueron relegadas al silencio y a la invisibilidad. Enfrentando las restricciones impuestas que las recluía al espacio doméstico, estas mujeres han tomado la pluma como su arma y con su puño y letra han escrito la otra mitad de la historia, esa que siempre estuvo presente, pero nunca contada.
Con profunda atención a las desigualdades y barreras que enfrentaron, esta colección de ensayos destaca la valentía de las autoras que, desafiando las normas, reescribieron la historia desde
«Las mujeres pueden ser heroínas». Cuando Frankie McGrath, estudiante de enfermería de veinte años, oye por primera vez estas inesperadas palabras, siente una revelación. Criada en el idílico y soleado sur de California y protegida por sus conservadores padres, siempre se ha enorgullecido de hacer lo que se espera de ella, de ser una buena chica. Pero en 1966 el mundo está cambiando y, de repente, su vida parece abrirse a nuevas posibilidades. Cuando su hermano parte para combatir en Vietnam, ella se une de manera impulsiva al Cuerpo de Enfermeras del Ejército para seguirle.
Allí, Frankie se siente igual de inmadura e inexperta que los jóvenes enviados para luchar, y se ve abrumada por el caos y la destrucción de la guerra. Además, un trauma inesperado la golpea al volver a casa, el de encontrar un país cambiado y dividido, un país que quiere olvidar. Frankie descubrirá el verdadero valor de la amistad y el dolor que puede causar un corazón roto.
«Las mujeres pueden ser heroínas». Cuando Frankie McGrath, estudiante de enfermería de veinte años, oye por primera vez estas inesperadas palabras, siente una revelación. Criada en el idílico y soleado sur de California y protegida por sus conservadores padres, siempre se ha enorgullecido de hacer lo que se espera de ella, de ser una buena chica. Pero en 1966 el mundo está cambiando y, de repente, su vida parece abrirse a nuevas posibilidades. Cuando su hermano parte para combatir en Vietnam, ella se une de manera impulsiva al Cuerpo de Enfermeras del Ejército para seguirle.
Allí, Frankie se siente igual de inmadura e inexperta que los jóvenes enviados para luchar, y se ve abrumada por el caos y la destrucción de la guerra. Además, un trauma inesperado la golpea al volver a casa, el de encontrar un país cambiado y dividido, un país que quiere olvidar. Frankie descubrirá el verdadero valor de la amistad y el dolor que puede causar un corazón roto.
Una mirada inteligente y bien elaborada sobre algunas de las más conocidas diosas griegas. Un análisis sobre su influencia en la cultura, el arte, la música y el cine de la actualidad.
Natalie Haynes regresa a la no ficción en este libro, que toca la historia de varias diosas griegas populares, explorando sus orígenes y contrastándolos con otros mitos que se conocen de ellas. Si bien sigue el formato de La jarra de pandora, en esta ocasión se enfoca mucho más en intentar que el lector empatice con las diosas y pueda sentirse identificado con ellas. Por ejemplo, la autora logra mostrarnos otro enfoque sobre Hera y Deméter, a pesar de que la cultura popular a veces nos las muestra de manera negativa, o destacar la importancia de Hestia.
Para poder entender la identidad y participación de las mujeres en las primeras comunidades cristianas, hay que estudiar el papel que jugaron, con su enorme riqueza y variedad, en el mundo social del siglo I.